No se revelaron los nombres de los detenidos, pero versiones de la prensa aseguran que uno de los blancos es el zaguero Victor Ramos, ex jugador de Rayados Monterrey
Las autoridades brasileñas arrestaron este martes tres personas acusadas de integrar una mafia que manipuló resultados de partidos de fútbol en Brasil, incluyendo algunos del Campeonato Brasileño de Primera división, informaron fuentes oficiales.
En una operación ordenada por un juez del estado de Goiás (centro), agentes de la Policía y de la Fiscalía también realizaron allanamientos en 16 municipios de seis diferentes estados de Brasil, informó el Ministerio Público en un comunicado.
El organismo no identificó a los detenidos en la llamada Operación Penalidad Máxima II, pero versiones de prensa aseguran que uno de los blancos es el zaguero Victor Ramos, actual jugador del Chapecoense pero que ha pasado por importantes clubes como Palmeiras, Vasco da Gama y Vitória, así como por el Monterrey mexicano.
Según el comunicado del Ministerio Público, hay indicios de que la organización criminal manipuló los resultados de al menos cinco partidos del Campeonato Brasileño de Primera división en 2022, así como otros cinco partidos de torneos regionales.
De acuerdo a los responsables por la investigación, los integrantes de la mafia ofrecían hasta 100.000 reales (unos 20.000 dólares) a futbolistas dispuestos a intentar manipular el resultado de algunos partidos.
"La investigación muestra que las manipulaciones eran diversas y tenían por objetivo, por ejemplo, garantizar que un futbolista fuese sancionado con tarjeta amarilla o hasta expulsado por cometer un penalti para favorecer al equipo contrario", según el comunicado.
El objetivo era beneficiar a miembros de la organización que hacían apuestas en plataformas específicas.
La operación de este martes es fruto de otra realizada hace pocas semanas y que identificó sospechas de manipulación en resultados de partidos del Campeonato Brasileño de segunda división en 2022.
La primera investigación fue abierta a finales del año pasado luego de que un jugador del club Vila Nova admitiera haber recibido 150.000 reales (unos 30.000 dólares) por cometer un penalti en un partido con el Sport por el Campeonato Brasileño de segunda división.
Como el jugador no fue preseleccionado para el partido, intentó convencer a algunos de sus compañeros, que denunciaron la oferta a los dirigentes del club y permitieron identificar la existencia de una organización criminal.
El primer proceso le permitió a la Fiscalía formular denuncias concretas contra ocho futbolistas de diferentes clubes por integrar la red de manipulación de resultados, entre los cuales Romário (Vila Nova), Joseph (Tombense), Mateusinho (Cuiabá) y Paulo Sérgio (Operário).