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DeAndre Hopkins desmiente mala relación con Bill O'Brien en Houston

DeAndre Hopkins negó que problemas personales con Bill O'Brien llevaron a su salida de los Texans. AP Photo

DeAndre Hopkins recurrió a redes sociales este miércoles para negar comentarios de Michael Irvin respecto a que una relación fracturada con el head coach de los Houston Texans, Bill O'Brien, llevó al receptor abierto a ser traspasado a los Arizona Cardinals el lunes.

El receptor abierto de Pro Bowl dijo que estaba siendo "sacado de toda proporción".

El miércoles por la mañana, Irvin dijo en el programa de ESPN, "Get Up", que había charlado con Hopkins tras el canje y que se le dijo que hubo mala sangre entre Hopkins y O'Brien a partir de una reunión en la que el coach comparó la situación con la que tuvo como parte de los asistentes de los New England Patriots con Aaron Hernandez, el ala cerrada que fue encontrado culpable por asesinato en el 2015 y que más tarde se quitara la vida en prisión.

O'Brien fue un entrenador y coordinador ofensivo con los Patriots en el 2010 y 2011, cuando Hernandez estaba con el club.

"Fue una especie de lucha de poder porque Bill O'Brien pensó que [Hopkins] tenía demasiada influencia en el vestidor", dijo Irvin en "Get Up" respecto a la relación de Hopkins con el coach.

Irvin dijo que Hopkins le reveló que O'Brien llamó al receptor abierto a una reunión para "resolverlo".

"DeAndre me dijo esto", dijo Irvin. "[O'Brien] dijo a DeAndre Hopkins, 'Ey, la última vez que tuve una reunión así, fuer con Aaron Hernandez' ... [Hopkins] dijo, 'Michael, eso me estalló la cabeza que hubiera mencionado eso. Nunca me he metido en ningún problema. ¿Por qué me equipararía con Aaron Hernandez?'.

"Y a partir de allí, la reunión se deterioró", explicó Irvin, de acuerdo a lo que le reveló Hopkins. "[O'Brien] se puso a hablar de DeAndre Hopkins, tiene algunos hijos con mujeres diferentes. [O'Brien] dijo a DeAndre que no le gustaba que estuvieran por allí las madres de sus hijos, a veces. Y de ahí, la relación se volvió mala y llegamos a la salida de DeAndre Hopkins de Houston por básicamente, como dije antes, un emparedado de jamón, todo por esa relación".

Hopkins respondió a los comentarios más tarde el miércoles vía Twitter.

"Se está sacando esto de toda proporción", escribió Hopkins. "Como he dicho antes, disfruté y estoy orgulloso de mi tiempo con los Texans. Tengo el mayor respeto por el coach O'Brien y eso no va a cambiar. Ahora, estoy listo para jugar por los Cardinals".

Fuentes dijeron a ESPN el miércoles que los temas con Hopkins y el equipo se relacionaban a su contrato, y que la relación entre el receptor abierto y O'Brien, quien también funge como gerente general de los Texans y ahora está cargo de los contratos, no era buena.

Los representantes de Hopkins habían informado a los Texans semanas antes de concretarse el canje que Hopkins deseaba un nuevo contrato que le pagara entre 18 y 20 millones de dólares anuales, dijeron fuentes a Dianna Russini de ESPN. Se le informó al equipo que no se presentaría si no recibía el acuerdo, así que los Texans optaron por el traspaso.

Por lo que respecta a los comentarios que realizó Irvin acerca de las "madres de los hijos" de Hopkins, fuentes dijeron a Russini que eso no fue tema.