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Esguinces, las lesiones que no avisan

A pesar de no tratarse de un deporte de contacto, los corredores, especialmente los que corren en modalidad trail running, son propensos a sufrir lesiones de forma inesperada, como lo son los golpes o torceduras producto de una mala pisada. Y si bien hay cosas que no podemos evitar, también debemos tener presente que hay ciertos hábitos que pueden minimizar estos riesgos, como mantener una buena alimentación, que contenga los niveles adecuados de calcio y colágeno, nutrientes que intervienen directamente en la salud de nuestros huesos y tejidos tendinosos.

También en este sentido es muy importante tener una buena hidratación, evitar el caer en el sobreentrenamiento por falta de una planificación, nunca pasar por alto las entradas en calor previas al entrenamiento y hacer ejercicios de fortalecimiento en zonas clave. Respecto a este último punto, a la hora de evitar lesiones como esguinces de tobillo, será clave mantener fuertes los músculos de la zona para de esta manera no no dejar que los tendones hagan todo el trabajo pesado. E inclusive, si este aspecto está bien cuidado, es muy posible que si se produce alguna lesión de este tipo sea más leve, y que por lo tanto demore mucho menos tiempo en cicatrizar. Recuerda que los esguinces son una afección delicada ya que incluso después de haberte recuperado, tu articulación seguirá estando debilitada, por lo que es más sencillo volverte a lesionar.

Ya hablamos de factores a tener en cuenta a la hora de minimizar el riesgo de sufrir esguinces, ahora listamos algunos consejos para tratarlos en caso de que no puedan evitarse. En primer lugar, inmediatamente después de producirse, aplica un vendaje que comprima el tobillo (o la zona afectada), para reducir la inflamación e inmovilizar la articulación. El reposo de la zona en esos primeros momentos es básico. No fuerces tu tobillo esguinzado y permanece el máximo tiempo que puedas descansando, con el pie elevado. Por lo tanto, como verás, si esta lesión ocurre en medio de un entrenamiento o una carrera será una pésima idea tratar de terminar los kilómetros que restan. Hay que saber dar un paso al costado y pensar en la recuperación, en lugar de seguir complicando las cosas. También ponte hielo para reducir la inflamación, e incluso los moretones que lleguen a formarse en la zona afectada. Eso sí, no lo apliques directamente ya que esto te lastimará. Y por supuesto, una vez que hayas puesto en marcha estos primeros auxilios, visita lo antes posible a un kinesiólogo o traumatólogo para que evalúe la lesión, su grado y te indique el tratamiento a seguir no solo para que se recupere más rápido, sino también mejor.

¿Has sufrido este tipo de lesiones?