SANTIAGO -- No fue un año fácil para Universidad Católica. Los cruzados lucharon con todas sus fuerzas para revertir la reciente historia que los cataloga como un equipo que se queda a las puertas de conseguir títulos, sin embargo, no fue suficiente y vivieron un terrible Déja vu en los dos campeonatos que disputaron este 2015.
Es que con la intención de alcanzar nuevamente la gloria y bajar de una vez por todas su anhelada estrella número once, la dirigencia franjeada apostó por la contratación del técnico Mario Salas, después del fracaso que significó sentar a Julio César Falcioni en la banca precordillerana.
Desde el arranque del Torneo de Clausura, en enero de este año, la idea del nuevo entrenador fue asimilada a la perfección por el plantel, que comenzó a dar muestras de buen fútbol en las primeras fechas.
Junto a Colo Colo y Cobresal, la UC fue uno de los elencos más regulares del certamen del primer semestre, aunque hubo algunos tropiezos que le costaron caro en el epílogo. Por ejemplo, en la novena jornada cayeron 4-2 ante los Mineros -posteriores campeones-, mientras que tampoco pudieron imponerse en el Clásico Universitario y fueron derrotados por el mismo resultado.
Como nota positiva, los cruzados golearon 3-0 al Cacique y lograron llegar a la penúltima fecha con opciones de campeonar. Sin embargo, un nuevo tropiezo gatilló que los adiestrados por el Comandante se quedaran con las ganas de celebrar. El 26 de abril empataron 3-3 con Deportes Iquique, después de ir ganando por 3-0, y le entregaron en bandeja la primera corona en su historia a Cobresal.
A la postre, Católica terminó en la tercera posición y clasificó a la liguilla de postemporada, tras ganarle la final a San Marcos de Arica, con lo que sacó pasajes a la Copa Sudamericana 2015. El primero de los premios de consuelo.
Pese a las expectaciones que generó al ser el único equipo chileno en avanzar a octavos de final del certamen continental, la aventura les duró poco a los franjeados. En aquella instancia tuvieron que enfrentar a Libertad de Paraguay, que los dejó en el camino. Una nueva decepción se hacía patente en el camarín precordillerano.
DÉJÀ VU EN EL SEGUNDO SEMESTRE
Ya en la segunda parte del año, a Universidad Católica nuevamente se le quemó el pan en la puerta del horno. Después de desaprovechar la oportunidad de depender de sí mismos, al igualar 2 a 2 ante la U, Católica sucumbió en la última jornada del Torneo de Apertura, entregándole nuevamente en bandeja el título al rival, esta vez Colo Colo.
Los pupilos de Mario Salas perdieron ante Audax Italiano, y si bien ya no dependían de sí mismos para lograr sus anhelos, una vez más evidenciaron la incapacidad psicológica y futbolística de afrontar etapas claves.
Pero otra vez su posición en la tabla les permitió meterse en la liguilla, donde vencieron en instancias decisivas a Palestino y se quedaron, nuevamente, con el cupo para la Copa Sudamericana a disputarse el 2016.
Así terminó el 2015 para Universidad Católica, con dos clasificaciones a torneos internacionales que, como se dieron las cosas, saben más a premios de consuelo. Pese a esto, el técnico Mario Salas es optimista y espera revertir la situación en la siguiente campaña.
"Vamos a luchar por ser campeones, y si no se puede, el otro torneo lo vamos a seguir intentando", enfatizó el Comandante, y entregó señales esperanzadoras para los desafíos venideros.