El inicio de la Copa de la Liga Profesional es inminente y Boca Juniors, como marca su historia, buscará sumar una nueva estrella. Sin embargo, el comienzo será tomado por Jorge Almirón más como un ensayo para los cuartos de final de la CONMEBOL Libertadores que un objetivo en sí mismo.
El debut ante Platense en La Bombonera será la antesala del encuentro de ida frente a Racing por la Libertadores, también como local. Allí, el director técnico xeneize tendrá la oportunidad de buscar conexiones entre los jugadores con los que ya contaba hasta esta etapa y los recientemente incorporados Edinson Cavani, Lucas Janson, quienes ya se estrenaron contra Nacional, Lucas Blondel, Marcelo Saracchi y Ezequiel Bullaude, además de Jorman Campuzano, en su regreso al club tras su paso por Giresunspor de Turquía.
La clasificación por penales contra el conjunto uruguayo ofreció un par de certezas claras, independientemente del resultado: el funcionamiento colectivo de Boca todavía deja mucho que desear y la ilusión que genera el protagonismo de algunos jóvenes surgidos de las inferiores, con Valentín Barco como estandarte por su talento y personalidad.
Otra cuestión a resolver con escaso margen de error será cómo y con qué jugador o sistema reemplazará a Alan Varela, fundamental en el mediocampo, tras su partida hacia Porto.
Antes de la revancha contra la Academia, Boca viajará a Junín para enfrentarse a Sarmiento en lo que será otro escenario oficial de ensayos. Y a partir de ahí, con la continuidad o no en el plano internacional, el panorama será aún más claro: la Copa de la Liga se mantiene como una obligación que permita probar variantes o se transforma en el nuevo horizonte a perseguir.
El breve historial de esta variante del torneo local le trae buenos recuerdos al Xeneize, ya que se consagró campeón en dos de las tres veces que se disputó: 2020 y 2022. Esos títulos, uno con Miguel Ángel Russo y otro con Sebastián Battaglia entrenadores, no fueron suficientes para extender los proyectos en el tiempo. Está claro que los clubes más importantes del fútbol argentino, y del mundo, se plantean como meta fundamental la obtención de copas internacionales. Las alegrías domésticas resultan efímeras.
Los tan ansiados refuerzos llegaron a Boca para potenciar a un equipo que se enfoca más, entonces, en los duelos de eliminación directa de la Libertadores que en la competencia local, pero el peso del escudo del club exigirá pelear por todos los torneos.