En el momento más crítico del partido, los Bengals apostaron a su línea ofensiva contra la mejor línea defensiva de la liga y, previsiblemente, fallaron con el Lombardi en juego
Sí, Matthew Stafford lanzó el pase de anotación de la victoria, con menos de dos minutos por jugar en el cuarto periodo del Super Bowl LVI.
Sí, Cooper Kupp atrapó el touchdown del triunfo, su segundo del partido, en camino al nombramiento como Jugador Más Valioso del encuentro.
Sin embargo, una jugada más tarde, aunada a un montón de jugadas previas, esparcidas a lo largo del partido, probó ser la clave para que Los Angeles Rams pudieran conservar una ventaja de 23-20 sobre los Cincinnati Bengals hasta agotarse el reloj de juego, y así hacerse con el segundo Trofeo Vince Lombardi en la historia de la franquicia.
En cuarta oportunidad y 1, apenas a una yarda de haber cruzado el medio campo, Joe Burrow, quarterback de los Bengals, alineó en la formación escopeta, poniendo en movimiento al corredor Samaje Perine. En la jugada previa, una tercera oportunidad y 9, los Bengals optaron por entregarle el ovoide a Perine --y no al corredor estelar Joe Mixon-- en una carrera por el lado derecho, siendo frenado de inmediato sin ganancia. En cuarta oportunidad, y con el juego pendiendo de un hilo, los Bengals renunciaron a correr para poner el partido sobre los hombros de su línea ofensiva.
Sí, así tal cual. No, no se trataba de poner el peso del resultado en el brazo prodigioso de Burrow, sino apostar a que una línea ofensiva que ya había permitido siete capturas sobre su mariscal de campo --empatando la peor marca en la historia de un Super Bowl-- iba a darle el tiempo suficiente para encontrar a un receptor que consiguiera era necesitada yarda.
No debe sorprendernos demasiado que la apuesta fue fallida. Aaron Donald superó con facilidad al hombre que tenía la casi imposible tarea de bloquearlo, y se lanzó sobre Burrow, casi consiguiendo una octava captura. De algún modo, Burrow lanzó el balón como pudo a donde fuera, y por suerte quedó cerca de Perine, quien de todos modos no pudo atraparlo.
Ahí se acabó cualquier posibilidad de remontada para un equipo construyó su escalera hacia el Super Bowl con base en las habilidades de escapista de su pasador, jugando detrás de una de las peores líneas en la liga.
Burrow fue capturado 51 veces en la temporada regular, y 19 veces más en la postemporada, incluyendo nueve ante los Tennessee Titans en la Ronda Divisional. Claramente, no se trata de una fórmula ganadora, una realidad maquillada por el hecho de que los Bengals conseguían ganar a pesar de esos números.
La cadena se rompe por el eslabón más débil, y no había duda, de cara al partido, sobre cuál sería el eslabón más débil de Cincinnati. Donald se fue a casa con dos capturas, Von Miller se anotó otras dos, y el trío de Ernest Jones, A'Shawn Robinson y Leonard Floyd se apuntó una cada quien.
De acuerdo a ESPN Stats & Information, los Bengals terminaron el encuentro con una tasa de victorias en bloqueos para jugadas de pase de apenas 18 por ciento, la peor cifra para cualquier equipo en cualquier partido de la campaña.
"Es el mejor frente de la liga", admitió al término del partido Zac Taylor, head coach de Cincinnati, tras la derrota.
Ciro Procuna y Pablo Viruega analizan los momentos clave del Super Bowl LVI.
Dejando de lado las capturas, la cantidad de jugadas en las que Burrow se vio apresurado simplemente es demasiado para que cualquiera sobreviva. En otras palabras, los Bengals no hicieron lo suficiente para poner a su quarterback, y a su ofensiva en general, para tener éxito consistente a lo largo de todo un partido. Esa fue la razón principal por la que los Bengals iniciaron lentos el partido, y por la que no anotaron un punto en el cuarto final, a pesar de un lapso muy positivo al final de la primera mitad y al inicio de la segunda.
Sí, Stafford lanzó el pase de touchdown en las diagonales, y sí, Kupp lo atrapó. Pero el frente defensivo de los Rams encauzó y definió, desde las trincheras, la victoria de los angelinos con una actuación dominante contra la ofensiva de Cincinnati.