COOPERSTOWN, N.Y. -- Un fin de semana de exaltación al Salón de la Fama del béisbol es simplemente una experiencia peculiar, extraordinaria. Si tienes la oportunidad y los medios, te recomiendo vivirla, aunque sea una vez. Como no pretendo convertirme en agente turístico a esta altura de mi vida te cuento lo más llamativo, al menos desde mi perspectiva, de estos cuatro días donde fueron inmortalizados David Ortiz, Tony Oliva, Orestes 'Minnie' Miñoso, Buck O'Neil, Gil Hodges, Jim Kaat, Bud Fowler y el escritor de ESPN Tim Kurkjian.
1. NO ESTOY EXAGERANDO, David Ortiz, si quisiera, podría correr para la presidencia de la República Dominicana. Sí... señor. Y aclaro, estas distan de ser figuraciones mías. Un grupo de periodistas de la nación caribeña le preguntó el sábado, antes de entrar al añejo, pero impecable edificio que acoge el Salón de la Fama, si entre sus planes futuros tenía pensado dedicarse a la política. Él dijo que no, pero repito, si quisiera podría hacerlo. Y es que impresiona el alcance mediático, y la popularidad de Ortiz "entre los tigueres que son míos", quizás tan sólida como los legendarios batazos que le llevaron al templo de los inmortales. Colegas dominicanos aseguraron que hubo más prensa siguiendo la exaltación de Ortiz que la que suele haber para cubrir al presidente de la nación. Otro colega fue más cauto, pero no se alejó de ese supuesto, cuando señaló que "Papi recibió tratamiento presidencial de parte de los medios dominicanos".
2. DAVID ORTIZ se adueñó de Cooperstown, pero los tigueres de la República Dominicana fueron el partenaire perfecto del fin de semana de exaltación. Ortiz fue la razón que los juntó, digamos que su Dios, su credo. Y los tigueres no le fallaron. La frase "K lo K (que significa que es lo que es o lo que hay)" fue la que más se escuchó durante este fin de semana en la que no pocos lugareños rentaron sus casas y emigraron para evitar el bullicio que viene aparejado, como cada año, a las actividades del Salón de la Fama. Si normalmente hay bulla en Cooperstown por estas fechas, esta vez multiplícala al cuadrado. Pero la frase que más ilustra lo que sucedió entre el 22 y 24 de julio en el pequeño poblado del estado de New York la lanzó, quien sino, el tiguere mayor, David Ortiz, que dijo en uno de los tantos encuentros con los medios "Vamos a hacer un escándalo (los dominicanos) que nadie más nos aceptará por aquí". Solo le faltó dejar caer el micrófono como hiciera en una ocasión Kobe Bryant.