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Micah Parsons compara a defensiva de Dallas con manada de leones

El defensivo de apenas tercer año ha mostrado la madurez necesaria para liderar a los novatos Mazi Smith, DeMarvion Overshown y Viliami Fehoko

Micah Parsons, estelar en la defensiva de los Dallas Cowboys, comparó este miércoles la línea que lidera en su equipo con un reino salvaje que no se preocupa por la fuerza de los rivales que enfrentará en la temporada 2023 de la NFL.

"Si vas a un safari ves a los autobuses que se detienen frente a los leones y el león nunca se inmuta. ¿Por qué? Porque son los reyes. No se van a estremecer. Por favor, vengan a visitarnos. Son más que bienvenidos", retó el líder en capturas de quarterbacks de los Cowboys en 2022, con 13.5, y en 2021, con 13.

Parsons, quien pesaba 111 kilogramos el año pasado, se propuso llegar a 115.6 para el inicio de la temporada que arrancará en septiembre próximo con lo que espera contar con un mayor poder de penetración y mantenerse como una pesadilla para los pasadores rivales.

Actualmente el nacido en Harrisburg, Pensilvania, hace 24 años, pesa 112.4 kilogramos y espera lograr su objetivo en el campamento de verano de los Cowboys que arrancará el próximo 26 de julio.

"Estoy bien con sentirme incómodo. Así es como evolucionas. Se trata de estabilidad, fortalecer las articulaciones, las rodillas, los hombros, para que todas las lesiones persistentes no se produzcan. Estoy tratando de mantenerme lo más saludable posible", detalló el dos veces seleccionado al Pro Bowl.

A pesar de que el defensivo vivirá apenas su tercer año en el equipo dirigido por el entrenador en jefe Mike McCarthy, ha mostrado la madurez necesaria para liderar a los novatos Mazi Smith, DeMarvion Overshown y Viliami Fehoko.

"No quieres ponerles demasiada presión. Tienes que entrar y hacer lo tuyo, ponerte en sus zapatos y enseñarles a ganarte tu estrella. Realmente todo se reduce al esfuerzo, la tenacidad y ser feroz", explicó.

"No vas a hacer todas las jugadas, pero puedes hacer una jugada simplemente corriendo. Esa es la clave. Una vez que empiezas a correr, el juego se ralentiza y empiezas a crecer y aprender de tus errores", concluyó Parsons.