MADRID - Liverpool y Tottenham se enfrentan por la Liga de Campeones con los duelos bajo palos, Alisson Becker frente a Hugo Lloris; ofensivos, con Roberto Firmino, Sadio Mané y Mohamed Salah contra Harry Kane, Christian Eriksen y Son Heung Min, o de defensas, como Virgil Van Dijk ante Toby Alderweireld, como claves para el desenlace de la final.
ALISSON BECKER-HUGO LLORIS:
Hay un factor diferencial y determinante en la final de la Liga de Campeones para el Liverpool: su portero. Hace un año fue Karius, superado por tal cita. Ahora es Alisson, protagonista indudable en las dos últimas ediciones de la Champions. El año pasado, con el Roma, se quedó en las semifinales. Ahora, compite por el título.
Sin sus paradas memorables, sin las cinco porterías a cero que ha sostenido en esta edición del torneo, incluido el 4-0 al Barcelona en Anfield, nada quizá habría sido posible. Tampoco sin Hugo Lloris, el más experto de todos los que disputarán el duelo de este sábado. Campeón del mundo hace un año, ahora ambiciona la Liga de Campeones, en la que ha dejado su marco a cero en cuatro de sus diez choques.
VIRGIL VAN DIJK-TOBY ALDERWEIRELD:
Dos jugadores surgidos del fútbol holandés, Van Dijk del Groningen y Alderweireld del Ajax, que dieron el salto definitivo hacia los mejores equipos del balompié inglés desde el Southampton, en el caso del belga previo paso fugaz por el Atlético de Madrid, asumen la responsabilidad defensiva en la final de este sábado.
Las cualidades desde todas las perspectivas de Van Dijk son imponentes. "Es uno de los mejores centrales del mundo sin duda, probablemente sea el central físicamente más fuerte al que me haya enfrentado", dijo a EFE Fernando Llorente. Su técnica, su facilidad para la salida del balón, su fortaleza... Lo tiene todo. Enfrente, Alderweireld es también sensacional en la creación del juego, incluida la precisión milimétrica que tiene en cada pase en largo. Desde esa destreza construirán sus aspiraciones ambos conjuntos.
ROBERTO FIRMINO-HARRY KANE:
Son las dudas aún no resueltas de la final. Los dos ya se entrenan con el grupo, recuperados de sus respectivas lesiones, y apuran su puesta a punto pero su titularidad aún es una incógnita, con la transcendencia que tienen ambos goleadores para sus equipo, más aún en una final de la exigencia de la Liga de Campeones.
El brasileño, inactivo en competición desde el pasado 26 de abril por una lesión muscular, ha marcado dieciséis goles en sus 47 partidos oficiales de esta temporada, genera espacios, combina bien, inicia la presión... Y el inglés, de baja por una dolencia en el tobillo desde el 13 de abril, es un artillero incontestable en el Tottenham: 164 goles en 252 encuentros, 24 de ellos este ejercicio.
SADIO MANÉ-SON HEUNG MIN:
Mané es velocidad pura, pero también goles. Un activo muy valioso para el Liverpool. Nadie ha marcado tantas dianas como él en esta temporada en su equipo. Ni siquiera Salah. 26 a 25 gana el futbolista senegalés, cuyo despliegue vertiginoso es temible para cualquier adversario, más aún cuando el partido pierde control.
También lo es Son Heung Min. El surcoreano ha anotado 16 goles en este curso, cuatro en la Liga de Campeones. Y los cuatro en sus últimos cinco duelos en el torneo. En las eliminatorias, cuando se deciden las competiciones. Un hombre clave en el esquema de Pochettino, en su ataque y en la final de este sábado.
MOHAMED SALAH-CHRISTIAN ERIKSEN:
Son seguramente los dos futbolistas con más calidad técnica y más imaginación de la final de este sábado de la Liga de Campeones; una revancha un año después para Salah, apartado de la anterior final del torneo por una lesión a la media hora y ahora listo para conquistar la Champions, tras perderse la vuelta de las semifinales.
Necesita el Liverpool su fútbol y sus goles -25 en este ejercicio- para triunfar en la final de Madrid como también necesita el Tottenham la mejor versión de Eriksen, cuyo talento, capacidad creativa e indudables cualidades son aparentemente indispensables para el grupo de Mauricio Pochettino. Ha anotado diez dianas.