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Champions League, capítulo Vl: este cuento (casi) se acabó

El Bayern volvió a humillar al Barcelona con una victoria por 3-0. Getty Images

Primer Grupo: Manchester City, Liverpool, Ajax, Real Madrid, Bayern Múnich, Lille, Manchester United, Juventus.

Segundo Grupo: PSG, Atlético Madrid, Sporting, Inter, Benfica, Salzburgo, Chelsea.

Europa League: Leipzig, Porto, Borussia Dortmund, Sheriff, Barcelona, Sevilla, Zenit.

Eliminados: Brujas, Milan, Besiktas, Shakhtar, Dynamo Kiev, Wolfsburgo, Young Boys, Malmö.

Se acabó, casi, la fase de grupos y hasta la última jornada se mantuvo (y mantenrá hasta el jueves) la incerteza de conocer a todos los clasificados, destacando primero el golpe de mano del Atlético en Portugal, del martes, y después la locura del miércoles, con todas las combinaciones del Grupo G que finalmente se decidió en favor de Lille y Salzburgo y la temida, a la vez que esperada, caída del Barcelona. Que fue terriblemente dura.

El Real Madrid hizo lo justo y poco más para sumar su clasificación número 30 consecutiva en una fase de grupos (en las temporadas 1999-2000, 2000-01, 2001-02 y 2002-03 hubo dos liguillas y no participó en la 1996-97), siendo el único club de Europa que habiendo disputado al menos dos veces el torneo nunca fue eliminado a las primeras de cambio, lo que sufrió el Barcelona por cuarta vez desde la temporada 1997-98.

El Benfica sonrió tal como el Lille, que dio el golpe en Alemania, al tiempo que en Austria, el Sevilla se sumaba a la decepción del Barça. Y en Rusia, el Chelsea se dejaba empatar por el Zenit para darle la primera posición final a la Juve.

Este jueves, si el tiempo no lo impide, Atalanta y Villarreal jugarán el partido que se suspendió por la nieve y decidirá el último clasificado para octavos acompañando al Manchester United.

GRUPO A. Trámite. Sentenciado el orden de los dos primeros clasificados, quedaba por conocer si el Brujas sería capaz de obrar el milagro en París para acceder a la Europa League. Pero Mbappé y Messi dejaron clara la realidad del equipo belga, condenado a la eliminación absoluta por su derrota, mientras en Alemania, el Leipzig aseguraba su tercera plaza derrotando a un relajado Manchester City que sufrió una innecesaria y grave expulsión de Kyle Walker que se perderá como mínimo la ida de octavos de final personalizando una baja de indiscutible trascendencia para Pep Guardiola.

GRUPO B. Milagro. Del todo a la nada y viceversa, el Atlético de Madrid ha transitado por una auténtica montaña rusa en esta fase de grupos que cerró con un milagro en Do Dragao. Al Porto le bastaba con ganar para ser segundo, el Milan debía vencer y esperar que no lo hicieran los portugueses. Y el Atlético tenía que ganar en territorio hostil y confiar en un tropiezo rossonero. Lo hizo, a su manera, y consumó ese golpe inesperado. Se lesionó Suárez, le salvó Oblak, puso un pie magnífico Griezmann y ya con el 0-1 se embarulló el partido de mala manera, rompiendo cualquier ritmo de un Porto incapaz de mantener la sangre fría ante el control de la situación de un Atlético que ganó con holgura y agradeció la remontada del Liverpool en San Siro frente a un Milan al que avanzó Fikayo Tomori pero que fue incapaz de mantenerse ante la superioridad de unos reds que cabalgaron durante toda la liguilla, cerrada con un pleno de puntuación.

GRUPO C. Alegría. La de un Ajax que comenzando el curso con la aspiración de pelear la segunda plaza del grupo acabó la liguilla con un pleno tan sorprendente como magnífico. Pasará a octavos mostrando probablemente el futbol más coral del torneo, presentando a Sebastien Haller (10 goles) como crack inesperado y, quién sabe, soñando con volver a ser protagonista en las rondas finales como hiciera en 2019. No lo será el Borussia Dortmund, que acusó de tal manera la ausencia de Haaland durante dos jornadas que llegó a la última jornada ya sabiéndose eliminado en beneficio del Sporting portugués, que tampoco pudo frenar el imperial paso del Ajax pero quedó por encima del conjunto alemán, siempre pendiente de su crack al que le bastaron 18 minutos de reaparición para marcar un doblete.

GRUPO D. Solvencia. El Inter se rindió a la evidencia de manera tan habitual como resignada. Asedió a un Madrid desconcertado buscando la victoria que le diera el pase como campeón de grupo. Y en su primera llegada a puerta marcó el Real gracias a un disparo tan excelente como inesperado de Kroos. Mantuvo la esperanza durante toda la primera mitad y el primer tercio de la segunda, hasta que Militao provocó la expulsión de Barella y se le acabó el empuje y la esperanza. Acabó ganando el equipo merengue.

GRUPO E. Realidad. El Barça se mantuvo en pie durante media hora en Múnich y a partir de ahí fue un juguete en manos de un Bayern, infinitamente superior, que le volvió a ganar por 3-0 dando la sensación de poder, otra vez, humillarle sin contestación posible. La esperanza de los españoles comenzó a apagarse en cuanto el Benfica, que se salvó del 0-1 de casualidad, marcó el 1-0 al cuarto de hora de su partido en Lisboa frente al Dynamo y la noche acabó como se suponía, con el equipo portugués acompañando al germano. Y el Barça destruido de mala manera. Dos goles marcados en seis jornadas. Lo dice todo.

GRUPO F. Espera. El Manchester United, ya primero al comenzar la jornada, vivió una noche tranquila en Old Trafford ante el empuje del Young Boys al que la victoria habría mantenido en Europa. No lo consiguió el equipo suizo y queda todo en manos de Villarreal y Atalanta. La nevada obligó a suspender el partido en Bérgamo y este jueves deberá disputarse. Al submarino amarillo le vale con el empate para estar en cuartos, el conjunto italiano necesitará ganar.

GRUPO G. Hombrada. La del Lille en Alemania. Acudía al encuentro de un Wolfsburgo al que sólo servía la victoria y le derrotó con una solvencia incontestable, dándole el primer golpe rápido (a los 11 minutos) y sentenciándole en la segunda mitad, cuando el conjunto germano intentaba con más ganas que acierto y peligro real evitar un triunfo que fue tan merecido como histórico. Como merecido fue el hundimiento del Sevilla en Austria, adonde fue necesitado de ganar para perder en un ejercicio de impotencia. Quiso ganar desde un esquema conservador y en cuanto Okafor marcó el 1-0 al comienzo de la segunda mitad se cayó sin remisión.

GRUPO H. Sorpresa. El Chelsea, que en la anterior jornada aplastó a la Juventus, debía ganar en San Petersburgo para confirmar su pase como campeón de grupo. Y en el último suspiro vio como un zambombazo magnífico de Magomed Ozdoev evitaba esa victoria que ya abrazaba con un doblete de Werner con el que se había primero avanzado en el marcador, apenas comenzar el choque, y después remontar a cinco minutos del final. De ello se aprovechó la Juventus, que se bastó con un solitario gol de Moise Kean para sumar la victoria sobre el eliminado Malmö y cerrar la liguilla como campeona de grupo.