EDEN PRAIRIE -- El quarterback de los Minnesota Vikings, Sam Bradford, dijo que la lesión sufrida a la rodilla izquierda durante la Semana 1 no fue resultado directo de contacto.
"Sentí cuando sucedió", dijo Bradford. "Honestamente no pensé que fuera algo tan serio, y conforme avanzó el partido, empezó a sentirse un poco peor y un poco peor. Desperté el martes, y simplemente no se sentía muy bien".
Bradford dijo que ha recibido una indicación clara respecto al diagnóstico de la lesión, pero no elaboró sobre la severidad.
Bradford se vio limitado en la práctica de la semana pasada y fue desactivado para el juego que terminó en derrota para Minnesota por 26-9 ante los Pittsburgh Steelers luego de someterse a un calentamiento ligero previo donde intentó determinar si su rodilla respondería para jugar el partido.
"Realmente sólo tratando de descifrar si me podía mover, cuáles eran mis limitaciones, si iba a ser capaz de salir allá y hacer lo necesario para jugar como quarterback y moverme y protegerme", explicó. "Esperaba que me fuera a sentir mejor luego de descansar el sábado sin hacer demasiado. El domingo simplemente no me sentí bien. No estaba listo para jugar".
El entrenador en jefe de los Vikings, Mike Zimmer, dijo que Bradford sigue día a día, y todavía no se determina si puede jugar el domingo.
"Me gustaría pensar que son buenas, pero creo que mucho depende de cómo responda mi rodilla cuando salga a entrenar esta semana", dijo Bradford sobre sus posibilidades de estar listo para jugar el domingo. "Esperamos seguir mejorando, pero creo que una buena parte de eso depende de cómo responde".
Bradford se rompió el ligamento anterior cruzado de la rodilla izquierda en el 2013 y nuevamente en el 2014. Se sometió a cirugías para reparar el ligamento y ha experimentado con aquello que le ha funcionado y lo que no en su rehabilitación. Pero, como reveló Bradford, el quarterback está en territorio poco familiar tratándose de la lesión sufrida el 11 de septiembre.
"Este tema en particular con el que estamos lidiando, no estoy seguro que haya lidiado con ello antes", dijo.
Bradford no discutió qué clase de tratamiento está llevando para reducir la hinchazón de su rodilla o si ha recibido inyección de cortisona.
"Hemos hecho mucho trabajo a lo largo de la última semana para tratar de asegurarnos de que la hinchazón salga de ahí, tratar de tener eso controlado y simplemente sentirme tan bien como pueda sentirme", dijo.
Está por verse si se convierte en un tema crónico.
"Pienso que descifraremos eso sobre la marcha", dijo. "Esperamos que continúe mejorando cada día y volveremos a revisar en unos días o cuando sea el tiempo y esperamos que no sea algo con lo que debamos lidiar de nuevo. Si es algo que se queda y tenemos que lidiar con ello, entonces veremos la mejor manera de hacerlo".