BARCELONA -- Entre la clasificación y el drama, el FC Barcelona comenzó este lunes a preparar el trascendental partido que el miércoles le enfrentará al Borussia Dortmund en el Camp Nou con toda la atención fijada en una defensa rota por el eje y que obligará a Ernesto Valverde a improvisar una alineación en el momento menos deseado.
El entrenador azulgrana no podrá contar con Semedo ni con Jordi Alba, ambos lesionados, y también tendrá la baja de Gerard Piqué, sancionado con un partido tras la amonestación que vio en la pasada jornada ante el Slavia de Praga.
Los problemas, sin embargo, no acaban ahí, puesto que Clement Lenglet, quien no pudo jugar el sábado en Leganés tras sentir unas molestias musculares en el entrenamiento previo al partido, no está en plenitud de condiciones y Samuel Umtiti, cuya presencia se entiende asegurada, no enlaza dos partidos en una semana desde septiembre de 2018.
Recolocar a Sergi Roberto en el lateral diestro, mantener a Junior Firpo en el izquierdo y juntar en el centro a Lenglet y Umtiti se adivina ahora mismo la decisión más lógica del técnico… Siempre y cuando los dos centrales lleguen al miércoles sin problemas físicos y quedando en la recámara Araújo o el francés Todibo, a quien Valverde lanzó un mensaje inequívoco al descartarlo en la última jornada liguera a favor del uruguayo.
FUTURO
La situación de Todibo, a quien se coloca en el mercado de cara al mercado de invierno, y la duda permanente con Umtiti provoca que, otra vez, alumbre en el Camp Nou la necesidad de fichar a un central de primer nivel para la próxima temporada, un tema recurrente en el Camp Nou y que pareció aparcado con la llegada de Lenglet en el verano de 2018 pero que, a la vista está, no se ha solucionado.
Con Piqué cercano a cumplir los 32 años, en el Barça existe la sensación creciente de la necesidad de apuntalar la posición con la llegada de un jugador de máximo nivel, confiando en el crecimiento de Araújo, satisfecho como está el club con el rendimiento de Lenglet pero entendiendo que ineludible la presencia de otro futbolista de máximas garantías.
Si el fichaje de un delantero centro capaz de pelear el puesto con Luis Suárez y, posteriormente, ocupar su lugar indiscutible es un asunto en el que trabaja hace meses el club, reforzar con garantías la defensa pasa a convertirse en otra de las prioridades de un Barça que, a la vista está, sigue con los problemas.