El Barcelona jugará su tercera final de la Champions femenil, ly defendiendo el título conquistado el año pasado frente al Chelsea, a pesar de perder su condición de invicto esta temporada, después de enlazar 46 victorias, para perder en Alemania por 2-0 ante el Wolfsburgo. El 5-1 de la ida fue definitivo para sentenciar la eliminatoria.
Se dieron cita 22 mil 157 espectadores en las gradas del Wolkswagen Arena suspirando por un milagro en forma de remontada que nunca se adivinó cercano.
De hecho, hasta que a los dos minutos de comenzar el segundo tiempo logró Tabea Wassmuth el 1-0 gracias a un excelente disparo cruzado fue el equipo azulgrana el que disfrutó tanto del dominio del juego como de las mejores ocasiones.
Paredes, Bonmatí, Rolfö y Crnogorcevic, por dos veces, tuvieron la oportunidad de avanzar al conjunto dirigido por Jonathan Giráldez, que se marchó al descanso con la sensación de tener la eliminatoria en el bolsillo pero el regusto amargo de no haber concretado las ocasiones de gol que disfrutó, cambiando el partido en la segunda mitad.
SUSTO
El Wolfsburgo, sin nada que perder, salió de los vestuarios con mucha más intensidad, presión y ganas, sorprendiendo al Barça y avanzándose rápido en el marcador por medio de Wassmuth y sorprendiendo a un Barça que lejos de reaccionar pareció conformarse con dejar pasar el tiempo sin más... Hasta que a la hora de partido un balón perdido por Guijarro acabó en las redes de Sandra Paños tras el remate desde la frontal de Jill Roord, encendiendo los ánimos de la hinchada local y, entonces sí, provocando la reacción de un Barça que, de pronto, se vio en un escenario inimaginable.
Fue una reacción de orgullo, que no de juego, la que se vio en las futbolistas azulgranas, mucho más centradas en labores defensivas que en ir a buscar la portería rival, preocupadas por evitar el 3-0 y que terminaron el partido encerradas en su área, jugando con el tiempo y conscientes de la trascendencia de esos minutos que les debían dar el pase a la final.
Quisieron pero no pudieron las alemanas enchufarse a la eliminatoria, llegando con peligro al área azulgrana pero sin crear peligro evidente, acabando por rendirse a la evidencia, siendo las protagonistas de acabar la racha inmaculada del equipo de Giráldez pero entregando al Barça el pase a la final del 21 de mayo en Turín.