Racing y River cerrarán los cuartos de final de la Copa Argentina con un choque repleto de condimentos que alimentan un Clásico de por sí picante entre dos de los grandes del fútbol argentino. La llegada de Maximiliano Salas al Millonario fue la gran novela del último mercado de pases y el delantero tendrá que enfrentar al club donde fue decisivo para conseguir sus últimos dos títulos internacionales.
El traspaso no corrió por los rieles más utilizados entre equipos del torneo albiceleste y las declaraciones, sobre todo desde Avellaneda, hicieron que la polémica crezca hasta llegar a boca de todos.
El llamado de Marcelo Gallardo a Salas para consultar preguntarle si estaba interesado en pasar al Millonario le dio inicio a una negociación inesperada por parte de Racing, que tenía en mente extender el vínculo del atacante y no esperaba que una propuesta de este calibre entorpezca su camino.
River necesitaba el sacrificio y la dinámica que ofrece el delantero, pero la Academia no estaba dispuesto a largarlo, por lo que la dirigencia del equipo de Núñez optó por pagar la cláusula de recisión de ocho millones de euros.
El famoso ‘Pacto de Caballeros’, del que tanto se habló, perdió su vigencia con esa decisión de River y eso no gustó para nada en Avellaneda. "La palabra que resume todo es decepción, sobre todo con River como institución: su presidente y su secretario general no pudieron honrar su palabra. Nosotros defendemos al club, y no lo queríamos negociar, aunque el jugador decidió por propia voluntad ejecutar la cláusula. Más allá de las cláusulas está la voluntad del jugador, y nadie quiere tener a un jugador que no quiere estar en el club. Con el entrenador de River hace más de un año que no hablo, no tengo diálogo, no soy amigo. Quizás es su práctica habitual. Yo no lo haría", disparó un notoriamente molesto Diego Milito.
Los entrenadores no se quedaron callados. El primero en hablar fue Gustavo Costas, que fue más cauto: "No me desilusionó, yo no le cierro la puerta a nadie. El que se quiere ir, el que logra irse porque va a tener más plata, no tengo problema". Gallardo le respondió a Milito: "La palabra de Salas fue lo más importante y él se expresó. Ya hablaron demasiado y poco me preocupan las opiniones externas. Sé muy bien qué es lo que soy, y cómo me comporto sin hipocresía".
El choque de cuartos de final ya podía ser catalogado desde la previa como un partidazo sin tener en cuenta a la polémica por Salas, la decisión de Marcos Acuña de volver al país para ponerse la camiseta de River y no la de Racing o la vuelta de Juanfer Quintero al Millonario. Pero sin dudas que estos condimentos ponen a este ‘mata-mata’ como uno de los grandes encuentros del semestre. Más aún si se tiene en cuenta que ninguno de los dos tiene asegurada su participación en la próxima CONMEBOL Libertadores y que una victoria dejará al ganador a dos partidos de ese objetivo base.
