El neozelandés aplastó a todos y partirá en punta en la edición 108 de la mítica carrera, en la que el argentino Agustín Canapino ocupará el 22° lugar de largada.
Scott McLaughlin destruyó los relojes o, mejor dicho, los sensores de velocidad en Indianápolis. El neozelandés logró una pole position de ensueño, con récord, para picar en punta el próximo 26 en la edición 108 de la carrera, anotada como la quinta fecha de IndyCar.
“Es increíble, estoy muy orgulloso de todo lo que hicimos. Llegar a este lugar significa mucho trabajo y planificación. Creo que vamos a festejar por 24 horas, pero lo importante es la semana que viene”, dijo el neozelandés que corre con el equipo Penske, escudería que completó la primera fila de partida con Will Power y Josef Newgarden.
McLaughlin promedió 234,220 mph (376,940 km/h) para superar claramente a sus compañeros de escudería. Pero, claro, cómo el mismo ganador de la pole lo dijo, lo importante será en la extensa carrera. Pero está claro que el team de Roger Penske, quien también es el dueño de la categoría, se mostraron como los autos a batir. Lo mismo que los motores Chevrolet, que monopolizaron el Fast Six (el grupo de los seis más rápidos que lucharon por la pole). Los impulsores Honda no mostraron un buen rendimiento.
Del otro lado de la tabla quedó Nolan Siegel, el joven debutante estadounidense quien fue último en la tanda del Bump Day, ocupó el 34° lugar y no podrá estar en la grilla (largan 33). El californiano se la jugó en su último intento y terminó contra el muro.
En tanto, Agustín Canapino no participó del último día de la clasificación porque no quedó ni en el grupo de los 12 de adelante, ni en los cuatro de atrás. El Titán, con el Dallara-Chevrolet del equipo Juncos Hollinger Racing, se aseguró su boleto el sábado y partirá desde el 22° puesto.