MÉXICO -- No, el baloncesto no es el deporte de los gigantes... o al menos no solo ellos lo dominan. Con su metro noventa y uno, Stephen Curry hundió 286 triples en la temporada regular de NBA, rompió unas cuántas cinturas, la de Chris Paul especialmente, y ganó juegos para unos Warriors que nunca antes habían alcanzado las 60 victorias en una temporada y que este año terminaron con 67, el mejor record de toda la liga.
Más bajito que cualquiera de ellos, Curry acabó con la competencia de James Harden, LeBron James y Russell Westbrook por el premio de Más Valioso pero sobre todo trajo de regreso un estilo de baloncesto que combina la visión de la cancha de Steve Nash, la habilidad para tirar desde el drible o sin él que tenía Reggie Miller y el valor para anotar entre el tráfico de Allen Iverson.
Su delgado físico hizo que muchos pensaran que Curry no tendría un futuro estelar en la NBA pero Golden State no estaba en ese grupo. Los Warriors lo eligieron en 2009 con su séptima selección general y jamás se arrepintieron. Curry ha dominado la liga en triples tres temporadas consecutivas y en dos de ellas destruyó el record de canastas de 3 puntos que tenía Ray Allen.
Fue con un triple que puso contra la pared a los Pelicans en New Orleans. Su dramático tiro ganador en la cara de Anthony Davis ante los Pelicans dejó la mesa puesta para la barrida de los Warriors que tuvieron su serie más dura en semifinales de conferencia ante Memphis. Curry promedió 25 puntos por partido y en el sexto juego dominó a los Grizzlies con 32 y 10 asistencias para llevar a Golden State a su primera final de conferencia en 39 años. Ahí Curry volvió a tomar el control. Hundió 27 triples a lo largo de la final y en el juego tres rompió el record de anotaciones de tres en unos playoffs para el que Reggie Miller había necesitado 22 juegos... Curry lo rompió en 13.
Después de despachar a los Rockets en cinco juegos Golden State y Stephen Curry enfrentan su reto más grande. Derrotar al mejor jugador de su generación. LeBron James es la esperanza a la que se aferra Cleveland para su primer titulo deportivo en más de medio siglo, pero es otro nacido en Akron, Ohio, el que puede acabar con el sueño. Stephen Curry está listo para romper más cinturas y quemar las redes en el camino a su primer anillo de campeón de la NBA.