La herencia familiar no se negociaba. Daniel jugaba en la Juventus cuando su señora estaba a punto de dar a luz a su primer hijo. En ese momento, la sangre y el orgullo napolitano ganó la batalla. Quien por entonces era la esposa de Daniel Fonseca viajó a Nápoles para tener a su hijo.
Nicolás Fonseca, la nueva incorporación de River Plate, mamó desde chico el amor napolitano que le transmitieron sus abuelos, su madre y su tío, quienes vivieron la época de oro del club de la mano de Diego Armando Maradona.
“No había chance, en Torino no”, reconoció el joven Nicolás Fonseca al revelar la anécdota de que su mamá -fanática del Napoli- se fue a su ciudad natal para que allí nacieran sus dos hijos.
“Esas cosas existían a nivel familiar y mi mamá quería que sus hijos fueran napolitanos y se trasladó a la ciudad. El napolitano es muy de Nápoles, no le toques Nápoles, y no le toques al Napoli (el club), porque te pelea. Nosotros tenemos un poco de esa batalla que hubo de Norte-Sur y que durante muchos años lastimó a los del Sur porque los del Norte se creían superiores. Nuestra familia lo vivió y la rivalidad se siente. Por suerte ahora eso es solo futbolístico”, reveló Nico Fonseca en una visita al programa Polideportivo de Canal 12.
Amor por Maradona
En esos tiempos, Diego Armando Maradona ejerció un rol preponderante en la “batalla” Norte-Sur ya que enarboló la bandera de los “pobres” de la parte baja de Italia.
Y si bien Nicolás no llegó a ver jugar a Diego, conoció desde chico el amor que le transmitieron su abuelo, su madre y su tío por el 10.
“Nombrás a Maradona en Napoli y llora la gente. Mi abuelo iba todos los partidos al estadio (el por entonces llamado San Paolo que fue rebautizado con el nombre de Diego Maradona), mi tío era fotógrafo y lo conoció porque trabajaba en la cancha, y mi padre fue al Napoli como reemplazante de Maradona. No hay palabras, Maradona es Maradona”, reconoció el volante de River Plate.
Nos vamos a Uruguay
Al margen de haber nacido en Nápoles, Nicolás, junto a su hermano menor Matías, se crió en Como e inició su historia futbolística en las juveniles del club Novara de la Serie C. Tras debutar en el primer equipo, su padre Daniel le propuso probar suerte en Uruguay junto a su hermano.
“Nos vamos a Uruguay, ¿qué les parece? Les va a servir para madurar como jugadores y como hombres”, propuso papá Daniel que, aprovechando su condición de contratista, ubicó a Nicolás en River Plate de Uruguay en el año 2022.
Para los jóvenes, desembarcar en el país más chico de América del Sur no resultó una experiencia nueva ya que, todos los años, viajaban para las fiestas tradicionales o en las vacaciones de su padre.
“Al ser mi segunda casa, en el sentido que todas las fiestas siempre las pasábamos acá, no era un lugar completamente desconocido. A veces no es fácil estar lejos de la familia y amigos, pero de eso se trata, jugamos al fútbol y se necesita salir y hacer experiencia. Igualmente me siento muy cómodo en Uruguay, me gusta mucho y estoy feliz. En River no sufrí el cambio, porque los compañeros me ayudaron mucho”, expresó en su momento en el programa Quiero Fútbol de Sport 890.
Tras defender a River en el primer semestre del año, Nicolás Fonseca pidió pase para Wanderers en procura de sumar más minutos en cancha.
“Tenía un año de contrato y rescindí porque no era tenido en cuenta y Daniel Carreño me abrió las puertas de Wanderers. Yo siempre digo que el mejor entrenamiento es el domingo, jugar todos los domingos te genera confianza y madurez que no generás en el día a día”, expresó sobre su decisión de cruzar para la vereda de enfrente en el barrio del Prado.
Cuando llegó a los bohemios, el técnico Carreño le dijo que iba a tener que esperar porque tenía otros jugadores por delante. Pero la espera duró apenas una semana. Carreño lo mandó a la cancha y no lo sacó más de la formación titular.
En Wanderers se terminó de consolidar y fue considerado por el grupo técnico de la AUF entre los mejores jugadores del Campeonato Uruguayo 2023. Antes de finalizar el torneo se confirmó su pase a River Plate de Argentina, el club donde uno de los principales referentes fue ídolo de su padre: Enzo Francescoli.
Nicolás sueña con escribir su propia historia, la misma con la que se ilusiona a nivel de Selecciones. Con un detalle: puede jugar tanto por Uruguay, como por Italia. A su hermano Matías ya le llegó la chance defender a la Celeste preolímpica. Nicolás espera para tomar su decisión. “¿A qué Selección voy a defender? En el momento se verá, porque nos sentimos tanto italianos como uruguayos. Tenemos más cercanía con la Selección uruguaya por mi padre, pero veremos cuando llegue el momento”.