Gol y triunfo agónico. Si bien River Plate buscó por todas las vías y merecía la victoria, sufrió un par de veces ante Atlético Tucumán en el Monumental, pero apareció Salomón Rondón en el final, con un letal cabezazo, para el éxito del Millonario en la quinta fecha de la Copa de la Liga.
El árbitro Pablo Dóvalo, tras revisar en el VAR, anuló el tanto del defensor chileno Paulo Díaz por un offside interpretativo en el cierre del primer tiempo. Esa pudo ser la apertura del marcador en la noche de Núñez, pero el tanto, único en el Monumental, llegó a través de Rondón y provocó el desahogo de todos los hinchas.
Así, River extendió su extensa e inédita racha de local, ahora con 18 triunfos seguidos en el Monumental de Núñez. Esta vez sufrió demasiado, en especial por lo visto en el campo de juego, porque mereció sacar antes la ventaja.
El colombiano Miguel Borja había gritado gol un rato antes, pero se lo anularon por posición adelantada. Minutos después, Martín Demichelis realizó el cambio de Rondón por Borja y fue justamente el venezolano, de 34 años, el encargado de darle el tanto del ajustado triunfo en casa.
Ezequiel Barco abrió el balón para la entrada de Santiago Simón por la derecha y el centro fue impecable, que aprovechó Rondón para salir despedido detrás de los defensores y llegando solo para impactar fuerte y cómodo la pelota de cabeza.
Fue su desahogo y el de todo el Monumental. El 18° triunfo seguido en casa costó pero fue realidad.