Claudio Echeverri tuvo este jueves su esperado debut en la Primera División de River Plate al ingresar en el segundo tiempo del partido frente a Instituto por el Torneo de la Liga.
A los 62 minutos del encuentro, con el Millonario 2-1 arriba ante la Gloria, Martín Demichelis mandó a la cancha al Diablito en reemplazo de Nacho Fernández. El partido, muy favorable para el local, con superioridad numérica, le sentó bien al juvenil, que con botines naranjas recibió rápidamente de Enzo Pérez y empezó a demostrar en casa.
Las primeras intervenciones del juvenil fueron pases cortos en la zona central de la cancha, mientras que en los minutos siguientes se recostó por la izquierda y empezó a asociarse con sus compañeros de forma un poco más vertical, como cuando gambeteó a Juan Franco dejando pasar la pelota y recibió una dura falta del defensor paraguayo, que fue amonestado por el árbitro y recriminado por los jugadores de River.
Pero la acción más relevante del chaqueño, muy mimado por una gente que se levantó con su ingreso, llegó a siete minutos del final, cuando perdió la pelota en ataque, pero la recuperó y asistió a Lucas Beltrán, quien se hizo un lugar y remató, convirtiendo el tercer gol de la noche.
Tanto el delantero como el Diablito festejaron el gol: en primera instancia, se lo dieron al cordobés, para luego rectificar y cedérselo a Echeverri, un paso intermedio antes de finalmente convalidárselo al goleador, ya que se desvió en un defensor y no en el debutante, tal y como él confirmó en la entrevista post partido.
Fue una noche redonda para Echeverri, a la que consideró "un gran debut", con triunfo contra Instituto para sacarle diez puntos a Talleres, su escolta, y acercarse al título, en una fecha que los hinchas de River recordarán por mucho tiempo.
La figura de la Selección Argentina Sub 17 en el Sudamericano que se disputó en Ecuador, donde disputó ocho partidos, anotó cinco goles y repartió tres asistencias, empezó a entrenar con el plantel profesional del Millonario después de la goleada recibida ante Fluminense en Río de Janeiro y concentró por primera vez para el cotejo contra Vélez en Liniers, pero se quedó en el banco de suplentes, como en los cotejo vs. Fluminense (la 'revancha'), Banfield y Defensa y Justicia.
Y este jueves, en el Monumental, tuvo su lugar su esperado bautismo en la máxima categoría del fútbol nacional.
El Diablito, que forma parte de la lista de buena fe en la CONMEBOL Libertadores y antes del Sudamericano se dio el lujo de entrenar con la Albiceleste mayor, dejó atrás los días de descanso en su Chaco natal y se enfocó en su presente en el conjunto de Núñez, con el que -ahora- alterna entre la Reserva y la Primera.
El talentoso mediocampista ofensivo de 17 años había sido elogiado por Martín Demichelis, quien consideró que tiene el ADN River, aunque pidió "bajar un poco las expectativas".
"Yo les pido a ustedes que hay que bajar un poco las expectativas. No deja de ser un jovencito. Y desde ese lado hay que llevarlo muchísimo. A mí me encanta acompañar la evolución de los jugadores, en este caso de los chicos, porque para mí su evolución no tiene límites, pero vuelvo a repetir: hay que manejar un poco las expectativas que se han generado para con él, porque no deja de ser un chico y no debemos confundirlo", pidió el técnico riverplatense.
"Nosotros lo vamos a ayudar como cuerpo técnico para que él siga entrenando, creciendo, que se ponga a la par de los profesionales para entender que hay otro ritmo en la Liga Profesional, y no tengo dudas de que por el ADN que lleva en la sangre, de River, está por buen camino para convertirse en jugador profesional de River", finalizó.
Pocos días después, en diálogo con TyC Sports, el propio futbolista reconoció que "le estaban pasando muchas cosas y, siendo tan chico, a veces sentía mucha presión de la gente", aunque señaló que "es lo que le toca y debe convivir con eso, bien acompañado por su familia, a pesar de que a veces estresa o cansa".
"Ayer estaba un poco bajón por ese tema porque hay mucha expectativa hacia mí, porque uno se pone a pensar y dice 'tengo que dar lo mejor para que la gente piense todo lo que se habla de mí', pero una vez que entro a la cancha trato de olvidarme y darle lo mejor al equipo", completó el futbolista categoría 2006 después de vencer a Venezuela en Quito.
En la misma línea, Placente le recomendó "aislarse y saber disfrutar del momento" de estar con sus compañeros. "Mientras más tranquilo esté, mejor va a jugar", indicó el seleccionador, que admitió la dificultad de las presiones en los jóvenes.
El 2 de enero de 2023, el Diablito firmó su primer contrato profesional con River, con una cláusula de rescisión de 25 millones de euros (que sube a 30 en los últimos días de cada mercado de pases). El club tiene la intención de renovarle el vínculo para blindarlo de presuntos intereses del fútbol europeo.