¿Cuán precisas son las comparaciones de Jaret Patterson con Maurice Jones-Drew, Ray Rice, y hasta Barry Sanders para el estelar de Buffalo?
BUFFALO -- Mientras su equipo de categorías infantiles disputaba un campeonato, Jaret Patterson observaba desde las laterales, las piernas del pequeño de 7 años colgando desde la banca metálica.
Patterson prácticamente no vio el campo de juego para los Bulldogs en Bowie, Maryland. Tenía "el uniforme más limpio del equipo", dijo su madre, Janine.
Pero, recibió un valioso mensaje de Janine después de ese partido de campeonato del 2007, uno que lo impulsó a lo largo de tres temporadas récord en la Universidad de Buffalo 13 años más tarde.
"En lugar de celebrar con el resto de los chicos, yo estaba en una esquina, llorando", recordó Patterson. "Ella me vio y me dijo que no me sintiera mal por mí mismo. Me dijo de modo estricto que no era suficientemente bueno, todavía, y que me lo tenía que ganar. Nunca olvidaré que ella me dijera esas palabras, porque cambió mi perspectiva acerca de cómo acercarse a este deporte".
Si siguieron una temporada de fútbol americano colegial durante un 2020 hambriento por los deportes, lo más probable es que hayan escuchado de Patterson.
En seis partidos, el corredor de Buffalo de 5 pies con 7 pulgadas (1.70 metros) y 195 libras (88.4 kilogramos), corrió para 1,072 yardas y 19 touchdowns. Eso incluyó un desempeño estilo videojuego de 409 yardas y un empate a la marca de la NCAA con ocho touchdowns frente a Kent State el pasado 28 noviembre.
Llevaba paso para conseguir la mayor cantidad de yardas terrestres a lo largo de las tres primeras temporadas colegiales para cualquier jugador desde que Ray Rice corriera para 4,926 (2005-07) con Rutgers. Patterson, el Jugador del Año en el 2020 para la Mid-American Conference, y All-American de segundo equipo, dejó Buffalo como el líder de la escuela en yardas y touchdowns para una temporada, y como el segundo mejor corredor de la escuela, detrás del ex corredor de la NFL, Branden Oliver.
Los elogios para Patterson son sencillos de encontrar, pero con el NFL Draft 2021 a menos de un mes (del 29 de abril al 1° de mayo en Cleveland), ha habido charla mínima respecto a él.
Está siendo proyectado como recluta de ronda media a baja, con algunos analistas reconociendo su productividad en Buffalo, pero dejando dudas respecto a su habilidad para ser un corredor primario de NFL.
"Quinta, sexta ronda. Un corredor productivo, trabajador, probablemente un segundo en el orden", dijo el analista de draft para ESPN, Mel Kiper Jr., de Patterson, quien recorrió las 40 yardas en 4.51 segundos en el pro day de Buffalo, el 18 de marzo. "La mitad del tercer día, es donde creo que será llamado".
Patterson ha escuchado las dudas en prácticamente todas las etapas de su carrera, desde sus días en las categorías infantiles. Planea sumar a sus más recientes críticos a su larga lista de personas que ha demostrado estuvieron equivocadas.
"Jaret siempre ha sido ignorado, esa ha sido su mentalidad desde que era pequeño", explicó Janine. "Este siguiente paso será un gran viaje para él, porque sorprenderá a muchas personas".
'O eres el que más mejoró, o el JMV'
Jaret y su hermano mellizo, James Patterson, estaban destinados a ser atletas. No es por encasillarlos, pero cuando tu padre, Tracy, consigue status de leyenda local como corredor y linebacker de preparatoria, y tu madre es campeona estatal en pista, la gente siente expectativas. Los mellizos jugaron al balompié antes de pasar al fútbol americano, y ninguno fue titular de inmediato.
James obtuvo su primera oportunidad como linebacker cuando un compañero olvidó su casco. Forzó un balón suelto en la primera jugada, y nunca salió de la alineación titular; Jaret se mantuvo en la banca, y recibió el duro amor de Janine al término de la temporada. Y ella tuvo algo más que palabras sabias para su descorazonado hijo. Ella también tuvo un plan de entrenamiento para el verano.
Ambos chicos Patterson, a sus 21 años de edad, todavía ríen cuando se recuerdan esas sesiones de verano. Se unieron a sus hermanas mayores, Jenna y Janay, en sesiones bajo el húmedo clima de Maryland --siempre en exteriores por la tarde-- porque Janine deseaba que sus hijas estuvieran listas para los calurosos gimnasios donde jugarían baloncesto de AAU.
No era divertido, pero si Jaret deseaba minutos de juego, se los tenía que ganar.
"Es lo que les enseñé. O eres el que más mejoró, o eres el JMV", explicó Janine. "Si quieres ser bueno, debes invertir el trabajo".
Una directora de preparatoria en Baltimore, Janine está acostumbrada a sacar el máximo de los chicos que necesitan un empujón.
"Mi madre tiene ese fuego. Se puede ver de dónde lo sacamos nosotros", dijo Jaret.
Jaret se convirtió en un corredor estelar para la St. Vincent Pallotti High School en Laurel, Maryland, eclipsando la yarda de las 2,000 yardas en su temporada final, en otoño del 2016. Un recluta de dos estrellas, él "sufrió" con el proceso, un poco más que su más codiciado hermano. James, listado como un linebacker de 6 pies de estatura y 220 libras, recibió ofertas de escuelas como Florida Atlantic y UCF. Jaret recibió 11 ofertas, de acuerdo a Rivals.com, pero se sintió ignorado a lo largo de todo el proceso.
"Debí trabajar. No era la primera opción. Siempre hubo tipos que eran mejores que yo, más rápidos que yo, más grandes que yo", dijo Jaret. "Simplemente usé eso como combustible, incluso en la preparatoria, no siendo reclutado tan intensamente como pensaba.
Where it all started at... pic.twitter.com/sehHhsrrk7
— Jaret Patterson (@__JP26) March 14, 2021
"Lo escuché de todos los coaches --ACC, SEC, Big Ten-- 'Eres un buen jugador, pero no eres el tipo de corredor que estamos buscando', o 'Eres un buen jugador, pero demasiado pequeño'. Simplemente cosas así me convencieron de agachar la cabeza y demostrar lo que se perdieron".
Obtuvo su primera probada real del reclutamiento durante un viaje a Eastern Michigan con su hermano y algunos de sus compañeros.
Jaret lo trató como un viaje de negocios. Se vistió profesionalmente ("como si fuera una entrevista") y estaba convencido de que recibiría su primera oferta de beca. Ni siquiera tenían una etiqueta con su nombre cuando él arribó. Eastern Michigan ofreció beca a James, pero declinaron reunirse con Jaret.
Lleno de duda, Jaret dejó al grupo y lloró en un baño antes de que su hermano lo encontrara. Justo como hizo Janine después del juego de campeonato en infantiles, James le recordó a Jaret que simplemente era mayor motivación.
"Le dije que debía tratar de entender que [sus ofertas] iban a llegar", dijo James. "A veces él sentía que no era el mejor, pero para mí, como hermano, y nuestros amigos que pensaban igual, no lo podíamos dejar que se cayera".
'No vine a jugar niñerías'
Incluso después de que los mellizos aceptaron ofertas como paquete para ir a Buffalo, Jaret debió esperar para saltar al campo. Incluso, para llegar al campus. El también corredor nuevo Kevin Marks aceptó su oferta de beca antes que él, y con las plazas vacantes de plantilla disminuyendo, el head coach de Buffalo, Lance Leipold, contactó a Jaret con una propuesta: esperar un semestre adicional antes de convertirse en un estudiante de tiempo completo, y entonces unirse al equipo para las prácticas de primavera en el 2018.
Jaret aceptó, pero debió tragarse el orgullo. Sin ego, James se ofreció como voluntario para hacer lo mismo, y ambos pasaron el otoño del 2017 dirigiendo en su alma mater, St. Vincent Pallotti.
"Definitivamente fue una lección de humildad cuando sales de la preparatoria y tienes amigos que van a la universidad, pero sigues en casa", admitió Jaret. "Y ellos te preguntan, '¿No vas a ir a la universidad?'. Se vuelve muy frustrante".
Los Patterson invirtieron el tiempo sabiamente, entrenando con su ex coach de fuerza y acondicionamiento, Ed Page, los seis meses que pasaron en Maryland. Era un calendario rígido, no muy diferente al que les puso su madre cuando eran chicos.
Ellos arribaban a la escuela al mediodía, y realizaban una combinación de pesas, velocidad y aceleración, y acondicionamiento, luego pasaban a la parte de dirigir cuando comenzaba la práctica de fútbol americano de preparatoria. Así fue todos los días, de lunes a viernes, por seis meses. Los hermanos dijeron que la experiencia los motivó para tener un impacto desde el momento en que arribaron al campus de Buffalo.
James se ganó un puesto titular de linebacker para el final del campamento de verano, en el 2018. Pero Jaret corrió con el tercer y cuarto equipo, aunque sí atrapó la atención de los coaches desde el momento en que llegó.
"A lo largo de mis años dirigiendo, el denominador común entre los tipos que terminan jugando en la [NFL], es que sus hábitos de práctica nunca se pusieron en duda", dijo el coordinador ofensivo de Buffalo, Andy Kotelnicki. "Se podía ver eso con Jaret".
Kotelnicki dijo que la habilidad de Jaret de hacer que los tipos fallaran en su primera primavera con el equipo fue sorprendente, y Jaret nunca se desanimó por el hecho de que iba a tener que trabajar arduamente en un grupo de corredores "repleto".
Jaret estaba tan abajo en el orden, que el entonces, quarterback de Buffalo, Tyree Jackson, no le permitía al jugador de primer año participar en las repeticiones con él durante un ejercicio al término de una práctica. Pero el deseo de jugar de Jaret llegó al punto en que se acercó a Leipold después del duelo ante Army de la Semana 5 en la campaña del 2018, para pedir cualquier tipo de rol.
"Debía mostrar a los coaches que soy un jugador. Que no vine a jugar niñerías", dijo Jaret. "Simplemente le dije, 'No vengo aquí a quejarme. Solo quiero contribuir'".
Jaret obtuvo su primer inicio a la semana siguiente, corriendo para 121 yardas y un touchdown en un triunfo contra Central Michigan. Finalizó la campaña con 1,013 yardas y 14 touchdowns, convirtiéndose en el primer jugador freshman en la historia de Buffalo en correr para más de 1,000 yardas. Durante la temporada del 2019, Jaret impuso marca de la escuela con 1,799 yardas y se cimentó como uno de los mejores corredores a nivel universitario.
'Un pro ya, en sus modos'
Coaches comparando a sus actuales jugadores con aquellos del pasado, pueden caer presas de la subjetividad hacia lo más reciente, y Leipold está muy consciente de ello. Eso no le impide elogiar a Patterson.
"Como siempre digo, no apuesten contra Jaret Patterson", expuso. "He pensado mucho acerca de esto. No sé si alguna vez tuve a un jugador más completo en términos de cómo maneja sus asuntos. Y me refiero a estudiar las cintas, cuidar su cuerpo. Estuvo en la sala del gimnasio tres veces al día este año.
"Es un pro ya, en sus modos".
Kotelnicki dijo que Patterson se enorgullece de las cosas pequeñas, como bloquear cuando no le dan el ovoide.
"Hay una tonelada de video de él cumpliendo con eso", dijo. "Ciertamente, los tipos de la NFL miran eso y piensan, 'es la clase de chico que estamos buscando'".
Leipold describió a Patterson como el mejor jugador de prácticas que jamás haya dirigido, y tuvo un ejemplo para respaldar su declaración.
Buffalo derrotó a Bowling Green por 41-17 el 17 de noviembre, cuando Patterson corrió para 301 yardas y cuatro touchdowns en 31 acarreos. En la siguiente práctica del equipo, aproximadamente 36 horas más tarde, Patterson encontró su lugar en el campo para una cobertura de patada de salida.
No devolviendo las patadas, sino equipos de cobertura.
"Acaba de correr para 300 yardas y está trabajando en los fundamentos de cubrir patadas", recordó Leipold. "Porque él sabe que, si ha de tener la oportunidad de jugar al siguiente nivel, va a tener que cubrir patadas. Es el tipo de chico que es.
"Desea estar en un equipo. ¿Amaría ser un recluta alto del draft? Absolutamente. Pero él sabe que, si no lo es, deberá hacer lo que sea para ser parte de un equipo a ese nivel".
'Creo que a él le encanta'
La derrota de Buffalo en el Juego de Campeonato de la MAC dejó "mal sabor de boca" para Jaret al término de la temporada del 2020, tanto, que consideró volver por otra temporada.
James, quien prácticamente no pasa un momento separado de su hermano desde que nacieron, fue una de las voces más fuertes en contra de ello. Jaret también charló con Oliver, y dijo que el ex ganador del Trofeo Heisman, Reggie Bush, le brindó un buen consejo. Al final, fue decisión de Jaret saltar a los pros.
"Fue difícil porque me pude haber visto tomando cualquiera de los dos caminos", dijo Jaret. "Simplemente escuchando a mi familia y ponderando mis opciones ... sentó que era un buen tiempo para mí declararme [elegible al draft]".
Antes de dejar Buffalo, Jaret y Leipold repasaron sus calificaciones de draft, que arrojaban un rango desde la Ronda 3 a la 7. Nada de eso importó a Jaret; solo quiere llegar.
"Mi mentalidad es, no se trata de cómo llegas [a la NFL], sino cómo te quedas", reveló. "... Puedes ser un recluta de primera o segunda ronda, y así ser cortado".
Jaret dijo que los equipos de la NFL desean saber tres cosas: ¿puede atrapar el balón, puede correr rutas y cuál es su máxima velocidad en línea recta?
— Jaret Patterson (@__JP26) March 9, 2021
Jaret no estuvo demasiado involucrado en el juego aéreo de Buffalo con 20 recepciones, todas llegando en sus primeras dos campañas. Desde que se declarar para el draft, ha entrenado en Florida junto a otros prospectos de la NFL como Michael Carter de North Carolina y Javian Hawkins de Louisville, pero pasa poco tiempo, en todo caso, con ejercicios para corredores. Su enfoque está en los ejercicios para receptor abierto, puliendo sus rutas, desprendimiento y manos.
Jaret comparó su juego al de ex corredores de la NFL Maurice Jones-Drew, Ray Rice y Barry Sanders, y la evaluación de Leipold hace que la comparación de ese último no parezca tan descabellada.
"Su habilidad para hacer que la gente galle y luego acelerar es lo que le separa", dijo Leipold. "Ha mostrado gran paciencia, tiene gran visión. La gente hablará de su [velocidad en línea recta], pero cuando miras la NFL, ¿cuántas de esas carreras hay? La gente desea yardas productivas en los primeros intentos. Él lo hizo mejor que nadie que haya conocido".
Kotelnicki dijo que la habilidad de Jaret de cambiar de dirección rápidamente lo separa de la mayoría de corredores, o jugadores de fútbol americano, en general.
"Posee la habilidad innata de ir de 60 millas por hora a cero, y luego de regreso a 60, muy rápidamente", subrayó. "Muchas personas, cuando cambian direcciones, hay una gran caída de velocidad, pero no es así con Jaret. Esas cosas lo hacen verdaderamente difícil de derribar".
Jaret está listo para cualquier rol, incluso si significa trabajar desde el fondo; es lo que conoce, después de todo.
"Mucha gente sigue dudando de él, y creo que a él le encanta", sostuvo James. "Es gracioso para mí, simplemente es como, '¿Oh sí? ¿Van a decir eso? Ya verán'".