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Peyton Manning: Vivito y coleando

MIAMI -- Ya todos saben que soy un fanático de las redes sociales.

Me encanta interactuar con los lectores/televidentes/radioescuchas en Twitter, y gran parte de las veces considero que las discusiones son fantásticas, aún cuando no estamos de acuerdo.

Sin embargo, ayer fue una de las pocas veces en las cuales me quería arrancar los pelos leyendo algunos de los comentarios en Twitter durante el partido de los Broncos y los Colts.

Un gran caudal de gente pedía el retiro de Peyton Manning, y sólo tenía críticas para con su persona.

Entiendo que fue la novena vez que debuta y se despide en playoffs.

Estamos todos de acuerdo en que un mariscal de su talento debería haber ganado más en la liga, pero por si no se enteraron, ganar un título en la NFL es difícil, y no depende sólo de un mariscal.

Odio que estemos viviendo en una época de "absolutos", donde algo es lo mejor del mundo o lo peor del universo.

En mi humilde opinión la cantidad de anillos no definen la carrera de un jugador.

Manning ya ganó un título con los Colts, y si bien no lo considero el mejor de la historia, cualquiera que niegue que tuvo una carrera fenomenal está mirando otro deporte.

La gente ya lo dio por muerto otra vez, olvidándose de su grandeza, luego de las cuatro cirugías de cuello.

Les calló la boca a todos rompiendo más récords y llegando al Super Bowl el año pasado.

En el análisis simplista de algunos, estoy seguro que los Broncos fueron arrollados 43-8 exclusivamente por culpa de Peyton Manning.

La caída de los Broncos este año fue estrepitosa. Fueron bajando su nivel gradualmente en el final de la temporada, hasta sucumbir en su debut en los playoffs.

Se vio claramente además que el físico de Manning no está al 100 por ciento. Cada vez se basa más en su poder de anticipación que en su brazo, lo cual muchas veces va a terminar en errores costosos.

A pesar de ello, terminó el 2014 con 4,727 yardas por aire, 39 touchdowns contra 15 intercepciones y un índice de pasador de 101.5.

Entiendo que a muchos los números no les importan, pero mi punto es que los problemas de Denver van más allá de su mariscal.

Casi todos los mariscales de la NFL morirían por tener la campaña que tuvo Manning en este 2015, a pesar de que el mariscal de los Broncos está diezmado físicamente.

Al igual que en las redes sociales, la pregunta acerca del potencial retiro llegó en conferencia de prensa para Manning.

"No les puedo dar una respuesta ahora", sentenció Manning. "Debo procesarlo".

Manning ama a este deporte y para un deportista la decisión más difícil es saber cuándo ya el físico no responde.

Personalmente, creo que todavía le queda gasolina en el tanque, pero aún más importante sé que no es mi decisión.

"Todos los años en marzo me hago la evaluación del cuello, pero a la vez me doy cuenta en ese entonces si todavía tengo el deseo de jugar e intentar ganar", agregó Manning.

Pedir el retiro de Manning es irrespetuoso, dado que él más que nadie merece irse del deporte al que tanto le dio bajo sus propios términos y cuando él lo crea conveniente.

Definir a un deportista por la cantidad de anillos que tiene es haragán y tonto.

No todo es blanco o negro en este mundo, existe el gris.

Ayer en Twitter no lo hubo, y me quedé con un par de pelos menos.

Si no hay cambios en los entrenadores en Denver, creo que Peyton Manning volverá la próxima campaña.

Si eso sucede, no me quedan dudas de que volverá a probar al mundo equivocado.