River Plate y Boca Juniors volverán a verse las caras en la Copa de la Liga 2024, esta vez en un "mata-mata" por el pase a semifinales, un duelo que probablemente no esperaban para esta instancia, pero que para Claudio Echeverri puede ser soñado.
El Superclásico se disputará este domingo 21 de abril en el estadio Mario Kempes de Córdoba, desde las 15:30 (ARG), 14:30 (CHI), 13:30 (COL/ECU/PER), con transmisión en vivo de ESPN Premium (sólo para Argentina) y Star+ (para el resto de Sudamérica) donde, seguramente, se podrá ver a un Diablito titular y ante la gran chance de brillar frente al rival de toda la vida, tal como supo hacerlo en las inferiores millonarias.
¿Cómo le fue en el Superclásico como profesional?
Martín Demichelis lo incorporó al plantel de Primera en mayo de 2023, pero decidió llevarlo de a poco, en especial después de que el chico de 17 años reconociera públicamente que lo afectaba la presión por las expectativas puestas en él.
El debut llegó meses más tarde, el 22 de junio frente a Instituto en el Monumental por el Torneo de la Liga, pero el entrenador se mantuvo firme en eso de no apurarlo y no fue titular ni una vez. Sumó minutos y en muchas ocasiones, ni salió del banco. Aún así, logró su primer título como parte de aquel equipo.
El 1° de octubre fue el turno de la fecha de interzonales de la Copa de la Liga 2023: en La Bombonera, River superó a Boca por 2-0, pero Echeverri, que estuvo convocado, se quedó afuera del banco. La semana anterior se había lucido en el Superclásico de Reserva que terminó 1-1.
Hasta diciembre el Diablito no iba a volver a ser parte del equipo de Demichelis, porque viajó con la Selección Argentina Sub 17 al Mundial de la categoría en Indonesia, donde fue la gran figura del combinado que ocupó el cuarto puesto del certamen.
El fin de año de 2023 tuvo la mejor versión de Echeverri, en la victoria sobre Rosario Central donde fue titular por primera vez y conquistó su segunto título en el Trofeo de Campeones, pero también fue el momento donde su relación con los hinchas sufrió un quiebre al anunciar que no iba a renovar su contrato.
Confirmada su venta al Manchester City, el chaqueño encaró el 2024 con el deseo de recoquistar a la gente y consagrarse con la camiseta de la banda, antes de partir a Europa. Pero nuevamente, una citación a la Selección, esta vez la Sub 23 para el Preolímpico, no le permitió asentarse en el primer equipo de River, que comenzó la Copa de la Liga 2024 sin él.
Regresó poco antes del Superclásico del 25 de febrero. Demichelis sorprendió al incluir al juvenil desde el arranque frente a Boca. No la rompió, pero su actitud y atrevimiento convencieron. Sus acciones casi no trascendieron los tres cuartos de cancha, excepto una pelota que Facundo Colidio estrelló en el palo. Un caño a Equi Fernández y un pase de taco fueron algunos lujitos que dieron muestras de su carácter. Tuvo 59 minutos en los que se ganó el reconocimiento del Monumental. Reconciliación con los hinchas y sueño cumplido en su primer y único River-Boca como local.
Un Superclásico a la medida de Echeverri
Una combinación de resultados, que parecía poco problable, en la última fecha de la fase de grupos deparó que River y Boca se eliminen entre sí en los cuartos de final. Seguramente, los dos más grandes del fútbol argentino hubieran preferido encontrarse en una hipotética definición o ni siquiera volver a cruzarse. Sin embargo, para Echeverri este Superclásico se presenta como una oportunidad casi inigualable.
El atacante de 18 años ha tenido una enorme evolución en estos últimos meses, además de la experiencia que ha acumulado con las selecciones juveniles. El Diablito fue convenciendo a Demichelis para que confíe más en él hasta convertirse en un titular casi inamovible.
Rápido para romper y encarar de tres cuartos en adelante, Echeverri asume responsabilidad y se destaca por animarse a pegarle desde afuera. Prueba, a veces se equivoca, a veces se apura. Pecados de juventus. Pero el gol llegó, frente a Gimnasia.
Incluso, cuando el DT lo dejó en el banco en el debut en la CONMEBOL Libertadores 2024 en Venezuela, su ingreso resultó el revulsivo que el Millonario necesitaba para ganarle al Deportivo Táchira. Y frente a Nacional de Montevideo marcó un golazo, que abrió el triunfo 2-0, que empieza a encaminar a River a octavos de final.
Hoy Echeverri es la primera opción de Demichelis, por sobre Esequiel Barco, quien es una de las grandes figuras de su ciclo, pero que ha bajado su rendimiento últimamente.
Su titularidad en próximo duelo con Boca se da casi por descontada, aún si eso implicara un cambio de esquema. Franco Armani, Paulo Díaz, Echeverri y Miguel Borja, por actualidad son los infaltables.
Para el Diablito este Superclásico es un regalo (cuando sólo esperaba tener uno más). Le llega en el momento justo, pero también será una gran prueba para él. Con sólo 18 años y de físico menudo, el juvenil deberá demostrar que está para jugar 90 minutos al primer nivel y máxima exigencia. Esa esa su cuenta pendiente.
Sólo una vez completó un compromiso. Demichelis señaló que todavía le cuestan los partidos con los mayores, y se nota. Con Boca se espera un choque de alta intensidad y roce, condiciones difíciles para Echeverri, que de todas formas intentará dejar su marca en el tiempo que le toque estar sobre el césped del Mario Kempes.
Dos razones más que le da Manchester City a River para que el Diablito sea titular
El buen momento que atraviesa el Diablito es la principal motivación para que el entrenador millonario lo incluya desde el inicio en el Superclásico del domingo. Pero existen otras dos buenas razones para que esto suceda.
La venta al Manchester City inluye cláusulas por objetivos que al ser cumplidos le otorgarán más dinero al club de Núñez. Una de esas metas será alcanzada si Echeverri es titular, ya que llegaría al 30 por ciento en esa condición en el semestre, lo que le dará dos beneficios a River: el pago de 500 mil euros extra y la garantía de que el jugador se quede hasta fin de año en el equipo argentino.
Fútbol, dinero y continuidad. Con el Diablito adentro, River empezará ganando frente a Boca.