MÉXICO -- Los Dallas Cowboys se encuentran enfrascados en una dura pelea por el título divisional de la NFC Este contra los Philadelphia Eagles, ambos clubes empatados con registro de 7-3. Este domingo por la noche, les toca visitar a otro rival divisional, uno que prácticamente está fuera de contienda, pero uno al que le encantaría meterle el pie a sus rivales siempre que les sea posible.
Aquí hay tres puntos a seguir de la visita de los Cowboys a los New York Giants de domingo por la noche.
A cuidarse la espalda. Tony Romo mostró buena movilidad y delató poco dolor en el último partido de Dallas, contra los Jacksonville Jaguars en Londres, hace dos semanas. La jornada libre sin duda debió haber ayudado para sanar, o al menos acostumbrarse, a la incomodidad de jugar con dos pequeñas fracturas en la espalda. Sin embargo, un nuevo golpe puede significar el final de la temporada para Romo, y por consiguiente, el final de las aspiraciones de postemporada para los Cowboys. Después de todo, ya vimos lo que puede ofrecer --o no puede ofrecer-- Brandon Weeden al frente de esta ofensiva. La protección de pase será fundamental en la estrategia ofensiva de los Cowboys, pero quizás antes que eso, sería recomendable proteger a Romo empleando el pase lo menos posible, y descansando en el juego terrestre de DeMarco Murray.
Piernas frescas. Después de perderse seis semanas por una lesión de rodilla, Jennings volvió a la acción la fecha pasada para los Giants, acumulando 59 yardas en 18 acarreos. Todavía no se encuentra al 100 por ciento, pero su presencia debe ayudar en una rotación de corredores que se muestra peligrosamente delgada, después de mandar a Peyton Hillis a la lista de reservas lesionados por problemas de conmoción. El novato Andre Williams no lo hizo tan mal durante la ausencia de Jennings, pero está claro que detrás de esa línea ofensiva, no está listo para cargar con el peso completo del ataque terrestre. Jennings es más versátil y a través de pases pantalla y otras jugadas de pase, puede darle un impulso a esta ofensiva desde el backfield. Desde luego, el auxilio de los corredores será fundamental para impedir que caiga toda la presión de la ofensiva en un Eli Manning que viene de lanzar cinco intercepciones, en una de sus peores actuaciones como profesional.
El camino a las 2,000. DeMarco Murray recuperó su paso de al menos 100 yardas terrestres por juego en contra de los Jaguars durante el paseo europeo, después de acumular apenas 79 contra los Arizona Cardinals durante la derrota de la Semana 8. Murray acumula al momento 1,233 yardas por tierra, 112 yardas más de las que registró el año pasado, su primera campaña de al menos 1,000 y su primera campaña de Pro Bowl. Si Murray mantiene su ritmo actual acabará la temporada con 1,973 yardas. Murray ya impuso una importante marca de la liga, al comenzar la campaña con ocho partidos consecutivos de al menos 100 yardas terrestres, y le saca 282 yardas a Le'Veon Bell de los Pittsburgh Steelers, su más cercano perseguidor. Sin embargo, tendrá que subirle un poquito a su producción si ha de convertirse en el octavo miembro del Club de las 2,000 yardas terrestres en la historia de la NFL.