<
>

Agustín Rossi, la figura del Boca campeón

El arquero Xeneize fue el punto más alto de su equipo durante todo el campeonato. Foto Baires

Si por algo se destacó este Boca campeón del Torneo de la Liga fue por la solidez que en muchos pasajes del certamen tuvo la defensa. Y en especial su arquero, Agustín Rossi.

Podría hablarse de la aparición fulminante del pibe Langoni con sus goles, del crecimiento en la mitad de cancha de Varela, del talento de Fabra... Pero Rossi fue el sostén de este Boca que sumó una estrella más.

Una muestra de lo que fue la actuación del 1 en este campeonato fue el último choque ante Independiente: tapó en el primer tiempo y en el segundo un par de pelotas decisivas para mantener a Boca con vida.

La última acción, una doble tapada cuando el partido estaba 2 a 1 a favor del Xeneize se festejó como un gol por sus compañeros y por el estadio.

Rossi cumplió 150 partidos en el arco de Boca y suma seis títulos en el club. El arquero se comenzó a convertir en ídolo y referente a partir de la última Copa Argentina, allá a finales de 2021, cuando gracias a sus penales decisivos en las definiciones Boca fue campeón.

Antes, también se había destacado desde los 12 pasos ante River. Pero en este torneo además de mostrar su capacidad para atajar penales tuvo un gran crecimiento, una maduración que lo ubican como el mejor en su puesto en el fútbol argentino.

Tanto que el propio Lionel Scaloni lo convocó en la lista preliminar para el Mundial de Qatar. A lo largo de las 27 fechas del torneo tuvo 13 vallas invictas. Y a pesar de recibir goles en muchos encuentros fue decisivo para mantener en partido a Boca cuando más lo necesitaban.

Los errores, a veces infantiles que tuvo en tiempos pasados fueron nulos o muy pocos en este torneo. Siempre se mostró seguro, con voz de mando.

Y pasó la tormenta más difícil sin inmutarse, cuando no llegó a un acuerdo para arreglar la continuidad de su contrato con Riquelme y el Consejo de Fútbol. Lejos de desconcentrarse con las polémicas que salieron a la luz por lo que iba a ganar y por el cruce de su representante con el Consejo, mantuvo siempre el bajo perfil.

Le trajeron a Sergio Chiquito Romero, un arquero de Selección, para dejarle en claro que en cualquier momento podría perder la titularidad, pero la defendió como corresponde a un profesional: atajando mejor que nunca.

Luego Romero se lesionó y el arco quedó más que nunca en sus manos. Llegó a sumar 500 minutos sin recibir goles, y se convirtió en el arquero que más penales atajó en los últimos años entre definiciones desde los 12 pasos y penales sancionados en los partidos.

La gente, lo reconoció siempre: "Rossi es de Boca y de Boca no se va". El a su estilo y con su bajo perfil, declaró tras el título: "Yo estoy para responder. Tuve la suerte de ayudar al equipo para poder festejar otra vez. Estoy muy contento. Pero no solo por el torneo logrado y por aparecer en la lista de la Selección, sino por el nacimiento de mi hijo, que es algo muy emocionante. El acompañamiento de mi mujer e hijo y toda mi familia fueron fundamentales. No la pasé bien a mitad de año con todo lo que se dijo sobre mi contrato. Por eso este título es para ellos".