River Plate elevó el nivel mostrado en los primeros partidos del año, montó una exhibición ante Vélez en el Monumental por la tercera fecha de la Zona A de la Copa de la Liga y demostró que está en condiciones de dar pelea en todos los frentes.
Después del pobre empate ante Argentinos y de la módica victoria sobre Barracas Central, el equipo dirigido por Martín Demichelis se reencontró con su mejor juego y brilló contra Vélez.
Todo fluyó desde el comienzo para River. Con Ignacio Fernández en la derecha, ya no como enganche sino como un ocho de los de antes, fue mucho más fácil encontrar pases con sentido hacia adelante en ataque. Esequiel Barco jugó centralizado y desde su gambeta y la movilidad del resto, Vélez nunca supo cómo defenderse.
Los goles llegaron de forma natural. Facundo Colidio abrió el marcador a los seis minutos después de una gran jugada colectiva y también puso el 4-0 sobre el final de la primera parte. El exjugador de Tigre fue fundamental en el buen trabajo del equipo, por su capacidad para presionar la salida y también para mostrarse siempre como oferta de pase.
Después, Miguel Borja tradujo en el marcador la superioridad de River. El colombiano es el futbolista más regular del equipo en este inicio de campeonato. No falló, marcó un triplete y siempre fue una amenaza para el visitante. Un goleador de esta categoría en estado de gracia marca la diferencia en todo contexto.
A diferencia de los primeros partidos del año, River tuvo intensidad para presionar, precisión para juntarse en ataque y, sobre todo, contundencia. Demichelis armó un 4-3-1-2 clásico. Nicolás Fonseca expuso su mejor virtud: presionar y achicar espacios hacia adelante. Además, estuvo más seguro con la pelota. Fernández jugó uno de sus mejores encuentros desde el regreso, mucho más cómodo en esa posición y suelto. Rodrigo Aliendro completó bien el funcionamiento del mediocampo.
En el segundo tiempo, con el 5-0 en el marcador, Demichelis hizo cuatro cambios y les dio minutos a Ramiro Funes Mori, Agustín Palavecino, Franco Mastantuono, Agustín Ruberto e Ian Subiabre. River descansó con la seguridad de que ya había consumado un baile.
Con la llegada de Rodrigo Villagra y el pronto regreso de Claudio Echeverri, River tendrá más y mejores variantes, pero es una gran noticia que ya haya desplegado algo del fútbol que necesita para soñar con la CONMEBOL Libertadores.