NEW ORLEANS – La primera experiencia de Thomas Morstead en la NFL terminó con un campeonato de Super Bowl.
El pateador de despeje de los New Orleans Saints ni siquiera valoró a consciencia la increíble historia que concluía en ese momento para un equipo que hasta tres o cuatro años antes era casi imposible pensar con postemporada, mucho menos con un campeonato.
La ciudad estaba en plena recuperación de la tragedia sufrida en agosto del 2005 con el huracán Katrina y era parte de una nueva generación de Saints, encabezada por el quarterback Drew Brees que traía alegría a New Orleans cuando más se necesitaba.
"Tal vez en ese momento, sólo pensaba en que la gente estaba contenta, celebrando, después de tanta tristeza que se había vivido antes en la ciudad, que aún estaba muy destruida por el huracán", recordó Morstead. "Obvio que sabía qué tan importante era ganar un Super Bowl para un equipo que nunca había ganado antes. Jamás imaginé que sería ten difícil regresar al Super Bowl".
Morstead y el resto de los Saints están a un triunfo, una muy complicada victoria, este domingo contra Los Angeles Rams de llegar al juego de campeonato de la NFL 10 años después, cuando se enfrenten en el Mercedes-Benz Superdome por el título de la Conferencia Nacional.
"Es difícil llegar hasta aquí", reiteró Morstead. "Hemos tenido grandes equipos y no pudimos llegar. Hemos tratado de competir casi siempre. Muchas cosas tienen que hacer click para estar en este punto, ya sea salud, intensidad, buen vestidor, respeto al rival, entrenadores, talento, de todo".
"Ya estamos aquí y hay que aprovechar el momento", agregó. "Vamos contra un muy buen equipo de futbol en las tres fases del juego. Nosotros nos hemos preparado bien esta semana. Será un gran partido".
El veterano pateador de despeje es uno de sólo tres jugadores que 'sobreviven' con los Saints de los que fueron ganaron a los Indianapolis Colts el Super Bowl XLIV, junto al quarterback Drew Brees y el tackle ofensivo Jermon Bushrod.
"Ha sido divertido ser uno de los muchachos viejos en este vestidor", comentó Morstead, de 32 años. "Ser más grande de edad y estar consciente de la dificultad que es ponernos a nosotros mismos en esta posición es realmente emocionante".
"Ha sido divertido y motivante observar al resto de los muchachos como Drew disfrutar el momento", añadió. "Lo merece más que nadie".
Desde que egresó de la Univesidad Metodista del Sur (SMU), Morstead ha jugado toda su carrera de 10 temporadas en la NFL para los Saints, con los que se convirtió en uno de los mejores pateadores de despeje, a pesar de que su llegada al futbol americano fue casual.
Como descendiente inglés, jugó soccer desde los cuatro años de edad en su natal Houston, hasta que un entrenador de su preparatoria descubrió que podía despejar para el equipo de futbol americano.
Al final de su preparatoria tenía ofertas de beca para jugar ambos deportes.
"Me encanta el futbol (soccer)", dijo. "Todavía lo veo. En mi familia es casi una religión. Pero me incliné por el futbol americano y aquí estoy algunos años después haciéndome viejo y con mucho entusiasmo para tratar de ganar el domingo e ir al Super Bowl".
Morstead no es el único que quiere otro campeonato para New Orleans y en especial para Brees. La mayoría de los jugadores de los Saints tienen la motivación extra de su quarterback“.
"Claro que sí, queremos darle esto a Drew", comentó el receptor novato Tre’Quan Smith. "Es una leyenda, pero una mejor persona. Nos da lecciones de humildad y es para mi es el mejor de la historia. Ha hecho demasiado por este equipo y esta comunidad".
Brees sabe que tiene otra gran oportunidad de levantar el Trofeo Lombardy.
"Parte de esta temporada se ha sentido como en el 2009, pero no hay que adelantarse", dijo Brees, quien el martes pasado cumplió los 40 años. "Primero tenemos que salir a jugar contra un gran equipo. Y después ya veremos qué sucede…".
Igual piensa Bushrod, de 34 años, quien se fue de los Saints en el 2012 y regresó esta temporada.
"Siempre pensé que teníamos oportunidad de hacerlo antes. Tuvimos muy buenos equipos", dijo. "Pero aquí estamos jugando por el derecho de tener otra oportunidad".