Si buscas bajar de peso deberás generar un déficit calórico, lo que se traduce en ingerir menos calorías de las que quemas a diario. No obstante, esto no significa que debas dejar de comer, ya que de hacerlo no tendrás las suficientes energías para seguir entrenando y además tu metabolismo se volverá más lento. Por eso es importante que el déficit calórico sea el justo y necesario para cada caso, y una buena ayuda para lograrlo está en las colaciones, que son las pequeñas ingestas que hacemos entre las comidas principales y nos ayudan a no llegar a ellas con mucha hambre. Por supuesto, que para que tengan sentido estas colaciones deben hacerse con alimentos sanos, que aporten nutrientes, nos den saciedad y a su vez no contengan demasiadas calorías. Por lo general, estas pequeñas comidas que se realizan a media mañana y media tarde deben rondar las 100 y 150 calorías. Algunas opciones que cumplen con estos requisitos son un huevo duro, una banana, una manzana, 15 almendras, un yogurt firme descremado, una barra de cereales (siempre y cuando no exceda los tres gramos de grasas), o un vaso de leche descremada.
La idea es que escojas una de estas opciones, que inclusive podrás ir rotando día a día para no caer en la monotonía. Estas pequeñas comidas pueden realizarse tanto antes como después de los entrenamientos, para así hacer una buena ingesta. De este modo, si vas a correr sobre el mediodía, pero no quieres salir a entrenar con el estómago lleno, podrás optar por comer una de estas colaciones y almorzar luego de la sesión.
Por último, recuerda dividir. Haciendo seis ingestas al día será más sencillo comer lo justo y necesario sin excederte en ninguna de ellas. Además, te ayudará a evitar atracones y perder el control sobre las comidas.
¿Consumís estas pequeñas comidas?