En la rica historia de River Plate argentino, no son pocos los uruguayos que han vestido esa camiseta con mayor o menor éxito, con varios de ellos alcanzando el estatus de ídolo o referente de una época.
La lista comienza con los arqueros Luis Solans y Zoilo Canaveri, y continua en los años 30 del siglo XX, con los delanteros Pedro Lago y Pablo Dorado, que llegaron desde Bella Vista en 1931. Luego le siguieron Ismael Martínez, José Lamas, Clotardo Dendi y Juan Besuzzo, todos en la misma década.
En los años 40, el listado continuó con Julio Barrios, que arribó para cubrir el arco, Avelino Cadilla y Joaquín Bermúdez, que reforzaron la defensa, e Ismael Rivero, que hizo cinco goles en cinco partidos. Pero el ataque del Millonario iba a recibir a su primer uruguayo realmente célebre recién en 1950 de la mano de Walter Gómez. El exquisito delantero, nacido en 1927 en Montevideo, fue “un goleador de aquéllos que difícilmente vuelva a aparecer”, según indica una nota sobre él en el sitio de River. Firmó por el club por un millón de pesos, cifra abultada para la época, luego de que una suspensión por golpear a un árbitro lo dejara sin poder jugar en el fútbol uruguayo, donde ya deslumbraba en Nacional. Gómez hizo 76 goles con la banda roja en los cinco años que defendió esa camiseta, además de ganar tres títulos locales y provocar una canción que es conocida hasta la actualidad: “la gente ya no come, por ver a Walter Gómez”. En los años 50 también jugaron en el equipo de Núñez el delantero Luis Castro y el volante Iseo Fausto Roselló.
Con el arribo de la década de 1960, los nombres empiezan a ser más fácilmente reconocibles. El delantero Domingo Pérez -mundialista con Uruguay en 1962 y 1966- tuvo su pasaje donde marcó seis goles. Más adelante llegaron otros dos nombres célebres: Luis Cubilla y Roberto Matosas. Cubilla marcó 31 goles con la banda y superó los 120 partidos, además de regresar en los 80 como entrenador. Matosas, por su parte, arribó para aportar su calidad a la defensa y sumó más de 160 encuentros con los de Núñez.
La década siguiente no encontró períodos muy extensos en los uruguayos que arribaron al club: se vistieron de blanco y rojo Baudilio Jáuregui, Omar Correa, Juan Ramón Carrasco y Alfredo De Los Santos, con “JR” conquistando la mayor cantidad de goles, con 13 gritos.
Ya en los años 80, las puertas de la institución recibieron a nada menos que once futbolistas nacidos en Uruguay, algunos de los que marcarían la historia del club para siempre. En 1983, Alberto Bica llegó desde Nacional tras ganar todo con el Bolso, pero no demostró demasiado su valía en el fútbol argentino. Junto a él, el Millonario adquirió a un joven mediapunta, elegante y desgarbado, que desde Montevideo Wanderers se sumó a filas del club para, con el tiempo, subirse al Olimpo de River: se trata, claro está, de Enzo Francescoli.
El “Príncipe”, nacido en noviembre de 1961, llegó con 21 años a River para disputar su primera etapa, que se estiró hasta 1986. “Jugador de una línea estética admirable, con la personalidad justa para ser caudillo y despertar el respeto de propios y rivales”, señala el sitio del club en una reseña sobre el futbolista. Los comienzos de Enzo en el conjunto de Núñez no fueron sencillos, llegando a ser cuestionado en su primera etapa. Sin embargo, perseveró, aguantó los golpes, y el tiempo le dio la razón. Fue campeón y máximo goleador en la temporada 1985/1986, y se fue a jugar a Europa antes de que el club sellara los títulos de la CONMEBOL Libertadores y la Copa Intercontinental de ese año. Su estadía en el Viejo Continente terminó en 1994, cuando decidió regresar a River a los 33 años para sacarse la espina de levantar el trofeo continental, algo que terminó consiguiendo en 1996 en un equipo inolvidable. “Estoy feliz, saldé una deuda que tenía pendiente conmigo mismo”, confesó, por entonces. Además, obtuvo la Supercopa Sudamericana de 1997 y cuatro títulos locales de argentina. Se retiró en 1997, habiendo sumado 236 partidos y 137 goles con la banda roja en el pecho, quedando como tercer máximo goleador extranjero del club. Años más tarde, regresó al club para asumir el rol de director deportivo y su leyenda solo se acrecentó, siendo mentor de una etapa dorada con Marcelo Gallardo como entrenador, donde levantaron dos veces la Libertadores.
En esos años también llegaron otros nombres que no jugaron demasiados partidos, como Daniel Carreño, Carlos Berrueta o Jorge Villazán. Sí formaron parte del recordado equipo multicampeón de 1986 el “Tano” Nelson Gutiérrez, Mario Saralegui y Rubens “Pocho” Navarro. Y hubo un oriental más que marcó una página dorada, que fue Antonio Alzamendi. El “Hormiga” no solo aportó seis tantos en la campaña hacia el título de la Libertadores, sumó goles clásicos y se ganó el respeto de la hinchada, sino que también grabó su nombre a fuego al marcar el gol que le dio a River el título de la Intercontinental contra Steaua Bucarest. El tanto es considerado por muchos hinchas del club como el más importante de la historia de la institución, y tiene la firma de Alzamendi.
Un compañero del “Hormiga” fue el “Polilla” Jorge Da Silva, que jugó entre 1987 y 1989 y conquistó la Copa Interamericana, además de marcar 25 goles con esa camiseta. Un nombre de gran relevancia en el fútbol uruguayo de esa época que también supo ser del Millonario fue Hugo De León, donde si bien no tuvo demasiado rodaje, celebró el Campeonato Argentino de 1989/1990. En ese plantel campeón también estaba el otro Da Silva, Rúben, el “Polillita”, que arribó a la institución tras su gran pasaje por Danubio, y llegó a ser máximo anotador de un Torneo Clausura, ya en la década del 90, antes de cruzar la vereda y tener su pasaje por Boca Juniors.
En esos años 90, Javier Zeoli y Leonardo Ramos llegaron a Núñez para jugar en River, con este último pudiendo celebrar dos títulos locales además de algún golazo producto de su gran pegada. Quien también pudo dar una vuelta olímpica fue Alfonso Domínguez, que llegó al equipo recomendado por su amigo, Antonio Alzamendi. Hubo, además, una anécdota con Diego Maradona que le abrió las puertas del fútbol argentino: en un partido entre Uruguay y Argentina, tuvo que defenderlo y Maradona declaró que “la Guacha” había sido el único defensa que lo había marcado sin pegarle. En el equipo campeón de la Libertadores de 1996, se hizo presente otro uruguayo como Gabriel Cedrés, que fue una pieza clave en el equipo -titular en la segunda final ante América de Cali- y además consiguió un título local. No solo eso, sino que un día debió ocupar el arco en un juego ante Rosario Central debido a la expulsión del “Mono” Adrián Burgos. El “Gaby” fue otro de los que pasó tanto por el Millonario como por Boca Juniors. Los comienzos de los años 2000 no tuvieron demasiados casos de jugadores que hicieran una trayectoria dentro de River, con pasajes de Daniel Fonseca, Martín Del Campo, Máximo Lucas, Carlos Diogo y Marcelo “Pato” Sosa. El “Loco” Sebastián Abreu fue quien pudo quebrar la racha y marcó un ciclo positivo, logrando el Clausura 2008, que rompió una marca de cuatro años sin títulos para el club, en el que hizo 12 goles. Robert Flores fue otro que no pudo jugar demasiado, y quien debió cargar con una pesadísima mochila de ser apodado, por entonces, como un posible sucesor de Francescoli.
El 2011 fue un año particularmente malo para el club, que sufrió un inédito descenso a la Primera B Nacional, donde pasó una temporada para luego regresar a la máxima categoría. Pero en esa “aventura” por la segunda división, estuvieron presentes Juan Manuel Díaz y Carlos Sánchez. El lateral cumplió un buen pasaje y se fue en 2012 hacia Nacional, mientras que el volante permaneció hasta 2017 y se estableció como un referente del equipo y uno de los uruguayos más queridos para los hinchas.
Es que en la era de Marcelo Gallardo como entrenador, tanto el “Pato” como Rodrigo Mora (que llegó en 2012) fueron piezas fundamentales en la vuelta de River a las páginas de gloria, con la obtención de la CONMEBOL Sudamericana 2014, y la Libertadores y Recopa de 2015. El “Pulga” fue goleador de dicha Sudamericana, estuvo en el plantel hasta 2019 y llegó a ser parte de la inolvidable e histórica conquista de la CONMEBOL Libertadores de 2018 en el estadio Santiago Bernabéu ante Boca. Para esa altura, Camilo Mayada y Tabaré Viudez también eran parte de la familia Millonaria, con ambos pudiendo alcanzar la gloria de besar el máximo trofeo continental.
Mayada puede vanagloriarse de haberse colgado nada menos que nueve medallas con el club, y haber sido un puntal del equipo del “Muñeco” Gallardo por esos años. La Libertadores de 2018 también fue obtenida por Marcelo Saracchi, que en 2023 terminó convirtiéndose en jugador del Xeneize, y por Nicolás De La Cruz, otro de los futbolistas uruguayos que marcaron una época en el club y que ha sido un nombre cantado en la oncena del elenco desde hace muchos años. De La Cruz, hermano de Carlos Sánchez, pudo replicar el éxito del “Pato” y también afirmarse como una de las figuras del campeonato argentino, manteniéndose más allá de la era Gallardo y levantando los dos primeros títulos bajo la conducción de Martín Demichelis, antes de dejar la institución.
En el medio entre las dos Libertadores obtenidas, hubo otro uruguayo que también pudo obtener un título: el experimentado Iván Alonso arribó el club tras ser goleador en Nacional, donde ya había sido dirigido por el “Muñeco”. Si bien no pudo repetir las voraces cifras de goles que traía del Bolso, pudo dejar su marca al anotar el tanto del título para obtener la Copa Argentina de 2016.
El 9 de diciembre de 2023, día en el que se cumplía un lustro de la Libertadores ganada ante Boca, un uruguayo más, Sebastián Boselli, campeón mundial Sub 20, debutó con la banda roja. El 28 de enero del 2024 fue el turno del estreno de Nicolás Fonseca, el volante formado en Wanderers, hijo de Daniel Fonseca, también con pasado Millonario, y el 7 de febrero se produjo el debut de Agustín Sant’Anna, quien llegó desde Defensa y Justicia.
Cabe destacar que, según explica la revista El Gráfico, los uruguayos Atilio Somovigo, Juan Bautista Somovigo, Alcides Aguilera, Horario Troche, Pedro Cubilla, Luis Cubilla (hijo), Martin Artigas Taborda, Daniel Carreño, Alberto Acosta y Ricardo Celestino Bitancort no llegaron a debutar de manera oficial.
En cuanto al fútbol femenino, Carolina Birizamberri es delantera de River desde 2016 (la temporada 2018/19 la jugó en Parquesol de España) y la lateral Laura Felipe defiende al Millonario desde noviembre de 2020.
Estos son los uruguayos que jugaron en River Plate:
1 – Luis Solans
2 – Zoilo Canaveri
3 – Pedro Lago
4 – Pablo Dorado
5 – Ismael Martínez
6 – José Lamas
7 – Clotardo Dendi (nació en Paraguay, pero obtuvo la nacionalidad uruguaya)
8 – Juan Besuzzo
9 – Julio Barrios
10 – Avelino Cadilla
11 – Ismael Rivero
12 – Joaquín Bermúdez
13 – Walter Gómez
14 – Luis Castro
15 – Iseo Fausto Roselló
16 – Domingo Pérez
17 – Luis Cubilla
18 – Roberto Matosas
19 – Jorge Vázquez
20 – Baudilio Jáuregui
21 – Omar Correa
22 – Juan Ramón Carrasco
23 – Alfredo De Los Santos
24 – Alberto Bica
25 – Enzo Francescoli
26 – Carlos Berrueta
27 - Luis Alberto Acosta
28 – Nelson Gutiérrez
29 – Jorge Villazán
30 – Rubens Navarro
31 – Mario Saralegui
32 – Antonio Alzamendi
33 – Jorge Da Silva
34 – Hugo De León
35 – Ruben Da Silva
36 – Alfonso Domínguez
37 – Javier Zeoli
38 – Gabriel Cedrés
39 – Leonardo Ramos
40 – Daniel Fonseca
41 – Martín Del Campo
42 – Máximo Lucas
43 – Carlos Diogo
44 – Marcelo Sosa
45 – Sebastián Abreu
46 – Robert Flores
47 – Juan Manuel Díaz
48 – Carlos Sánchez
49 – Rodrigo Mora
50 – Tabaré Viudez
51 – Camilo Mayada
52 – Iván Alonso
53 – Nicolás De La Cruz
54 – Marcelo Saracchi
55 – Sebastián Boselli
56 – Nicolás Fonseca
57 – Agustín Sant’Anna