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Cómo impactan en un runner las subidas y las bajadas

La variación de estímulos es esencial para que cualquier runner mejore su performance deportiva. Por eso, muchos corredores que quieren evolucionar incluyen subidas y bajadas en sus entrenamientos. Al subir, la impresión es que el tiempo pasa más lentamente, mientras que al bajar el esfuerzo es menor.

Sensaciones aparte, qué es más desgastante para los músculos: ¿Correr en subidas o en bajadas? Lo cierto es que este tema suele generar dudas en la cabeza de algunos runners, ya que el gasto energético es más importante al correr en subidas. Esto ayuda a explicar el hecho de que te quedes sin aire en ese tipo de recorridos.

Sin embargo, los riesgos de lesión aumentan cuando corremos en una pendiente hacia abajo. Allí la excentricidad de los trechos de descenso hace que el músculo elongue y se contraiga al mismo tiempo. Cuando el músculo se sobrecarga y se estira demasiado, existe una mayor ruptura de algunas fibras musculares.

En otras palabras, al subir el runner precisa producir mayor energía, pero, desde el punto de vista muscular, no tendrá una región específica con un desgaste mayor. El desgaste muscular es mayor en la bajada en razón de la acción de producir energía y frenar. Y como si fuese poco, esto también hace que las articulaciones sufran esos impactos.

Para que tengamos una idea, el impacto de correr en bajada es tres veces superior al que se hace en un lugar plano. Cuanto más bruscamente un runner interrumpe su movimiento en el descenso, más fuerte será este impacto, y buena parte de la carga de esa acción es dirigida a las rodillas. Lo ideal, por ende, es desacelerar de a poco, sin movimientos repentinos.

Finalmente, para correr menos riesgos a la hora de variar los estímulos y enfrentar subidas y bajadas, lo ideal es invertir en el fortalecimiento muscular. Ejercicios que simulen contracciones que el músculo puede sufrir ayudan a evitar problemas.

¿Qué estímulos incluyes en tu rutina para mejorar tu rendimiento?