Sergio Gómez, uno de los entrenadores del Platense campeón del fútbol argentino, expresó toda su emoción en diálogo con ESPN en medio de los festejos por la consagración en Santiago del Estero, valorando el título por el camino que atravesó el equipo.
"Creo que es merecido. Se habla de merecimientos, es merecido. Porque hemos jugado los cuatro partidos de visitantes, con cuatro grandes, y estos jugadores se plantaron, hicieron las cosas muy bien, y para mí se lo merecen", señaló uno de los integrantes de la dupla técnica.
Y añadió: "Nosotros fuimos a buscarlo, no queríamos que nos regalen nada, y se hablaba de si hacíamos tiempo: demostraron las estadísticas que en el tiempo efectivo habíamos sido uno de los equipos que más habíamos jugado en cancha de River. Y se decía que hacíamos tiempo, quitándoles mérito a estos jugadores, que lo que hicieron es muy meritorio. No sé si va a volver a pasar en la historia del fútbol argentino algo así: Racing, River, San Lorenzo, Huracán. Es impresionante. Tenemos un buen grupo de jugadores aplicados que querían la gloria".
Para destacar el valor histórico de esta conquista, la primera del club, Gómez completó sobre el plantel: "Independientemente de lo que queda en la vida, cuando pasen sus hijos o sus nietos por la cancha de Platense, esa estrella que consiguió en 120 años fue gracias a ellos".
La entrevista había empezado en el campo de juego, con su hija menor, Francesca, en brazos y sus otros hijos, Ximena, Denisse, Bianca y Santino, dándole un abrazo. Pero por la emoción tuvo que frenar. Y luego indicó: "Mi mamá, mis abuelos, son todos de acá, de Santiago, tengo mi familia de Tucumán también, así que estábamos de local".
"No tenemos idea de lo que acabamos de conseguir. Este club fue mi niñez, fue mi adolescencia. Siempre digo lo mismo: dame una bolsa con mercadería para que pueda comer en mi casa. Cuando tenía 13 años. Y hoy les devuelvo un poquito de lo que hicieron por mí, todos esos dirigentes, Luis Acosta, que hoy no está conmigo. Tenía que ser así, en la tierra de mi vieja, acá, en Santiago, que hoy no la tengo conmigo, de mis hermanos, de mis abuelos, toda mi familia. El destino estaba tranquilo porque tenía que ser, se tenía que dar, no sabía cómo, pero tenía que ser", afirmó Gómez, visiblemente emocionado.
El exfutbolista también comentó: "No tengo idea, no sé cómo estoy apoyando el pie, cómo no se me cae la nena... Estoy flotando, no tengo ni idea de lo que acabamos de conseguir, pero sí tenía la tranquilidad de que lo íbamos a conseguir. A la gente del Calamar... que disfrute, que con orgullo tenga la estrella. Y a la gente de mi barrio, San Antonio, que algunos escucharon, porque no tenía para pagar el Pack Fútbol, pero lo escucharon y me seguían en los pasillos de mi barrio, donde yo me crié, donde tantas veces recorrí, y agradezco a todos ellos que forjaron mi personalidad. Y a mi vieja, que me hizo un luchador".
Finalmente, Gómez comentó que este no es el mayor logro de su vida, sino el ascenso con Fénix: "Eso es insuperable, porque el primer ascenso fue de la D a la C, el 30 de mayo, cuando mi vieja estaba enferma de cáncer y le habían dado tres meses de vida. Yo quería que mi vieja me viera dar la vuelta, con los nietos de la mano. Me vio dar la vuelta y a los 15 días murió. Eso es todo. Eso es éxito para mí. La vida es lo que me dio mi vieja. Ella es mi vida".