SANTIAGO DEL ESTERO -- Claudio Echeverri, promesa de River Plate y figura de la Selección Argentina Sub 17, tuvo en el Trofeo de Campeones, frente a Rosario Central, su primera titularidad a nivel clubes. Y jugó el partido que necesitaba pensando en el próximo año.
Martín Demichelis pateó el tablero y, de cara al encuentro que se disputará en el Estadio Único Madre de Ciudades de Santiago del Estero, con transmisión en vivo de ESPN Premium, decidió incluir al Diablito en el XI inicial, buscando el desequlibrio que había exhibido -a cuentagotas- en sus pocos ingresos con la banda roja y de gran manera en el Mundial Sub 17 de Indonesia.
Hasta el momento, Echeverri acumulaba 94 minutos oficiales en River, repartidos en cinco partidos. Curiosamente, dos de ellos habían sido ante Rosario Central, uno en el Gigante de Arroyito (empate 3-3 el 24 de julio) y otro en el Mario Alberto Kempes (igualdad 0-0 el pasado 9 de diciembre y clasificación del Canalla por penales).
Pero este viernes, en un partido que podría representar el segundo título de la era Demichelis, el DT, cuestionado por algunos hinchas por no darle mayor lugar al chaqueño, se la jugó poniéndolo por primera vez desde el inicio. Y el juvenil no lo decepcionó.
Acompañado por otros jugadores ofensivos y de buen pie, como Esequiel Barco, Pablo Solari y Facundo Colidio, y respaldado por Enzo Pérez y Nicolás de la Cruz, quienes se despedirían del club, el Diablito se convirtió rápidamente en un favor jugando suelto, cerca de las líneas defensivas del Central de Miguel Ángel Russo, que ante tanto jugador de características ofensivas empezó a perder referencias.
Antes de los cuatro minutos, Echeverri recibió cerca del punto penal un centro de Enzo Díaz, pero su remate se fue apenas desviado. Y, con una confianza y desfachatez que no había mostrado hasta ahora en el elenco de Núñez, empezó a pedir cada pelota, recibiendo y desgargando rápidamente para extender los ataques de River.
A los 20', probó de lejos, topándose con un muy seguro Fatura Broun, mientras que un rato después habilitó de primera, con muchísima clase, a Solari, que estrelló su disparo mano a mano en el palo.
No obstante, el Diablito encanta por otra cosa: cada vez que la agarra, parece que algo importante va a ocurrir. Como si su mera presencia levantara al estadio, sus contactos con el balón lucen diferentes. Y fortalecido por esos unánimes aplausos, el futbolista categoría 2006 siguió cargándose la ofensiva al hombro.
De cara al complemento, Echeverri siguió conectado con el circuito ofensivo de River, habilitando a compañeros y pateando de afuera del área, otra virtud de su completo repertoio. Finalmente, fue reemplazado a los 61 minutos por Nacho Fernández, ganándose su primera gran ovación con la banda roja en el pecho.
Si este partido, que cierra el 2023 con la expectativa de sumar otro título, valía como ticket para apuntar a la titularidad el próximo año, el Diablito estuvo a la altura de las circunstancias, y los hinchas ya empiezan a disfrutarlo, en medio de los rumores y las declaraciones que lo acercan a equipos top europeos, como el Barcelona.
La peor noticia de la noche para River llegó, justamente, de la boca del Diablito, que en diálogo con ESPN reconoció que va a seguir en el club, pero no va a renovar su contrato.
Como en Córdoba, Agustín Ruberto no se quedó afuera del banco de suplentes, por lo que uno de sus grandes laderos en la Albiceleste deberá esperar para debutar en Primera División.