MÉXICO -- En uno de los duelos más disparejos que podemos encontrar desde que se dio a conocer el calendario de la NFL, los Denver Broncos, con el orgullo herido, buscan regresar a la senda del triunfo ante unos Raiders que siguen esperando escribir su nombre en la columna de victorias, único equipo en la liga que no lo ha conseguido y es firme candidato para llevarse la primera selección global en el próximo draft.
Pese a que Oakland ha mejorado notoriamente desde que Tony Sparano tomó el control del conjunto negro y plata --algo que no era difícil de conseguir-- en lugar de Dennis Allen la suerte no ha estado completamente de su lado y pese a que han ofrecido resistencia ante equipos como San Diego Chargers y los actuales campeones, el récord que ostentan, 0-8 es una loza muy pesada para los jugadores aunado al hecho que jugadores como Justin Tuck, LaMarr Woodley, Maurice Jones-Drew, entre otros se han visto afectados por lesiones.
Manning y compañía vienen de una desmoralizante derrota de visita en New England por lo que buscarán que sea su rival divisional quien pague los platos rotos y extienda su racha de descalabros consecutivos a 14, siendo cuestión de días para que se cumpla un año desde que Oakland obtuvo su última victoria (28-13 vs. Houston Texans, en la Semana 11 de la temporada anterior).
1. Dominio bronco en la rivalidad
Los Raiders no saben lo que es la miel de la victoria ante los Broncos y mucho menos lo que es vencer a Peyton Manning desde que dejó Indianapolis para llevar su talento a la División Oeste de la AFC. De hecho en nueve enfrentamientos ante este equipo tiene una marca de siete triunfos y solo un par de descalabros con 23 pases de anotación y nueve intercepciones, además de 2,549 yardas y un rating de 105.4
Después de una racha de cuatro triunfos entre noviembre del 2009 y septiembre del 2011 los Raiders no han encontrado la fórmula para vencer a los Broncos pese a tener tres entrenadores en jefe diferentes y al menos nueve mariscales de campo diferentes han iniciado un partido con nombres como Matt Schaub, Terrelle Pryor, Carson Palmer, Matt Leinart, entre otros.
2. La rivalidad cambia de división
Dos de los cazadores de cabeza más temibles de la liga en la época reciente cambiaron de equipos durante la temporada baja y curiosamente eligieron la misma división para encontrarse nuevamente un par de veces al año después de hacerlo con Cowboys y Giants, respectivamente.
DeMarcus Ware y Justin Tuck eligieron equipos diametralmente opuestos y también esto se ha visto reflejado en el plano individual toda vez que el exjugador del conjunto de la estrella solitaria ha encontrado en Von Miller a un gran apoyo para generar problemas en el backfield oponente y ha sido pieza clave en una defensiva que es la que menos yardas ha admitido.
Por su parte los Raiders se ubican en la parte baja de la misma categoría y uno de sus hombres más importantes ha tenido que lidiar con lesiones que lo han llevado a bajar considerablemente su producción con solo un par de capturas hasta el momento.
3. Sólidez aérea, no así por tierra
Si bien es cierto que Maurice Jones-Drew dejó sus mejores años con los Jaguars, la verdad es que el combo que conforma con el también propenso a las lesiones Darren McFadden ha dejado mucho que desear y el apoyo que le podrían brindar desde su trinchera al novato Derek Carr ha sido prácticamente nulo cuando es una parte esencial en el desarrollo de un jugador para no cometer tantas entregas de balón. Entre ambos corredores suman 412 yardas en 124 acarreos para un raquítico promedio de 3.3, al cual se le suman solo dos anotaciones del egresado de Arkansas.
Del otro lado la historia no es muy diferente. Tras perder vía la agencia libre a Knowshon Moreno, los Broncos han tenido que repartir el juego terrestre en el combo que conforman Ronnie Hillman --líder del equipo con 365 yardas--, Montee Ball y Juwan Thompson aunque es notable la diferencia que tienen con sus rivales ya que ellos suman un total de siete visitas a las diagonales.