El defensivo de Browns tiene el camino llano rumbo a una marca de NFL
Antes de que la NFL decidiera tomarse en serio el conteo de las capturas en 1982 —porque aparentemente alguien cayó en la cuenta de que tumbar mariscales sí importaba— ya existían auténticos depredadores rondando los emparrillados: Deacon Jones, Jim Marshall, Ed “Too Tall” Jones, Ted Hendricks y compañía.
Tipos que no solo vivían en el backfield ofensivo, sino que prácticamente inventaron lo que hoy llamamos pass rush.
No son nostalgia barata. Fueron reales, dominantes, temidos. Pero tampoco podemos escondernos detrás del pasado: nada de eso le quita mérito —ni relevancia histórica— a lo que está haciendo Myles Garrett esta temporada.
Porque lo de Garrett ya no entra en la categoría de “gran campaña”. Lo suyo es una anomalía estadística con hombreras.
Desde 1982, cuando comenzaron los registros oficiales, solo tres hombres han alcanzado la cima absoluta:
Michael Strahan — 22.5 sacks (2001)
T.J. Watt — 22.5 sacks (2021)
Jared Allen — 22.0 sacks (2011)
Debajo de ellos yace el cementerio de quarterbacks más selecto de la historia moderna: Reggie White, Lawrence Taylor, Mark Gastineau, Chris Doleman, Derrick Thomas, Justin Houston, Aaron Donald, J.J. Watt… auténticos monstruos del oficio.
Y ahora, en el puesto 19 de todos los tiempos, aparece un nombre que está reescribiendo el presente: Myles Garrett — 19.0 sacks en 2025… y contando. Aquí es donde la historia deja de ser un homenaje… y se convierte en advertencia.
Myles Garrett no solo está en la lista, está persiguiendo el récord con cinco partidos por delante y un calendario que parece escrito a su favor:
Titans — 48 sacks permitidos (una línea hecha con cinta adhesiva).
Bears — 19 (más sólida, pero no impenetrable).
Steelers — 22 (guerra divisional, pura trinchera).
Bills — 28 (protección tipo montaña rusa).
Bengals — 25 (inestables, sobre todo en el interior).
Si la NFL quiso diseñar un guion perfecto para que un pass rusher tenga una oportunidad real de hacer historia, es este.
Y lo más irónico: lo está logrando mientras juega en uno de los peores equipos de la liga. Los Browns —para desgracia de sus aficionados y de su propio legado— siguen siendo un barco a la deriva, atascados en una temporada para el olvido. Un equipo que no compite, que no responde… salvo por un hombre.
En medio del caos colectivo, Garrett se mantiene como una fuerza imparable, una rareza, un meteorito defensivo que compite contra la historia aun cuando su equipo no compite con nadie.
Y recordemos: no es cualquier época para un defensivo.
Los quarterbacks son más móviles.
Las ofensivas sueltan el balón en 2.5 segundos.
Las reglas protegen al pasador como si fuera patrimonio de la humanidad.
Los árbitros lanzan pañuelos por respirar cerca del casco.
Deacon Jones registró —de forma no oficial— 26 sacks en 1967. Monstruoso. Legendario. Brutal.
Pero Myles Garrett está persiguiendo 22.5 sacks oficiales en la peor era posible para un cazador. Una era donde todo conspira en su contra… y aun así domina, rompe dobles bloqueos, colapsa bolsillos y juega como si la física no tuviera jurisdicción sobre él.
Esto no es normal. No es común. No es simplemente una buena temporada. Es historia en tiempo real.
Y esa historia la puedes seguir por ESPN y Disney Plus, el líder mundial en deportes, con todos los partidos rumbo al Super Bowl.
Así que si Strahan y T.J. Watt escuchan pasos detrás de ellos…no son fantasmas del pasado.
Es Myles Garrett acelerando, incluso desde un equipo que se cae a pedazos.
