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Mamás corredoras: lactancia y running, ¿son compatibles?

ESPN Run

No son pocas las mujeres que tras a dar a luz un bebé intentan ponerse nuevamente en forma física lo antes posible, y una buena manera para hacerlo es el running. Pero en estos casos, aparece una pregunta recurrente: ¿Es compatible este deporte con la lactancia? La respuesta es que una mamá runner puede amamantar a un recién nacido sin ningún peligro, y por lo contrario correr suele provocar un incremento en la producción de leche materna y sin afectar en absoluto en su calidad. Esto ocurre porque con el ejercicio físico el organismo aumenta la secreción de prolectina, que es la hormona encargada en producir leche.

Cabe recordar que la lactancia materna es la forma natural de alimentar a los seres humanos, y por ello, más que hablar de las ventajas que tiene, habría que plantearse las desventajas de la lactancia artificial, la que produce un mayor riesgo de mortalidad en el primer año de vida, así como de infecciones y de padecer en edades posteriores algunas enfermedades como diabetes o celiaquía. Por otra parte, el ejercicio físico es muy beneficioso a todas las edades y tiene numerosos efectos positivos en la salud materna, ya que mejora la función cardiovascular, la calcificación de los huesos, ayuda a perder la grasa acumulada durante el embarazo, aumenta la fuerza muscular, estimula el sistema inmunitario, reduce el estrés y la ansiedad, aumenta la autoestima y produce sensación de bienestar.

También es importante tener en cuenta que cualquier tipo de actividad física debe adaptarse a las características de la persona que lo practica. Por eso, una mujer que quiera y amamantar a su bebé sin problemas debe tener presente que es posible que el ejercicio físico intenso en mujeres sin entrenamiento previo, si pueda producir una disminución en el volumen de leche y cambios en su composición, con un descenso en la concentración de algunos factores de defensa (la inmunoglobulina A) y de la lactosa y un aumento de otros productos como el ácido láctico, que, por su sabor amargo, podría provocar rechazo del pecho. Por todo ello, la práctica de ejercicio de alto rendimiento de forma continuada sólo es aconsejable en las deportistas profesionales.

Otro consejo a tener en cuenta por las mamás runners es hidratarse regularmente, algo fundamental para cualquier runner, pero que cobra una vital importancia en el caso de las mujeres durante la lactancia. También deben utilizar un corpiño deportivo o sujetador de alta calidad, para garantizar la protección la musculatura y las glándulas mamarias ante los suaves pero reiterados impactos provocados por las zancadas. Por último, recordar que las madres que amamantan deben tomar unas 500 Kcal al día como gasto energético propio de la lactancia para mantener su peso. En este sentido, las madres que deseen perder peso pueden combinar el ejercicio físico con una restricción calórica moderada siguiendo una dieta equilibrada y con la supervisión de un especialista.