Parecía trato hecho, pero al final todo cambió a última hora. Jeisson Quiñones estaba en Cali desde el 25 de junio a la espera de ser presentado en América, había pasado por la revisión médica y hasta saludó a los que iban a ser sus nuevos compañeros. Todo se tumbó y, entre los cambios de condiciones y las demores, el jugador de Águilas Doradas se quedó con las manos vacías. ¿Qué pasó, según él?
Quiñones estaba ansioso por ser jugador de América y cumplir su sueño y el de su familia. Reconocidos como fanáticos de La Mechita, el jugador admitió que "estaba viviendo un sueño" que a la larga se desmoronó.
"Cuando me dan el aval de viajar todo estaba acordado supuestamente. Cuando llegamos, había unas irregularidades en el contrato, tuvimos que hacer una pausa y fuimos pacientes. Trataron de llegar a un acuerdo, se reunieron y se firmó todo. Me hice los estudios médicos y al final no se dio", comentó.
¿Por qué se cayó el pase, según Quiñones?: "América decía que iba a entrar una plata de un empresario, un tema de ellos, y se fueron presentando cosas que fueron fastidiando la operación. Ya no era compra sino pedían plazos a Águilas, luego préstamo. Eso influyó mucho y quizás esto habla mal de América, que quizás no son serios".
A su vez, Quiñones afirmó que Águilas siempre tuvo "toda la predisposición" para cumplir su anhelo. "El único perjudicado soy yo porque perdí todo el trabajo que hice en Águilas y tampoco tuve la pretemporada con América", remató.
Si bien la negociación se dañó, Quiñones no descarta analizar una oferta futura si se da por parte de América. "No depende de mí ahora, mis ganas están y cuando vos hablás y das la palabra, tenés que cumplir. Hay límites y respetos, me siento irrespetado porque me hicieron viajar, dar exámenes médicos y no se dio. Si se da luego, miraré la oferta porque quiero jugar en América", le dijo a Zona Libre de Humo.