El piloto paraguayo fue quinto con el auto del equipo PHM y quedó a 328 milésimas de Gabriel Bortoleto, el dueño de la pole position.
“Muy feliz con la qualy, esto es una locura. Tercero en la clasificación. Esto muestra el trabajo duro que está haciendo todo el equipo, teniendo fe y trabajando paso a paso. Finalmente llegó la recompensa, pude mostrar de lo que soy capaz”. La sonrisa no entraba en la cara de Joshua Duerksen después de su brillante clasificación de Imola, cuarta fecha de Fórmula 2. Cuando hizo su declaración, el piloto del equipo PHM era tercero, aunque después de tres horas y media finalmente quedó quinto.
La escudería en la que corre el asunceño dedicó gran parte del trabajo de Barcelona, donde se desarrollaron los tests durante el parón que hubo desde Melbourne, a la simulación de clasificación y al trabajo aerodinámico con el nuevo chasis. Y vaya si dio resultados. Ya en entrenamientos, el paraguayo había mostrado buenos parciales, pero en la clasificación descolló. En su primera vuelta quedó top 5 y en el giro final marcó 1m27s384. No bien se terminó la clasificación, solo había sido superado por Gabriel Bortoleto e Isack Hadjar, porque los registros de Oliver Bearman y Kimi Antonelli habían sido eliminados por exceder los límites de pista.
Sin embargo, los comisarios deportivos de la FIA decidieron devolverles los tiempos los dos pilotos (el inglés quedó segundo y el italiano, cuarto), y Duerksen retrocedió al quinto lugar, un resultado sensacional.
Con la inversión de los diez primeros lugares que el reglamento obliga para el armado de la grilla del sprint, Duerksen debería partir sexto este sábado. Sin embargo, el paraguayo picará noveno porque acarrea una sanción de tres puestos desde Australia. Eso sí, en la competencia larga del domingo ocupará el quinto cajón y su gran objetivo de meterse lograr puntos parece asequible.