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Los Redskins viajan a Londres repletos de cuestionamientos

ASHBURN -- Los problemas de Matt Jones para cuidar el ovoide no son lo único que desean corregir los Washington Redskins antes de volver a jugar.

Aun así, los sufrimientos de Jones con los fumbles recibirán mucha atención hasta que Washington (4-3) alinee frente a los Cincinnati Bengals (3-4) en Londres el próximo domingo.

"No puedes poner el ovoide sobre el pasto, como corredor. Esa es la regla N° 1. Así que es algo que debemos atender y ver como equipo", dijo el entrenador en jefe de los Redskins, Jay Gruden, este lunes. "Comprende la magnitud de soltar el balón. Si no lo hacía, lo hace ahora. Digo, debe saberlo ahora".

Durante la derrota por 20-17 del domingo frente a los Detroit Lions, acabando la racha de cuatro triunfos consecutivos de Washington, Jones perdió un balón suelto en las diagonales durante el primer cuarto. El corredor y el mariscal de campo Kirk Cousins tuvieron otro par de intercambios que no funcionaron, Washington recuperó uno y Detroit el otro.

Cada una de las entregas de balón condujo a puntos para los Lions.

"Simplemente nos disparamos en el pie", explicó Gruden.

El entrenador en jefe hace parecer que Jones --un jugador de segundo año que lidera a los Redskins con 99 acarreos y 460 yardas terrestres-- podría perder algunos de sus toques a favor de Chris Thompson y el novato Robert Kelley.

Thompson, a menudo utilizado como corredor de tercera oportunidad, tuvo 12 acarreos para 73 yardas el domingo, junto a siete recepciones para 40 yardas. Kelley corrió cuatro veces para 15 yardas y atrapó un pase de 1 yarda de anotación. Jones solamente acumuló 10 acarreos para 27 yardas.

Gruden describió el número de jugadas de Thompson, "un gran número para él".

El coach también dejó en claro: "No vamos a darnos por vencidos con Matt. Simplemente debemos cerciorarnos de que protege el balón".

Con toda certeza, los Redskins tienen otros temas que deben limpiar.

Dustin Hopkins erró un gol de campo de 45 yardas que golpeó el poste horizontal.

La línea ofensiva fue inefectiva por momentos.

La defensiva fue básicamente inexistente en el minuto final, cuando Matthew Stafford condujo a Detroit 75 yardas en los 49 segundos finales para la anotación de la ventaja, un pase de 18 yardas para Anquan Boldin con 16 segundos por jugar.

"Simplemente dejé que se me escapara esa", admitió el apoyador de los Redskins, Ryan Kerrigan.

Gruden admitió que posiblemente los Redskins debían aplicar mayor presión sobre Stafford en la posesión que definió el juego, incluyendo atacar con más de tres en la jugada del touchdown.

Esa, y otras interrogantes, le ocuparán esta semana.

"Debemos sacarnos este sabor de la boca", sentenció Gruden.