Los Steelers apuestan a que el ex defensivo de Commanders pueda llenar de una vez por todas el vacío que dejó la lesión a Ryan Shazier
PITTSBURGH -- Gene Chizik todavía recuerda la primera ocasión en que notó a Cole Holcomb.
Solamente unos meses después de comenzar su primera oportunidad como coordinador defensivo de North Carolina, Chizik vigilaba una rotación de linebackers durante una práctica de primavera. Cuando un casco salió volando de la cabeza de un elemento de segundo equipo, Chizik pidió al siguiente en el orden que saltara al campo.
Un delgado redshirt freshman sin beca dio el paso el frente.
Realizó una tacleada en la primera jugada. En la jugada siguiente, otra, esta vez para pérdida de yardaje.
"¿Quién es ese chico?", recuerda haber preguntado el ex coach de linebackers de UNC, John Papuchis, a Chizik por la diadema.
Para cuando el jugador de segundo equipo había recuperado su casco, Chizik le hizo señas de no ingresar. Holcomb, de apenas 195 libras en ese momento, se quedó por el resto de la serie y realizó tacleadas en tres de las siguientes cuatro jugadas.
"A veces, recibes oportunidades y las aprovechas y lo haces al máximo"; dijo Papuchis, ahora coordinador de equipos especiales y coach de alas defensivas para Florida State. "Eso es lo que inició su ascenso".
Ocho años más tarde, Holcomb dejó a los Washington Commanders para firmar un pacto por tres temporadas y 18 millones de dólares con los Pittsburgh Steelers. Es el más reciente intento por llenar el persistente hueco creado en el medio del campo cuando la carrera del linebacker Ryan Shazier acabó prematuramente gracias a una tacleada rutinaria en diciembre del 2017 que resultó en una lesión seria en la espina dorsal, dramáticamente alterando su movilidad.
Los Steelers han navegado un camino infructuoso para reemplazar a un talento generacional, firmando agentes libres como Jon Bostic, Mark Barron y Myles Jack, adquiriendo en canje a otros veteranos como Joe Schobert y Avery Williamson, y ascendiendo en el orden de selecciones del draft por Devin Bush. La organización incluso seleccionó a safeties de gran tamaño como Terrell Edmunds y Marcus Allen, de quienes esperaban una versatilidad estilo Shazier en paquetes de sustitución. Ninguno de ellos está actualmente en la plantilla, y la mayoría duró una campaña o menos en Pittsburgh.
Contando con Shazier como mentor al inicio de su carrera, quien preservaba un casillero en las instalaciones de los Steelers antes de retirarse de modo oficial en diciembre del 2020, Bush mostró promesa hasta que una rotura de ligamento anterior cruzado descarrilara su trayectoria, y la organización declinó su quinto año de contrato opcional.
Nunca habrá otro Shazier, y los Steelers insisten en que no buscan a un reemplazo idéntico.
"Ryan se fue desde hace tiempo", compartió el head coach de los Steelers, Mike Tomlin. "No sé si estamos tomando decisiones con referencia en Ryan".
Pero, las acciones del club resaltan la importancia de la posición, una con una rica tradición que se remonta a los días de la "Steel Curtain", y del miembro del Salón de la Fama, Jack Lambert.
Cada posición posee sus propios desafíos, pero alinear como linebacker interno en la defensiva de Tomlin requiere de un conjunto específico de habilidades. No es suficiente ser un golpeador que corre cuesta abajo, o un halcón de balón en cobertura. Su linebacker interno ideal debe hacer ambas cosas, al tiempo que necesita ser un comunicador rápido y efectivo. Shazier era todas esas cosas.
"Tanto de la posición tiene que ver con calidad intangible, liderazgo, comunicación y cosas de esa naturaleza", explicó Tomlin durante las reuniones de los propietarios en marzo. "Probablemente suma a la complejidad de adquisición de talento. Pienso que ese es el mejor modo de describirlo".
El desfile de soluciones a corto plazo de los Steelers desde la lesión que acabó con la carrera de Shazier demuestra la rareza de esa combinación, una que algunos evaluadores de talento en la NFL piensan es cada vez más rara, con el juego colegial favoreciendo las formaciones abiertas y el estilo fino.
Linebackers que dan el salto desde la universidad a la NFL ahora podrían poseer la velocidad requerida para desempeñarse en la posición, pero podrían carecer de los instintos de otras generaciones, afinados en un sistema colegial que se parecía más al estilo físico de juego de los profesionales.
"El conjunto de habilidades, fundamentos y técnicas se deterioran", dijo un coach defensivo a ESPN. "El fútbol americano está empeorando de ese modo, porque se está convirtiendo en baloncesto sobre pasto. Está perdiendo la dureza y violencia del juego ... [el linebacker medio] está siguiendo el camino de los búfalos".
El jugador que desea nlos Steelers se está extinguiendo, y los pocos unicornios que quedan --como Bobby Wagner, Roquan Smith, C.J. Mosley-- llegan con la clase de precio premium que típicamente no pagan los Steelers en la agencia libre. Y, por la evolución del juego colegial, no hay muchas opciones listas para alinear tras reclutar.
Eso deja a los Steelers con dos opciones viables: reclutar a jugadores a quienes creen que pueden moldear en su estilo de linebacker interno, o firmar a agentes libres de un estrato inferior al de los jugadores de élite mediante un contrato más amigable con el equipo.
En el último par de campañas, los Steelers han elegido hacer las dos cosas. No solamente ficharon a Holcomb y Elandon Roberts en la agenci alibre, sino el año pasado seleccionaron a Mark Robinson, un corredor convertido, en la séptima ronda como proyecto a desarrollar. Este último movimiento empezó a pagar dividendos cuando Robinson se colocó por delante de Bush en la rotación para los dos partidos finales de la campaña.
"Es difícil comparar a esos tipos con Shazier, honestamente", dijo el gerente general de los Steelers, Omar Khan, durante las reuniones de propietarios. "Tomamos a Shazier al inicio de la primera ronda, e hizo grandes cosas para nosotros. Pero, nos sentimos bien acerca de ambos [Holcomb y Roberts] siendo bien redondeados. Diría que no he conocido a un linebacker medio todavía, que no cree ser un jugador de tres intentos".
Después de la primera ola de agencia libre, Robinson fue el único jugador que se mantuvo en la posición de la campaña del 2022. Los Steelers reemplazaron a Jack, Bush y Robert Spillane con Holcomb y Roberts. También podrían seleccionar a otro elemento joven, o hallar alguien entre sus opciones bajo el radar que ya están en plantilla, como el ex recluta de séptima vuelta de los Giants, Tae Crowder, quien fue firmado a la plantilla activa de los Steelers después de un fugaz paso por la escuadra de prácticas el año pasado.
"Me gusta su estilo de juego", expuso Tomlin de Roberts y Holcomb. "Simplemente son veteranos que son capaces de jugar. E-Rob, he estado muy familiarizado con él desde que salió de Houston. Estuvimos allí durante su pro day y simplemente nos gustó su actitud de juego, y eso no ha cambiado a lo largo de los siete años que lleva su carrera ... Holcomb es un tipo atlético. Puede correr, puede llegar a las cosas. Ha armado un cúmulo de trabajo bueno en Washington".
De los dos, el más cercano a un elemento de antaño, capaz de hacerlo todo, es Holcomb.
"Lo que le separa es que siempre ha tenido grandes instintos", reveló Chizik de Holcomb. "Pienso que cuando miras a los linebackers ves esas posiciones, pienso que requiere cierta cantidad de instintos. Y pienso que los grandes los tienen, y nos encantaría decir que se pueden enseñar, pero no podemos enseñar instintos ... Él posee instintos, posee habilidades de balón. Si se mantiene sano, no veo razones por las que no pueda ser un linebacker de tres intentos. Sería complicado sacarlo del campo".
Un jugador que llegó a UNC sin beca, convertido en recluta de quinta ronda, Holcomb no comparte --ni cerca-- el mismo currículo que el ex recluta de primera vuelta Shazier, pero su ética de trabajo y velocidad le dan un aire de vieja escuela que codician los Steelers.
Como Shazier, Holcomb carecía del tamaño ideal durante su primer año universitario, pesando menos de 185 libras cuando arribó a Chapel Hill. Un safety convertdo, Holcomb rápidamente llamó la atención con númeos increíbles en el gimnasio --incluyendo un power clean de 400 libras-- y generó músculo. Para cuando Chizik arribó a UNC a tiempo para el juego de primavera del 2015, Holcomb ya pesaba más de 200 libras.
Luego de ver la mayoría de sus jugadas como elemento de rotación a la defensiva y en equipos especiales durante su temporada de redshirt freshman, Holcomb se ganó un puesto titular --y una beca-- al tiempo que cazaba su velocidad innata con una carrocería de 6 pies 1 pulgada y 235 libras. Un jugador versátil, Holcomb jugó por dentro y por fuera, y terminó su carrera universitaria con 327 tacleadas, 12 pases defendidos y cuatro balones sueltos forzados. No fue suficiente para ganarse una invitación al Combinado de Talento de la NFL, y en lugar de eso, brilló durante el pro day de UNC con un tiempo de 4.48 segundos en las 40 yardas.
Washington lo seleccionó en la quinta ronda del draft del 2019 y rápidamente lo puso a trabajar como titular de tiempo completo. Forzó tres balones sueltos y se anotó 105 tacleadas en su campaña de novato, y lideró a Washington con 142 tacleadas en el 2021. Antes de que una lesión en el pie abreviara su temporada del 2022, Holcomb iba camino a una campaña de destape con 69 derribos en siete partidos, liderando al club. Holcomb también portó el punto verde en el casco para los Commanders, y estaba destinado a convertirse en uno de los líderes de una joven defensiva.
Aunque Holcomb acumula tres intercepciones de por vida --incluyendo una devuelta para touchdown del 2021-- la mayor crítica en su contra en su efectivad contra el pase. Mientras que Shazier, quien también era un fijo en los paquetes de sustitución de los Steelers, logró siete intercepciones de por vida, incluyendo tres en cada una de sus dos campañas finales, Holcomb no es tan productivo en situaciones de pase. Aun así, aquellos que tenían asiento de primera fila para el desarrollo de Holcomb no creen que esa área de su juego sea deficiente.
"De hecho, le pedimos hacer muchas cosas diferentes", reconoció Papuchis. "Muy pocos linebackers van a ser tan fluidos como backs defensivos en términos de sus capacidades en cobertura. Pero, yo nunca sentí que él fuera un riesgo. Y, siempre pensé que el comprendió cómo ponerse en posición para compensar cualquier debilidad potencial que pudiera existir allí".
Con tanto tiempo antes de la campaña del 2023, no Tomlin está revelando el modo en que empleará a Holcomb y a los otros linebackers internos. Holcomb podría ser el linebacker de tres intentos que ha eludido a los Steelers por años. O, ese carrusel podría seguir girando.
"Simplemente, estamos intentando mejorar continuamente", declaró Tomlin, "y no vamos a ser tímidos al hacerlo".