ESPN Digital te presentó el duelo entre las dos figuras representativas del encuentro entre la Roma y el Real Madrid por los octavos de final de la UEFA Champions League.
Se trató del portugués Cristiano Ronaldo y el italiano Stephan El Shaarawy.
La preocupación por lo que haría Spalletti para detener a Cristiano Ronaldo en la capital italiana se equiparaba a la expectación por el regreso de la competencia continental después de más de dos meses. El portugués dio la razón a los tifossi con un golazo que abrió el marcador en la victoria por 0-2 sobre la Roma que encaminó la eliminatoria para el Real Madrid.
Cristiano fue determinante de principio a fin. El cuadro merengue salió con la intensidad que Zidane llevaba exigiendo en los partidos fuera del Bernabéu con el luso a la cabeza, que en los primeros minutos se mostró como una amenaza en la portería de Sczcesny. Suyo fue el primer disparo a gol, que salió ligeramente desviado, y también los primeras aproximaciones al área italiana.
Spalletti le tenía diseñada una jaula para evitar que conectara con sus compañeros que funcionó durante buena parte del primer tiempo. Si no le caía Pjanic, era Vianqueur el que constantemente lo acosaba, cuando no Florenzi. Y ninguno de los tres escatimaba en fuerzas para frenarlo. Sin carretera, Cristiano se abocó en una labor más creativa en la que tuvo chispazos brillantes – un pase bordado a Marceo, un cambio de juego a James - antes de concretar en su primer disparo al marco. Un golazo de jugada completa con autopase y regate incluidos.
EL partido fue un sufrimiento constante para la Roma, que tuvo que replegarse en su propia casa para mantenerse vivos en la eliminatoria. Stephan El Shaarawy, la apuesta de Spalletti para la ocasión por encima del bosnio Edin Dzeko, no pudo ser la alternativa en ataque que buscaba el entrenador italiano. Fue, en turno, un soporte defensivo, con el riesgo que conlleva el que sea una faceta que no domina del todo y que arriesgara a su equipo a encajar un tanto en el primer tiempo tras una dura falta sobre James. Pero aún confinado a su mitad del campo, El Shaarawy se las ingenió para amenazar la portería merengue en varias ocasiones.
Tuvo un par de intentos serios – ambos a la contra – en la que lo único que evitó que Keylor Navas se viera en apuros fue la agresividad – a veces, temeridad – con que Varan y Marcelo se emplearon para detenerlo. Exhausto y frustrado después de perder un mano a mano con el arquero tico, el atacante italiano cedió su lugar en la cancha para Edin Dzeko pasada la hora del encuentro. De nada sirvió al conjunto local el refresco en ataque, pues gracias a Cristiano Ronaldo, el partido ya estaba encarrilado para el Madrid.