El piloto neozelandés que sustituyó a Checo Pérez ha tenido el peor inicio de la historia de la escudería y su futuro depende de lo que haga en el GP de Japón
Liam Lawson vive, porque todavía no se sabe hasta donde llegue, el peor inicio de un piloto en la historia de Red Bull. El kiwi que pretendía hacer olvidar a Sergio Pérez, que clamó sin pudor que era la solución y que podía hacerlo mucho mejor que el mexicano, ahora está al borde de perder el asiento.
Tras solamente dos Grandes Premios y una Sprint en la temporada de Fórmula 1 2025, Liam Lawson no tiene un solo punto, lo cual es lo menos grave, porque eso podría hasta circunstancial, el verdadero problema es que no ha tenido una sola sesión medianamente decente.
En Prácticas ocupa los últimos lugares (P16, P17, P20 en Australia y P20 en China), mientras que las Qualys ha estado peor, al no pasar de la Q1 y quedar último dos veces en China, tanto en Sprint como carrera, con su mejor calificación en P18 de Australia.
Más allá de las tablas de posiciones, Liam Lawson no logra mantenerse en la pista. Excursiones a la grava, coches en carrera y prácticas, errores en Flying Laps y una total incomprensión de un muy, muy complicado RB21.
De acuerdo a lo declarado por los jefes de Red Bull, existe un apoyo total a Lawson, pero al mismo tiempo ya se rumora que el futuro inmediato de Liam depende de lo que haga en el próximo Gran Premio del calendario, el cual tendrá lugar en el circuito de Suzuka, Japón.
¿Bajo qué argumento Japón es tan importante para valorar el desempeño de Liam Lawson?
Por principio de cuentas, el neozelandés Liam Lawson se enfrentó en las dos primeras paradas de la temporada 2025 con pistas, prácticamente desconocidas para él. En el circuito del Albert Park de Melbourne y el autódromo Shang de Shangai fueron una pesadilla para el joven de 23 años, no las conocía, pero en Suzuka corrió en 2022 cuando compitió en la Super Fórmula.
Bajo la lógica de que en Suzuka debe mejorar, Red Bull no hace eco, al menos en público, de las críticas a Lawson, pero el propio piloto sabe que el tiempo se le agota.
“Es difícil de manejar (el Red Bull), es difícil ponerlo en la ventana (de rendimiento ideal). Me encantaría decir que eso obviamente pasará con el tiempo. Sólo que realmente o tengo tiempo de hacer eso”, dijo Lawson a los medios en China.
Liam Lawson por la boca muere
Además de sus paupérrimos resultados, Liam Lawson ahora carga con el peso de las palabras que pronunció antes de que iniciara la temporada.
“No vengo a hacer amigos, vengo a ganar”, “Es frustrante ver a pilotos que no dan resultados”, “No creo en estilos de manejo”… Estas son algunas de las frases que se le oyeron a Lawson y ahora lo persiguen.
Ni amigos, ni puntos ni nada. Liam Lawson, hasta ahora no ha hecho nada en la F1, porque se enfrenta a una realidad que subestimo o que no creyó, cuando Checo Pérez hablaba de un Red Bull muy complicado de manejar, con una ventana de puesta a punto muy complicada y hecho totalmente al estilo del piloto más rápido del equipo, Max Verstappen.
Decía Lawson, porque ahora, aunque no quiere admitirlo del todo que él no creía en coches hechos al estilo de manejo de otros pilotos. Casi, casi que si eres perico donde quiera eres verde.
Lo cierto es que los RB, desde que Max Verstappen es el piloto número uno son autos muy positivos en la parte delantera, con eje muy fijo, pero que están muy sueltos del eje trasero. Max puede jugar con ese oversteer y entre más nervioso y puntiagudo el auto en el frente, él lo hace más veloz y con él ataca las curvas y los lavaderos de forma agresiva.
Ese estilo de manejo es poco común. Normalmente los pilotos prefieren autos más balanceados entre ejes o incluso algunos que se vayan de frente, es decir con understeer (que no apuntan tan fuerte), pero que no se van de la parte trasera.
Así como sufre hoy Lawson, padecieron con el auto Daniil Kvyat, Pierre Gasly y Alex Albon, pero, en honor de la verdad, el peor de todos, hasta ahora y a menos que de pronto de un giro de 180 grados, ha sido Liam.
“Son sólo las características del coche, de la manera en que se maneja, pero obviamente si Max puede manejarlo, entonces yo debo ser capaz de hacerlo también”, dijo Lawson a los medios en Shangai.
Checo Pérez duró 90 carreras como coequipero de Verstappen. Cuatro temporadas enteras en las que tuvo momentos de crisis, pero también cinco victorias, pole tres positions y 14 carreras donde él y Max hicieron el 1-2.
El RB21 está en el peor momento del desarrollo de la línea de monoplazas que iniciaron con el RB18 y el reglamento que hizo hincapié en el efecto suelo. En un inicio, el concepto ideado por el diseñador Adrian Newey y su mano derecha Rob Marshall destruyó a la competencia, pero con la partida de Marshall a McLaren en 2023, Red Bull perdió el rumbo del desarrollo y, aunque Max Verstappen fue capaz de arrasar ese año y se campeón en 2024, el auto siguió una línea errónea que lo hizo retrasarse respecto a los coches papaya e incluso el neerlandés se quejaba de que era ‘inmanejable’.
Hoy, Liam Lawson sabe, en carne propia, lo que es tratar de andar como Verstappen en un Red Bull y su rostro descompuesto ya no denota la soberbia, confianza y autoestima que tenía cuando retaba a Checo Pérez en el GP de México o cuando fue presentado en Red Bull.
Liam Lawson es un piloto competente, pero no un fuera de serie y, por el momento, dista mucho de ser la respuesta a las exigencias del despiadado equipo Red Bull, que históricamente trunca carreras de pilotos, al bajarlos a media temporada.
La F1 es un deporte donde lo que cuentan son los resultados, lo han dicho hasta el cansancio Christian Horner y Helmut Marko, incluso el asesor austriaco lo dijo el sábado, al ser cuestionado por un grupo de periodistas sobre el desempeño de Lawson. El problema es que no ha habido ni parece haber en el horizonte un piloto que pueda hacer lo que más en el monoplaza Red Bull y el que más se paercía a eso era Checo Pérez, a quien pagaron su contrato para bajarlo en favor de Lawson.
El reportero de Sky TV, el británico Ted Kravitz cuestionó duramente a Christian Horner en China.
“¿No liquidaron a Checo Pérez para esto? El punto era que reemplazar a Checo con un piloto más rápido ¿y no es piloto más rápido?”. preguntó Kravitz a Horner en una rápida entrevista sobre el pitlane, después de la Sprint.
“Tenemos que revisar bien y darle un mejor auto mañana”, fue la respuesta muy forzada de Horner, al que no es el reportero favorito de Red Bull.
La opción de Red Bull es subir al japonés Yuki Tsunoda, que actualmente está con la equipo hermano Racing Bulls, pero eso no garantiza que los buenos resultados hechos en un equipo se repliquen en el otro.
“Nuestro coche es extremadamente difícil”, señaló Verstappen al diario holandés Telegraaf y opinó que Lawson sería más rápido en un Racing Bull, un auto más convencional.
Tal vez, Tsunoda padecería algo similar a Lawson en el asiento de Red Bull, pero él no pierde oportunidad para levantar la mano cuando se la pregunta si estaría dispuesto a la promoción.
“¿(En) Japón? Sí, 100 por ciento. El carro es más rápido”, dio sin dudar Yuki Tsunoda, cuando le preguntaron si estaría dispuesto a sustituir a Lawson en el Gran Premio de Japón del 6 de abril próximo.
Es improbable que Red Bull baje a Lawson tan sólo después de dos Grandes Premios, aunque parece muy notorio que Liam ha perdido la confianza en su manejo y está perdido en la búsqueda de una puesta a punto, simplemente no puede.
Esto no quiere decir que Lawson no pueda revertir las cosas, pero la tendencia es una espiral negativa y si se comparan sus números directamente con Tsunoda, cuando estuvieron en el mismo coche, el japonés queda mejor parado.
Ya sea antes o después de Japón, si Red Bull corta las alas de Liam Lawson el neozelandés habrá roto todos los récords de la escudería, no como soñaba, sino como el peor de los pilotos que hayan circulado con esos colores en la F1.