Echamos un vistazo al quarterback de Kentucky, quien proyecta para la parte alta de la primera ronda
ESTAMOS EN EL PRO DAY de Will Levis en la Universidad de Kentucky, donde la velocidad de sus pases y sus bombas de 70 yardas acaparan la atención. En head coach de los Tennessee Titans, Mike Vrabel, está en Lexington; Frank Reich, recientemente contratado como head coach de los Carolina Panthers, carga un vaso de café de Dunkin' Donuts muy cerca. Pete Carroll, mandamás de los Seattle Seahawks está también presente.
Todos están observando a Levis jugarse lo que nunca se ha jugado en su carrera, y a pesar de todo, el quarterback irradia calma.
En el pesado maratón de pruebas previo al draft de la NFL, Levis --de 6 pies con 4 pulgadas y 230 libras-- va en la milla 25. Desde el 2021-2022, fue uno de cinco pasadores en las conferencias del Power-5 con un porcentaje de pases completos de al menos 61 por ciento y 22 touchdowns por pase contra carga. "Si pudieras dibujar a un quarterback de NFL", resaltó el analista de draft para ESPN, Mel Kiper Jr., alguna vez, "él es el tipo". Pero, el chico también se ha visto perjudicado por inconsistencia, incluyendo preocupaciones acerca de su precisión en lanzamientos de toque, y un montón de entregas de balón. Culminó su carrera colegial con un Total QBR de 66, lo que le ubicaría como el sexto más bajo para cualquier quarterback de la FBS en ser seleccionado dentro del Top-10 en los últimos 15 drafts.
Así que, dependiendo a quién se le pregunta, es o un quarterback franquicia o un fiasco monumental.
El brazo de Levis lo llevó desde la oscuridad de una preparatoria en el centro de Connecticut como recluta de tres estrellas y el quarterback N° 35 en el 2018 hasta el fútbol americano universitario del Power-5, en Penn State y Kentucky. No posee el currículo de Bryce Young, el sostenido dominio estadístico de C.J. Stroud ni las heroicas historias de Anthony Richardson, aunque todos ellos cargan con sus propios peros: el tamaño de Young por debajo de los 6 pies; la aparente falta de movilidad de Stroud; los problemas de precisión de Richardson.
Lo que sí posee Levis, y aquello por lo que las franquicias hipotecan sus futuros todos los meses de abril, es un atractivo quizás.
En cuatro días, se espera que pise un escenario en Kansas City y pose junto a Roger Goodell al tiempo que una franquicia de miles de millones de dólares apuesta en él. Seguramente, se le preguntará si todavía desea tomar su café con mayonesa o comer los plátanos con cáscara (ya no lo hace), o si todavía observa "Scarface" antes de los grandes juegos (a veces).
"La gente puede decir lo que quiera, estoy seguro de que recibiré algunos abucheos en el escenario", admitió Levis. "Pero, ¿a quién le importa lo que piense la gente? Quien sea que me seleccione, voy a hacer lo posible por ser su quarterback franquicia, dominar esa ofensiva, probar que soy el elegido".
La proyección de quarterback está repleta de quizás, hubieras y pudieras. Por cada Josh Allen hay un Josh Rosen, por cada Peyton Manning, un Ryan Leaf. El interminable castigo de la NFL podría devorarlo, o podría ser él quien lo devore todo. Pero, en Lexington, en marzo, Levis parece en paz.
Todo lo que debe hacer en el momento, es respirar, retroceder, y dejar volar el balón.
SI PREGUNTAN A los padres de Levis, Mike y Beth, el caos siempre parece haber encontrado a su hijo. Eso incluye el día en que tomó sus exámenes académicos para ingresar a la universidad.
Will estaba en ruta a tomar el examen en su escuela, Xavier High, en Middletown, Connecticut.
"Está sobre la Ruta 9, saliendo de la rampa, el cauto se patina y termina en medio de la separación de carriles, quizás a un cuarto de milla de la escuela", relató Mike desde su soleada cocina en la costa de Connecticut.
Will no sufrió daños, pero el carro quedó inservible. Marcó a sus padres, consiguió una grúa, y luego corrió por la calle.
"Corre a la escuela, ingresa --no menciona a nadie lo sucedido-- y luego toma las pruebas y sale excelente", dijo Mike. "El vigilante dijo, 'Nunca lo hubiera adivinado'. [Will] simplemente evaluó la situación: estoy bien, el auto estará bien, los exámenes son lo más importante".
Desde el 2021 al 2022, fue uno de cinco pasadores en las conferencias del Power-5 con 17 triunfos, al menos 5,000 yardas por pase, 40 touchdowns por pase y un porcentaje de pases completos de al menos 65 por ciento, y lo logró mientras obtenía una maestría en finanzas. Obtuvo su título con un GPA de 3.97 GPA, en Penn State en tres años.
"Todavía no logra quedarse quieto", dijo Beth, una miembro del Salón de la Fama de la Connecticut Girls' Soccer Coaches Association y elegida delantera All-Ivy League en el equipo femenino de Yale.
"Le marqué anoche", añadió Mike. "Dice, 'Oh, acabo de finalizar un buen día de 13 horas'", con Jordan Palmer, el mentor de quarterbacks que afinó a Josh Allen, Patrick Mahomes, Joe Burrow y Trevor Lawrence, y con quien Levis pasó ocho semanas en California aprendiendo. "Pizarrón, preparación de entrevistas, entrenamiento físico, alimentación. No hay casualidades con Will".
Una vez involucró a un equipo de preparatoria en un debate filosófico, cuando escribió "¿Está mojada el agua?" en la pizarra del vestidor. Las discusiones duraron semanas.
"[Will] puede pinchar al oso, o convertirse en el líder", señaló Andy Guyon, head coach de Levis durante su último año de preparatoria.
"Amo los acertijos psicológicos, no respuestas de sí y no, pero respuestas que requieren razonamiento, un buen inicio de conversación, romper el hielo", comentó Levis. "Simplemente ver cómo funciona la mente de las personas. ...
"Mi mente siempre necesita ser estimulada de alguna manera. Me encantan los acertijos".
Sabía que deseaba intentar resolver algunos al siguiente nivel, destrozando a las mejores defensivas del fútbol americano colegial. Pero, debía combatir un estigma.
"[Coaches] ni consideran a Connecticut como buen fútbol ameriano", dijo el head coach de juveniles de Levis, Travis Meyer.
Solamente un quarterback nacido en Connecticut posee más de 200 intentos de pase en la NFL, de acuerdo a Pro-Football Reference: Dan Orlovsky, ahora analista para ESPN.
"No éramos realmente versados en el mundo del reclutamiento colegial", dijo Mike. "Cuando nos conectamos en línea y vimos [cuán pronto llegaban las ofertas], nos quedamos como, 'Vaya, vamos un poco retrasados'".
Levis asistió a campamentos, pero las ofertas de beca no arribaron hasta justo antes del inicio de su temporada final: Central Michigan, Cincinnati, Florida State, Iowa, North Carolina, Ole Miss, Dartmouth, Columbia, Harvard y, sí, Yale, entre otras. Sus piernas y un tiempo de 4.69 segundos en las 40 yardas lo hicieron atractivo para el head coach de Penn State, James Franklin, y Levis hizo el salto.
Después de su primera campaña con los Nittany Lions, según los padres de Levis, el entonces coordinador ofensivo Ricky Rahne y Franklin dijeron a Levis que tenía el talento para ser un recluta de primera ronda, pero necesitaría dos años como titular, mínimo. Siguió como suplente de Sean Clifford, lanzando apenas 102 pases en dos campañas.
"Sabe cómo adaptarse dondequiera que esté", explicó Guyon. "Entiende: ¿Qué se requiere de mí en esta situación?".
Para comenzar, sabía que necesitaba marcharse.
CON CLIFFORD SOLAMENTE un año arriba de él, Levis se graduó anticipadamente e ingresó al portal de transferencias en el 2021. Kentucky y el head coach Mark Stoops estaban determinados a no dejar que se les escapara.
"No me importa si miré las cuatro o cinco repeticiones de calidad que llevaba a nivel Power-5", expuso Stoops. "Sabía después de ver ese brazo, yo lo quería en nuestro equipo".
Cuando arribó Levis, sus nuevos compañeros no estaban seguros si era el quarterback del que les habían hablado, o un linebacker.
"Lo vimos lanzar el ovoide algunas veces durante el campamento, y nos quedamos como, 'Oh, tiene un cañón absoluto pegado en el lado derecho de su cuerpo'", manifestó Eli Cox, el centro titular para Kentucky en el 2022. "Cuando los chicos vieron eso, se quedaron como, 'Este tipo puede hacer lo que quiera en la ofensiva. Podemos estirar el campo 80 yardas con un pase'".
Fue votado capitán apenas a semanas de su llegada.
"Algunas de las cosas que hacía en el gimnasio, vaya", dijo el receptor abierto Dane Key, quien atrapó seis pases de touchdowns de Levis en el 2022. "V i tres discos allí una vez, quería levantar 275 [en el bench press] ... en una semana de juego. Los coaches de fuerza se quedaron como, 'Will, no puedes hacer eso. Vamos contra Florida mañana'".
Pero, levantar los 275 fue lo que hizo, luego se puso a ver "Scarface" para animarse antes de liderar a los Wildcats a una victoria de 26-16 sobre Florida.
Fue un partido de altibajos para Levis: corrió para touchdown de 1 yarda después de lanzar una bomba de 55 yardas para Key, pero también completó apenas el 54 por ciento de sus pases y una captura por el lado ciego se convirtió en una intercepción a mediados del segundo periodo.
De los quarterbacks del Power-5 con menos de 800 retrocesos de pase desde el 2021, solamente Garrett Shrader de Syracuse y Hendon Hooker de Tennessee fueron capturados con mayor frecuencia que Levis --"No teníamos experiencia en la línea ofensiva", acotó Stoops-- pero las 23 intercepciones de Levis empataron la quinta mayor cantidad para cualquier pasador de la FBS a lo largo del último par de campañas.
"Lancé demasiadas entregas de balón", dijo Levis de su tiempo en Kentucky. "Miras el video, intercepciones en las estadísticas. Pero, siento que fui un pasador eficiente, un quarterback eficiente en la mayoría, si no es que en todos los partidos en que participé".
De los 18 quarterbacks seleccionados en la primera ronda desde el 2018, solamente uno tuvo más del 3 por ciento de sus pases colegiales interceptados: Josh Allen. Eso cambiaría con Levis (3.4 por ciento) y Richardson (3.8 por ciento).
Después de su pro day, Levis habló de que su trabajo de pies --a lo que atribuyó su proclividad a las entregas de balón-- fue un área de gran énfasis durante su tiempo con Palmer. "[Trabajamos en] simplemente moverme de manera eficiente, ser capaz de salir de un engaño o un movimiento, lanzar fuera de plataforma de modo en que puedes entregar el ovoide de una manera más consistente", dijo a David Carr de NFL Network. "Muchas veces cuando fallo pases, no estoy haciendo eso".
Levis se perdió tiempo o jugó con lesiones de pie, dedos de la mano y hombro en el 2022.
"En contra Ole Miss, fue tacleado y se dislocó un dedo", recordó Cox. "Me quedé como, '¿Necesito entrar a jugar con otro quarterback?'". Levis se levantó, vio el dedo medio de su mano izquierda doblado en la dirección opuesta --imagen que de inmediato se volvió viral-- y salió trotando. Estaba furioso, pero no por el dedo; había sido penalizado por lanzar intencionalmente al suelo en la zona de anotación, un safety. Los preparadores físicos colocaron el dedo en su lugar, lo mismo que harían dos semanas más tarde con un hombro izquierdo dislocado, y Levis volvió. Kentucky perdió 22-19.
"Probablemente, la peor jugada de mi carrera colegial", notó Levis. "No me deshice del ovoide en tercera y largo, entregué un safety, me rompí ligamentos y me lastimé el pie, todo en la misma jugada. Pero, no iba a no salir en la siguiente serie. ... Mientras los preparadores digan que estoy bien, voy a jugar. Debes adaptarte a esas situaciones".
Los bonos de draft de Levis cayeron de un estelar 2021 (uno de tres pasadores de escuelas del Power-5 con al menos 350 yardas terrestres, 2,800 yardas por pase, un porcentaje de pases del 66 por ciento y más de 30 touchdowns totales) a un menos inspirado 2022 (uno de cuatro pasadores del Power-5 capturado al menos 30 veces con doble dígito de intercepciones). Pero, Levis solamente logró cuatro juegos en el 2021 donde su índice de eficiencia como pasador estuvo sobre 150; en el 2022, logró siete.
Los observadores de la NFL siguen divididos con respecto a cuál versión es consistentemente él.
"Hubo simplemente tanta presión sobre él, todos pensando que sería el primer recluta global", estimó un director de personal de la NFL hablando bajo condiciones de anonimato. "Tuvo recambio en la posición de coordinador ofensivo, un dedo del pie fracturado, hombro lastimado ... presionado por ocasiones. Es tan inteligente, tan dotado, tan consciente de las cosas, que se presiona demasiado".
EN LAS SEMANAS QUE siguieron al Combinado de la NFL, Derek Carr aterriza en New Orleans al tiempo que Aaron Rodgers emerge de su retiro en total oscuridad para anotarse con los New York Jets. Las Vegas, a menudo vinculados con Levis, entregan a Jimmy Garoppolo 45 millones de dólares garantizados. Los Carolina Panthers cierran un canje para ascender al primer turno global, y firman a Andy Dalton por dos temporadas. Lamar Jackson, Jugador Más Valioso de la NFL en el 2019, sigue sin resolver su disputa contractual.
Levis --antes y después de Indianapolis-- parece no inmutarse. "Donde sea que termine, es donde terminaré", dijo en enero. Voy a atesorar cada momento de este proceso".
Pero, antes de todo eso, se presta al juego en Indy. Se reúne con Tampa Bay, Las Vegas, Houston y Minnesota, ese último equipo dándole un balón para sostener mientras habla. "No sé si querían ver el tamaño de mi mano", bromea, aunque sus manos de 10 pulgadas con 5/8s son de las más grandes en la historia del Combinado para un quarterback.
Sube al podio y dice que su ofensiva estilo profesional en Kentucky le da una ventaja sobre otros quarterbacks. Charla sobre cómo estudio la elusividad en el bolsillo de Joe Burrow y cómo Josh Allen --su más consistente comparación profesional, aparte de Matthew Stafford-- pisa la delgada línea entre ser tenaz y ser temerario. Hace bromas respecto a la mayonesa en el café y enlista sus frutas favoritas: "Piña, clementina --inesperado-- y tengo que decir manzana".
A Levis se le pregunta por qué lanzará en el Combinado con tanto en juego. Su respuesta --"Tengo un cañon y lo necesito presumir"-- y la sonrisa quedan inmortalizados como memes.
El consenso es que será el tercero o cuarto pasador seleccionado.
"Las herramientas están todas allí", dice un scout de área, hablando bajo condiciones de anonimato. "Necesita frenar. Se nota que estaba tan tenso [en Kentucky porque] no recibió gran ayuda. Pero, realmente puede lanzar. Necesita un lugar que sea estable, que le permita aprender por algún tiempo, antes de lanzarlo allá afuera. Las cosas en las que tiene que trabajar se pueden arreglar, pero necesita la situación adecuada".
A Levis se le pregunta si se ve ganando Super Bowls, y lo que espera convertirse. Sus ojos se iluminan.
"Quiero ser el más grande de todos los tiempos".
Esta vez, no hubo sonrisa para meme.