Con doblete de Harry Kane y un tanto de Jamal Musiala, los bávaros aplastaron 3-0 al campeón de la Bundesliga en la ida de octavos y dejó muy encaminada la eliminatoria.
Siempre se dice: cuando dos equipos de un mismo país se cruzan en una competencia internacional, es un partido especial. La máxima cuadra en cualquier confederación. Claro, es que se conocen del torneo autóctono, saben claramente de fortalezas y debilidades, casi no hay sorpresas. Eso pasa en la edición 2024-2025 de la UEFA Champions League con el cruce de octavos de final entre Bayern Munich y Bayer Leverkusen. Para colmo, como si no alcanzara el condimento de dos alemanes mano a mano, estos dos equipos se miran de reojo. Por eso la alegría gigante de los bávaros con el aplastante 3-0 en el chico de ida jugado en Munich.
Bayern sacó rápido la ventaja con el gol de Harry Kane: centro de Michael Olise y aparición fantasmal del goleador inglés para ganarle a la débil defensa de Nordi Mukiele para meter el cabezazo. Desde ahí, el partido fue trabado, peleado. El 1-0 parecía congelado, con la visita en su intento de plasmar su característico juego asociado si poder ejecutarlo, hasta que llegaron 20 minutos fatídicos para los de Alonso.
A los 54, el arquero Matej Kovar se mandó la macana del año, que puede valer la eliminación de Champions. Pelotazo frontal, alto, tranquilo para que el guardameta lo tomara y saliera jugando. Pero… Se le vencieron los dedos, la pelota cayó muerta y Jamal Musiala solo tuvo que empujar el regalito caído del cielo para el 2-0. Si algo le faltaba a Leverkusen para complicar la historia, a los 62, Mukiele, el mismo que falló en la marca del primer gol, se fue expulsado por doble amarilla.
¿Más? Sí. A los 74, el bueno de Edmond Tapsoba se quiso llevar a Kane para la casa en un córner y el VAR metió llamadito: penal. El inglés no falló y llegó el 3-0. Harry anotó así su 27º gol en Champions en 54 partidos jugados, contando el paso por Tottenham Hotspur. Con los alemanes, suma su 17 en 22 juegos.
El partido se rompió todo. Leverkusen, con Piero Hincapié y Exequiel Palacios de titulares, no hizo más pie y Bayern se floreaba, asociando a sus mediocampistas para llegar al área del ya demolido equipo de Alonso, cuyo único objetivo fue tratar de que la herida no se hiciera más grande. A Bayern no lo inmutó siquiera la lesión de su arquero Manuel Neuer, uno de los estandartes, quien debió ser reemplazado por Jonas Urbig. Y la goleada podría haber sido todavía más grande.
El triunfo cortó una seguidilla de seis partidos sin triunfos de Bayern contra Leverkusen, contando Bundesliga y Copa de Alemania (tres victorias de los de Xavi Alonso y tres empates). Hay tirria entre estos dos equipos. Y los de Munich quieren una revancha. No solo por esa media docena de partidos sin ganar que acumulaba y que se cortó. No alcanza con eso, es un premio demasiado pequeño. Quieren vengarse por algo más grande: Leverkusen se quedó con la Bundesliga pasada y frenó la seguidilla de 11 títulos enhebrados por el gigante de Alemania. Y si fuera poco, este año Bayern se quedó afuera de los octavos de DFB-Pokal en octavos eliminado por… Sí, Leverkusen. Todas esas malas para los bávaros pueden quedar sepultados avanzando a cuartos en Champions y eliminando a Bayer, situación para que parecen faltar apenas 90 minutos.
