Ser primero no garantiza nada. Una frase que, en este caso, es el fiel reflejo de la realidad. Con las eliminaciones de River Plate y Godoy Cruz en cuartos de final, siete de los ocho equipos que ganaron su grupo en la fase regular de la Copa de la Liga no pudieron coronarse campeones. Por eso, es clave la regularidad y esto demuestra que terminar primero no es sinónimo de éxito al final del camino.
River, puntero del Grupo A, perdió 3-2 en el Superclásico ante Boca Juniors y se despidió el domingo de la ilusión de poder conquistar la Copa de la Liga 2024. El mismo camino había seguido, menos de 24 horas antes, Godoy Cruz, líder del B, que cayó por 2-1 frente a Vélez Sarsfield.
Esta maldición de los punteros en la Copa de la Liga tiene antecedentes muy claros a la vista. Es que esta karma antes lo vivieron Vélez (2021), Racing Club (2022 y 2023), Estudiantes (2022), Huracán (2023) y ahora River y Godoy Cruz, que no pudieron cortar esa racha y ya se despidieron del torneo argentino.
El único equipo en obtener su zona y después salir campeón fue Colón de Sante Fe, cuando se quedó con el título en 2021. Actualmente, el Sabalero participa en la Primera Nacional, la Segunda División, tras el descenso sufrido en la pasada temporada.
Desde que se creó este sistema de juego en la Copa de la Liga, con zonas A y B, lograron superar al menos una rueda. Al citado caso de Colón, campeón hace tres años, se sumo Racing, equipo que en 20222 arribó a semifinales.
El récord de puntos en una fase regular lo consiguió Vélez, en 2021, cuando acumuló 31 puntos, pero cayó en cuartos de final ante Racing por penales, luego del 1-1 en tiempo reglamentario.
En 2021 y 2022, el puntero de cada grupo tenía la ventaja de ser local en el primer duelo de eliminación directa, es decir, en cuartos de final. Ese privilegio quedó en el olvido en 2023, cuando la dirigencia decidió que se jugaran todos los encuentros de este sistema de mata-mata en cancha neutral.