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¿Qué tiene de injusta una nueva oportunidad de NFL para Tim Tebow?

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¿Tim Tebow llega a Jacksonville para quitarle presión mediática a Trevor Lawrence? (2:42)

Ciro, John, Ramiro y Pepe analizan la llegada de el ex quarterback que se probará como ala cerrada con los Jaguars. (2:42)

La llegada de Tim Tebow, un líder consumado, a los Jaguars tiene que ver más con lo que puede aportar como ejemplo a seguir que con las yardas después de la recepción

El jueves por la mañana, se oficializó algo que parecía inevitable desde que se revelaron los planes por primera ocasión: Tim Tebow será ala cerrada para los Jacksonville Jaguars.

El ganador del Heisman con la Universidad de Florida, donde fue dirigido por Urban Meyer, actual head coach de los Jags, ha sido una figura que a lo largo de toda su carrera ha generado opiniones polémicas, y ahora no es la excepción, con algunos observadores tachando de "injusta" la oportunidad que recibe ahora Tebow --quien no ha jugado partido oficial de la NFL desde el 2012-- y otros más, contrastando su situación con la de Colin Kaepernick.

Para ser justos, no existe punto de comparación entre Tebow y Kaepernick. El ex quarterback de Super Bowl se volvió un tema incómodo para la liga debido a su activismo, uno que ha echado profundas raíces fuera de la NFL, y la liga misma, a través de la voz del comisionado Roger Goodell, aceptaron públicamente que se equivocó en torno al jugador, una especie de admisión velada de que sí hubo un veto contra él, teoría que se sustenta también con el arreglo extrajudicial en el caso de colusión.

Pero, Kaepernick siempre buscó, y sigue buscando, una oportunidad como quarterback titular. Una que perdió injustamente, porque no se basó en sus habilidades para competir dentro del terreno de juego, sino en la incomodidad que provocaba fuera de él.

Con Tebow, la situación es muy diferente. Sí, es el único quarterback en la historia de los Denver Broncos reclutado por el propio equipo que los ha liderado a una victoria de postemporada, y su baja de Denver a la llegada de Peyton Manning como agente libre inmediatamente después pudo parecer algo ingrata, pero Tebow tuvo oportunidades para competir por puestos de plantilla --no como titular-- con los New York Jets, New England Patriots y Philadelphia Eagles.

Después de una carrera como beisbolista profesional en ligas menores con los New York Mets, Tebow regresa a la NFL con la posibilidad de quedarse en la plantilla final. Sin embargo, aquí hay una diferencia fundamental e insalvable con respecto a Kaepernick: intentará probarse a sí mismo ahora como ala cerrada, no como quarterback. Los Jaguars no van a competir a Tebow con su flamante nuevo quarterback franquicia, Trevor Lawrence, reclutado primero global en el pasado Draft 2021. Tampoco lo pondrán a disputar un puesto en el orden de plantilla con Gardner Minshew II, el titular durante la mayor parte de las últimas dos temporadas, que ahora ha quedado relegado a la suplencia automática con la llegada de Lawrence, ni con Jake Luton, quien se vio obligado a iniciar tres juegos del año pasado en ausencia de Minshew. Tampoco, con C.J. Beathard, adición de la reciente agencia libre.

Tebow, en cambio, va a competir por un puesto de plantilla con Chris Manhertz, Luke Farrell, Tyler Davis, James O'Shaughnessy y Ben Ellefson, una colección poca inspiradora de nombres en la posición de ala cerrada que, sin embargo, le sacan a Tebow la enorme ventaja de tener experiencia en la posición que disputan.

La otra cara de la moneda, sin duda, es que donde Tebow lleva ventaja es en su familiaridad con Meyer, y aquí es donde hay que buscar el motivo del fichaje. Claro, se vislumbra una posibilidad mercadológica anexada al nombre de Tebow, eso está claro. Resulta sospechoso que, en el portal oficial de los Jaguars, ya se ofrezca a la venta el jersey con el N° 85 de Tebow, junto al de Lawrence y Travis Etienne, los dos reclutas de primera ronda de Jacksonville de este año.

Pero vender jerseys de un ala cerrada --probablemente suplente, si es que se queda en la plantilla final-- no pinta como, necesariamente, la gran motivación financiera para unos Jaguars que sí corren el riesgo de generar cierta incomodidad en el vestidor con la incorporación del ex beisbolista.

Como sucede con cualquier coach colegial que llega por primera vez a la NFL como head coach sin experiencia previa a ningún nivel, Meyer está en una etapa de ajuste. Ya tuvo sus primeras grandes pruebas con la agencia libre, cuando se quejó de tener que firmar a jugadores sin poder ponerlos a prueba (así funciona la primera ola de agencia libre), a la apertura del mercado, y el draft, un evento como ninguno otro que haya vivido a nivel universitario.

Es lógico que Meyer busque recargarse en elementos familiares, y la adición del quarterback convertido en ala cerrada parece obedecer, antes que nada, a tratar de filtrar su cultura y filosofía en el vestidor a través de un agente, Tebow, que goza de su plena confianza. Se trata más de lo que Tebow, un líder consumado, puede aportar con el ejemplo, que con las yardas después de la recepción.

¿Es descabellado pensar que Meyer, sin ninguna experiencia en las filas profesionales, puede aprender algo de Tebow respecto a cómo funciona la dinámica de un vestidor de NFL?

Por supuesto, y como dije arriba, existe un riesgo, y no a todos en la organización --particularmente algunos jugadores-- les puede caer bien la movida. Aquí, la injusticia podría ser para Davis o Ellefson, cuyas probabilidades de quedarse en la plantilla final se reducen significativamente con la suma de otro contendiente por una plaza final, y cuyos jerseys no los presume Jacksonville como primera pantalla en su tienda en línea. También, habrá jugadores de otras posiciones que se solidaricen con el sentimiento de esos alas cerradas, que tampoco tengan asegurado un sitio con el club para la campaña, y que vean con recelo la llegada de Tebow. Meyer pone sobre la mesa de las apuestas su nombre y credibilidad con el fichaje.

Sin embargo, la historia de la NFL está repleta de historias que se basan en quién conoces. Así funciona la liga, y es aceptado abiertamente. Más allá de los éxitos que logren en las directivas o terreno de juego como ejecutivos o coaches, nombres como Polian, Shanahan, Schottenheimer, McVay, Gruden, y tantos otros reciben oportunidades a las que personas sin conexiones difícilmente logran acceder. En este sentido, es difícil arremeter contra Meyer por contratar a alguien que conoce íntimamente desde hace largo tiempo.

Si, en unos años, un ex entrenador colegial llegara a llamar a Ellefson o Davis o Farrell a probarse con un equipo de NFL, incluso después de varios años de actividad y en otro posiicón, ¿ellos se negarían, si estuvieran en forma y creyeran que pueden quedarse?

Lo que no se debe perder de vista es que, si nos atenemos solamente a la cuestión deportiva, diríamos que es casi imposible que Tebow se quede en la plantilla final, con todo y que se trata de un atleta fuera de serie que se ha mantenido en forma a lo largo de su ausencia de la NFL. Pero la forma física del fútbol americano dista mucho de la forma física de las ligas menores de béisbol, y eso no está a discusión. Habiendo dicho eso, y retomando lo dicho arriba, las razones para la firma de Tebow van más allá de lo deportivo, y ver su jersey anunciado en el portal de modo tan inmediato después de que se anunciara oficialmente su contratación, es de llamar la atención. Eso significa que Tebow tendría que ser realmente un desastre absoluto como nunca se haya visto, o que su presencia en el vestidor a lo largo de las siguientes semanas no surta el efecto deseado en términos de la enseñanza de los modos de Meyer, para que sea cortado.

En el mejor de los casos, entrará para una jugada de truco aquí o allá, esporádicamente, y las veremos incansablemente en todos los resúmenes deportivos, así no se mueva el balón de yarda.

Finalmente, vale la pena mencionar un punto positivo para los Jaguars, que resulta como efecto secundario, o terciario, de la contratación de Tebow. No parece ser de gran importancia porque, hay que decirlo claramente, no es el objetivo con su contratación, pero resulta benéfico para Lawrence, en particular, y es que la charla alrededor de Jacksonville se ha centrado más en Tebow que en el quarterback titular, recluta N° 1 global y prospecto generacional que tendrán los Jags bajo centro.

No es que Lawrence no sepa lo que es estar bajo el escrutinio; ha jugado bajo los reflectores más brillantes desde la preparatoria, y tomó un papel activo en la comunidad de Clemson durante el último año, fuera del campo. Pero, por ahora la conversación gira en torno a un jugador que no ha participado en la liga en nueve años, y no en él. Eso, debe agradecerse.