VILLARREAL -- Liverpool sigue adelante en su búsqueda del sueño cuádruple. Aunque ahora puede prepararse para una décima final de UEFA Champions League a finales de este mes, contra Manchester City o Real Madrid en París, el equipo tuvo que volver a mostrar su increíble resistencia en el torneo europeo el martes para sellar una victoria por 3-2 ante Villarreal en el Estadio de la Cerámica.
El equipo de Jürgen Klopp estuvo tan flojo en el primer tiempo (superado en velocidad, en entradas y en inteligencia por su rival español) que los goles de Boulaye Dia y Francis Coquelin le habían dado a Villarreal una ventaja de 2-0 que anuló la superioridad de dos goles que Liverpool había ganado en el partido de ida la semana pasada. Los tres toques de Liverpool en el área de Villarreal antes del entretiempo fueron el registro más bajo del equipo en el primer tiempo en toda la temporada, y en todas las competencias.
Pero la decisión de Klopp de cambiar a Diogo Jota por Luis Díaz en el entretiempo decantó el partido a favor de Liverpool, ya que el extremo colombiano transformó el planteo de su equipo, que pasó de la sumisión a la ambición agresiva.
Díaz arrolló a Villarreal, desactivó el ritmo que había mantenido en el primer tiempo y le permitió a Liverpool tomar el control del partido. Para cuando el arquero de Villarreal, Gerónimo Rulli, le echó una mano al conjunto de Klopp con una serie de costosos errores, Díaz ya había cambiado el impulso y pasó a ser un hecho que Liverpool avanzara a su tercera final de Champions League en cinco temporadas.
"Remontar como lo hicimos en el segundo tiempo fue realmente especial", dijo Klopp. "Luis (Díaz) tuvo un impacto enorme. Diogo Jota no fue el problema en el primer tiempo, tuvimos 11 problemas. Sólo necesitábamos sacudir un poco el equipo. Quería que, mentalmente, los jugadores fueran monstruos desde el primer minuto, pero Villarreal corrió todos los riesgos en el primer tiempo y tuvimos un problema de fútbol que resolver.
"Hemos llegado a una final, pero tres de las competiciones aún no han terminado. Las finales aparecen en nuestro calendario y tenemos que estar preparados para ellas, pero va a ser difícil".
Aunque los registros mostrarán que Liverpool llegó a París con una victoria global de 5-2, el pase a la final era todo menos seguro durante el entretiempo en el pequeño estadio de Villarreal.
Liverpool completó el llamado "Milagro de Estambul" al remontar un 3-0 contra AC Milan para ganar la final de la Champions League 2005, y remontó un déficit de 3-0 en la ida con una victoria por 4-0 contra Barcelona en Anfield en la semifinal de 2019, por lo que una remontada en el segundo tiempo contra el ganador de la Europa League la temporada pasada no se compara con sus otras noches épicas de gloria.
Pero este triunfo y esta performance quedarán en el folclore de Liverpool ya que proporcionó evidencia de las cualidades que por lo general son pasadas por alto debido a la calidad de clase mundial del equipo de Klopp.
Para lograr grandes cosas, todos los atletas y equipos tienen que superar alguna clase de adversidad a lo largo del camino, y esta fue sin dudas una prueba para el espíritu resolutivo y guerrero de Liverpool.
Liverpool no tuvo descanso en el primer tiempo. El entrenador de Villarreal, Unai Emery, había enviado su equipo a la cancha con un plan de juego para presionar a Liverpool incesantemente e intensificar la presión en su defensa. En el mediocampo, Etienne Capoue (expulsado a causa de una segunda falta en los 85 minutos), Dani Parejo y Francis Coquelin fueron sobresalientes, mientras que Lo Celso encontró espacios para abrir la defensa de Liverpool.
Arriba, Gerard Moreno y Dia atormentaron a Virgil van Dijk e Ibrahima Konate. Villarreal también se benefició de los espacios por la derecha de Liverpool, donde Mohamed Salah y Trent Alexander-Arnold no lograron encargarse bien de sus tareas. El gol que abrió el marcador de Dia en el tercer minuto tras un pase de Capoue le dio al equipo de Emery la convicción de que podían lastimar a Liverpool y dominaron el juego, con Coquelin consiguiendo el 2-0 en 41 minutos.
Podríamos decir que esto dio lugar al descanso más importante de la temporada para Klopp, y tomó el toro por las astas con la introducción de Díaz, quien ha sido una sensación desde su fichaje de £50m de Porto en enero.
Con Díaz avanzando por la izquierda, Liverpool comenzó a tomar posesión y crear chances, y recuperaron la ventaja general en el encuentro con el disparo de Fabinho entre las piernas de Rulli en el minuto 62.
Cinco minutos después, Díaz cabeceó un cruce de Alexander-Arnold para dejar el encuentro 2-2 esa noche y 4-2 en total antes de que Sadio Mané completara el marcador en el minuto 74 después de que Rulli salió de su área y no pudo llegar a la pelota a tiempo.
Después de estar camino a la eliminación, Liverpool había dado vuelta las cosas en el lapso de media hora, y se debió simplemente a la audacia del entrenador y la capacidad del equipo de intensificar su juego.
Sólo los mejores equipos pueden hacer eso con semejante rapidez y con un efecto tan devastador -- y Liverpool se encuentra en ese grupo. Pero también figuran en el mismo Manchester City y Real Madrid, que se enfrentarán en Madrid el miércoles para definir quién enfrentará a Liverpool el 28 de mayo.
Real ha logrado remontadas inolvidables esta temporada, contra Paris Saint-Germain y Chelsea, pero City todavía no ha sido puesto a prueba en esas instancias. Si Liverpool termina enfrentando a City en París, sin embargo, no habrá signos de interrogación acerca de la mentalidad de Klopp y sus jugadores – y la oposición también estará al tanto de eso.
Es por eso que este triunfo en Villarreal era tan importante. Hizo saber al resto que Liverpool nunca se da por vencido y que podría terminar con cuatro trofeos esta campaña gracias a eso.
Ningún equipo inglés ha ganado el Cuádruple -- la FA Cup, la Carabao Cup, la UEFA Champions League y la English Premier League – en una temporada hasta ahora, pero Liverpool se ha acercado un poco más de manera convincente.