El Barcelona no pudo mantener a Leo Messi, apenas desembolsó dinero por incorporar a Emerson después de firmar como agentes libres a Memphis Depay, Sergio Aguero y Èric García. Y ahora, trabaja en adecuar/rebajar el salario de sus futbolistas con Gerard Piqué convertido en el primero de ellos para ayudar al club y traslada un mensaje de contención económica evidente, lastrado por una situación crítica a la que le abocó la presidencia de Josep Maria Bartomeu.
Entre todo ello se impone la necesidad de re dirigir la política deportiva de un club que pretende devolver el protagonismo a una cantera que no hace tantos años fue la clave a través de la que se explicaron sus mayores éxitos y que entiende la directiva de Joan Laporta debe volver a ser el centro neurálgico de su proyecto futuro.