MADRID -- Mohamed Salah ha recorrido un largo camino de Kiev a Madrid. El partido más importante de su carrera terminó repentinamente a la media hora cuando fue derribado por Sergio Ramos. Su esperanza de poner el broche de oro a una gran temporada acabó en frustración al ver a su equipo sucumbir por 1-3 ante el Real Madrid.
Salah ha vivido un año bajo la sombra de esa lesión.
Antes de llegar a su segunda final consecutiva de Champions League, ha tenido que sortear un difícil Mundial, despejar las dudas en torno a su estado físico a principios de temporada y aguantar un vendaval de críticas en la recta final por su ‘discreta’ aportación a la causa del Liverpool.
“Obviamente fue una decepción enorme para él; todo lo que había hecho para llegar a la final solo para tener que abandonar temprano”, dijo recientemente Jordan Henderson, capitán del Liverpool.
La temporada comenzó con un cruel recordatorio. A finales de septiembre, fue galardonado con el Premio Puskas al mejor gol de la temporada en la gala de FIFA. El tanto en cuestión ilustra a la perfección de sus cualidades como goleador; su manera de romper la defensa, dominar el área y poner el balón justo donde quería con un zurdazo espectacular. Una bonita imagen, pero sin mayor relevancia que permitir al Liverpool rascar un punto de un empate 1-1 ante el Everton.
El egipcio habría preferido ganar otro trofeo meses atrás. Marcar otro tanto más vistoso y relevante, como la chilena de Gareth Bale para el tercer gol merengue en Kiev. El galardón tenía visos de premio de consolación. Una manera de reconocer una temporada que de haber culminado con la ‘Orejona’ le habría valido pelearle el Balón de Oro a Luka Modric.
Salah había firmado una histórica primer campaña con el Liverpool. Firmó 44 goles en 52 partidos en todas las competiciones y fue el máximo goleador de la Premier League con 32 tantos – una cifra sin precedentes en el torneo inglés. En Europa, llegó a diez tantos, viéndose superado solo por Cristiano Ronaldo (15).
Pero la derrota, precedida por la lesión, dejó sus impresionantes números en mera anécdota. El Mundial no fue mucho mejor. El hombre que debía liderar a Egipto en su primer mundial en 28 años solo pudo participar en dos partidos después de forzar para recuperarse a tiempo. Su estado físico no era el óptimo y apenas contribuyó con dos tantos.
Para cuando inició la temporada 2018-19 lo habían envuelto las dudas en torno a su capacidad de mantener el ritmo de la temporada anterior. Aguantó a buen ritmo hasta el último tercio, cuando se materializó el temor a que el desgaste le pasara factura. El egipcio pasó nueve partidos consecutivos sin marcar.
La sequía provocó que su temporada empezara a ser vista como algo decepcionante, pero nada más lejos de la realidad a pesar de que su contribución se ha visto disminuida.
Salah suma 26 goles y 13 asistencias en 51 partidos esta temporada. A pesar de haber bajado el ritmo goleador, firmó 22 tantos en la Premier League para volver a proclamarse máximo anotador al lado de Pierre-Emerick Aubameyang y su compañero Sadio Mané.
Para Klopp, Salah sigue siendo el jugador más determinante de su equipo.
“Si tienes a un jugador que marca 40 goles en una temporada, a lo mejor estás dependiendo demasiado de él. Este año no dependemos solo de los goles de Mo, pero de todos modos está muy por delante de otros jugadores”, dijo el técnico recientemente.
Y es que a pesar de la ‘discreta’ cuenta goleadora, su campaña ya es digna de reconocimiento. También fue el jugador con más disparos a puerta (62) y más intentos (104) en el torneo inglés y estableció un nuevo récord en la Premier League como el jugador que menos partidos necesitó (69) para llegar a los 50 goles.
Su contribución en Champions tampoco ha sido tan determinante como en su primer temporada; apenas marcó cuatro goles y acabó perdiéndose la vuelta de la semifinal ante el Barcelona, el partido más importante de la temporada, debido a una conmoción cerebral.
Pero la suerte, y un gran trabajo de sus compañeros, lo ha vuelto a poner frente a un momento que puede ser histórico. Solo espera que, esta vez, ningún imprevisto lo aparte de su objetivo.
“Estoy muy feliz de tener otra oportunidad de jugar una Final. Espero poder jugar el partido completo esta vez”, dijo antes de viajar a Madrid.