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Retiros prematuros complican reclutamiento actual en la NFL

INDIANAPOLIS -- Cuando el gerente general de Los Angeles Rams, Les Snead, evalúa jugadores, hay una variante que debe considerar cada vez más.

¿Cuánto tiempo querrá jugar este muchacho?

"Es un tipo de corriente nueva", consideró Snead. "Hemos discutido en los cuarteles cómo predecir eso, lo cual probablemente es complicado".

Históricamente, la mayoría de los jugadores de NFL se retiran por obligación: ya no los quieren firmar. Aunque esa sigue siendo una realidad, un número alto de jugadores se han marchado de forma voluntaria incluso cuando hay interés en su desempeño.

El año pasado, varios jugadores jóvenes se retiraron del fútbol americano. Algunos citaron preocupación por su salud o falta de impetu para jugar. El apoyador de los San Francisco 49ers, Chris Borland, se retiró a los 24 años. El ex mariscal de campo de los Tennessee Titans, Jake Locker, se marchó a los 26. El corredor de los Seattle Seahawks, Marshawn Lynch, se fue después de nueve temporadas pero tiene solo 29 años. El receptor abierto de los Detroit Lions, Calvin Johnson, está contemplando el retiro a los 30, no obstante que sigue siendo crucial en la ofensiva.

Eso genera confusión en los equipos. Aunque siempre han querido jugadores enamorados del fútbol americano, ahora hay una variable más a considerar en el retorno de la inversión.

"Hacemos muchos análisis físicos", sostuvo el gerente general de los Jacksonville Jaguars, Dave Caldwell. "Traemos psicólogos para que hablen con los jugadores. Mucho de eso depende de dónde invertirás en el jugador. Si es una selección de séptima ronda o un Top 5. Y probablemente tienes más tiempo en las selecciones altas, para asegurarte que están comprometidos y esperas que lleguen a un segundo contrato".

Las preocupaciones médicas han tomado un rol más grande. Cuando Borland se retiró, le dijo a ESPN que estaba inquieto por su condición cerebral. Los jugadores actuales cuentan con más información sobre el impacto de los traumas cerebrales que sus predecesores.

Y el trabajo de reclutamiento no garantiza la revelación de qué pensará un jugador tras varias temporadas de NFL, o cómo cambiará su perspectiva sobre una carrera larga.

"Pienso que de vez en cuando te vas a topar con esos jugadores", dijo el gerente general de los Seahawks, John Schneider. “Borland, si reclutaste a Borland [...] es uno de esos jugadores que hubiese roto paradigmas en términos de pasión y deseo por ser grande. Lo más difícil del reclutamiento es que nunca sabes realmente qué hay en el corazón de alguien".

Ese siempre ha sido un tema hasta cierto grado, consideró el gerente general de los Houston Texans, Rick Smith. El amor al juego es un intangible difícil de descifrar.

"Le puedes preguntar sobre su ética en la sala de pesas, en la de clases, cuánto estudia, cuánto se prepara", enlistó Smith. "Hay comportamientos que puedes buscar y te dan la capacidad de intentar predecir. Pero al final del día, es una sensación cuando charlas con otra persona y la ves a los ojos y hablan de deporte".

No es un deporte que se acomode para todos, pero es uno que le puede permitir a un jugador talentoso ganar millones con rapidez. Eso puede crear estabilidad al largo plazo si se maneja apropiadamente y reduce la necesidad de aferrarse a la liga.

"Algunas personas lo adoran más otras", dijo Snead. "Para unos, es su identidad aunque se trate de un trabajo. Y durante el proceso de entrevista te das cuenta de eso. Porque esos muchachos, adivina qué, usualmente van a jugar y jugar y jugar hasta que los eches. Cuando se les acabe, podrían ser coaches. Podrían llegar a las oficinas cuando se den cuenta que no pueden vivir sin el deporte".

Desde una perspectiva de franquicia, ese es el jugador ideal.