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¿Quién extrañará a Neymar?

Para ser honestos, al futbol no le va a pasar absolutamente nada mientras Neymar vuelve a jugar.


Es una pena que cualquier atleta sufra una lesión de rodilla tan seria como la que sufrió Neymar, pero ha llegado la justificación perfecta para que Brasil pase de una vez por todas de su goleador histórico, para que dejen de soñar que con él serán campeones del mundo y para que comiencen una nueva era.

En casi 15 años de trayectoria en selecciones, Brasil sólo tiene una cosa qué agradecerle al número diez, el oro olímpico de Río, fuera de eso, él no cambió nada y nunca estuvo a la altura de ser el líder que una nación tan poderosa necesita, como los que ha tenido y que, sin lugar a dudas, volverá a tener más temprano que tarde.

Neymar se fue de fiesta tantas veces y ha tenido tantos escándalos fuera de la cancha, que nadie puede culpar a su mala suerte por haber caído en por lo menos 13 lesiones de consideración a lo largo de su carrera, mismas que le han costado perderse 63 partidos, más los que se sumen entre la Verde Amarela y el Al-Hilal.

¿Es por suerte que Cristiano y Messi se han perdido apenas un juego más que Neymar sumando sus carreras? No lo creo, porque el éxito tiene un precio, y en el caso del alto rendimiento, es la disciplina con la que los atletas cuidan su cuerpo, especialmente cuando han rebasado los 30 años de edad.

Digamos que una noche en la vida de Neymar equivale a meses de cuidados en las vidas de Cristino Ronaldo y Messi, por lo que el brasileño no ha dejado de romperse a sí mismo, mientras ellos siguen rompiendo récords con sus selecciones.

Pero ya no mencionemos la lesión porque no se trata de hacer leña del árbol caído, mencionemos los goles que marcaron el portugués y el argentino y mencionemos lo que sí estaba en control de Ney, como no hacer una fiesta antes de jugar en fecha FIFA, otra vez.

Para ser honestos, al futbol no le va a pasar absolutamente nada mientras Neymar vuelve a jugar, Brasil va a tener oxígeno para empezar a reconstruir su vestidor e incluso su nuevo club va a recibir una millonaria compensación de FIFA.

Neymar ya ha hecho suficiente patrimonio, se ha divertido hasta el cansancio y nos ha dejado bellísimas jugadas para disfrutar en YouTube, así que no le debe nada al balón, puede rehabilitarse con calma y dar espacio para que una nueva estrella, alguien más comprometido, así sea menos talentoso, le saque brillo al número diez.