BARCELONA -- Neymar, lastimado en el aductor, celebra este domingo sus 31 años sin haber podido participar el sábado en la victoria del Paris Saint-Germain sobre el Toulouse que mantiene al cuadro parisino al frente de la Liga francesa, confirmado como máximo candidato a conquistar su octavo título en diez temporadas y que tiene la mirada puesta, los cinco sentidos, en la monumental eliminatoria de Champions League que iniciará en diez días frente al Bayern Múuich. Ese es el reto, el objetivo, la obsesión...
Se diría que es la razón de ser del PSG y, también, la razón por la que el astro brasileño, en agosto de 2017, fue reclutado por 222 millones de euros, el trasvase más alto de la historia del futbol, desde el Barcelona, donde dos años antes había celebrado la gloria que a partir de ahí se le ha negado un año tras otro.